¡No lo hagas!

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Pov. Min Yoongi

—¡Es Jimin!— tenía tanto asombro de lo que sucedió.

—Al fin los encontré— Susurré alegremente.

Me sentía tan feliz pero no debo concentrame solo en lo feliz que estoy, tengo que actuar, iré con los chicos a contarles todo para poder venir por ella. Ya se donde se esconde.

Salí caminando en dirección a mi auto, intenté ser lo más silencioso posible, estaba tan nervioso que no podía abrir el auto. Lo que no note por culpa de los nervios fue que si me vieron y me seguían. Venían detrás de mí.

—Hola Min Yoongi— dijo una voz tan familiar.

¡No puede ser!

—¡¿Jimin?!— contesté con calama.

—Veo que ya nos encontraste, ¿Qué pensabas hacer?— pregunto directo, con un tono de voz grueso y tranquilo. Una sonrisa que daba miedo se formó en su rostro.

—Eh yo...— traté de hablar.

—¡Callate! Y ¡Avanza!— ordenó.

Avanse de regreso a su casa. Mientras caminamos el me apuntaba con el arma. Que más le da por disparar y matarme. Pero no tengo que permitirlo.

—¡Alto!— gritó. —¡De rodillas!— ordenó 

Obedeci.

Nos detuvimos a la midad del bosque.
Tenia miedo, no sabia de lo era capaz, ¿me mataría? No quiero averiguarlo.

—Tus ultimas palabras— dijo.

—¡Por favor Jimin no me mates!— supliqué pero ¿cuando me haría caso? Nunca, eso queda claro.

—Jajaja, ¿y dejarte vivo para que estés con mi T.N?— dijo burlón.

—Adiós Min Yoongi—

—¡No Jimin no lo hagas por favor!— se escucho un grito desde lo lejos. Esa voz era muy familiar no podía verla pero sabía quién era.

—No puede ser es...— dije en voz baja.

—¿T.N que haces aquí?— pregunto un poco alarmado.

—Por favor Jimin no lo hagas— suplico y cayó de rodillas enfrente de mi para protejerme.

Estaba tan débil. Llego con la camiza de Jimin puesta, se le notaba los moretones que tenia, estando mucho más delgada, estaba muy pálida por él miedo, sus lágrimas caían, su cabello suelto negro hasta la cintura le tapaba partes del rostro. Estando descalza corrió hasta aquí sin importarle que se lastimara.

—No T.N si no lo mato no nos dejara ser felices— dijo tratando de convencerla.

En completa lentitud y tranquilidad levantó cada parte de su cuerpo y se dirigió a Jimin.

—Jimin por favor no lo mates— volvió a suplicar.

Se acerco a él, tomándolo de la mano, en la cual sostenía el arma, forsejearon pero era inútil ella esta muy débil como para ganarle pero eso no la detuvo, de  un momento a otro se escucho un disparó.

—¡Nooo!— gritó.

"Secuestrada"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora