Diario de Jimin Segunda Parte

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Diario de Jimin

Querida T.N, hoy soñé contigo. Fue un sueño muy hermoso y demasiado excitante. Soñé lo que más he deseado. Lo que tanto deseo y añoro. Te contaré claramente lo que soñé.

Te veías extremadamente hermosa y sexy. Estábamos bailando en el antro que tanto nos encanta, los dos solos. Pegabas tu hermoso trasero a mi intimidad. Moviendo tus caderas al ritmo de la música latina. Cada movimiento me volvía cada vez más loco. Todo mi ser quería hacerte mía, penetrarte hasta romperte. Hasta que ninguno de los dos pudiera más. Quería oírte gemir mi nombre. Besarte hasta que nuestros labios dolieran y ardieran. Comer a besos cada rincón de nuestro cuerpo. Aprender cada lunar, cicatriz de tu cuerpo. Tener en mi mente el mapa perfecto de tu cuerpo. Sabiendo dónde tocar y los movimientos que te vuelvan loca. Ya no podía soportar estar bajo tu control. Quería yo controlarte pero no podía, me conocías mejor que yo mismo. Sabias bien como dominarme. Mi cuerpo y mi intimidad dolían, ya no soportaba más, necesitaba hacerte mía, solo mía. Así que te tome de la cintura con un movimiento ágil y sutil obligue a voltearte hacia mí. Te miré de pies a cabeza. No podía evitar morder mi labio. Todo de ti me excitaba. Ese pequeño vestido que tapaba solo tus glúteos y ese escote pronunciado que dejaba poco a la imaginación. Esos tacones altos de aguja, el maquillaje perfecto que resalta tu belleza. Quedando a pocos centímetros de mi. Nuestras respiraciones chocaban. Mi deseo aumentaba aún más. Así que me acerqué lentamente a tus labios, provocando un pequeño choque delicado. Comencé a mover los labios lentamente y delicadamente, con mucho cariño. Era un beso delicado pero poco a poco lo fui convirtiendo en un beso apasionado. Mi lengua recorría toda tu cavidad bucal. Comencé a recorrer tu cuerpo lentamente con mi mano quería disfrutar cada centímetro de tu cuerpo. Así que me separé de ti solo por un momento llevándote a un lugar donde pudiéramos estar solos y disfrutarnos como tanto he deseado. Llegamos a los sanitarios, no recuerdo a cuál entramos, revisando que no se encontrará nadie que nos molestará. Cerramos con seguro la entrada. Al fin estábamos completamente solos. Te tome de la cintura obligando que entrelazaras tus pierna en mí. Te llevé lentamente y a la vez apresuradamente hacia los lavabos dejándote allí sentada. Te miré a los ojos. Y ya no podía más, te robe un beso con tanta pasión. Recorri cada parte de tu cuerpo, hasta toparme con el cierre de tu vestido, comencé a bajarlo. Deshaciendo el vestido de tu cuerpo. Gracias al modelo del vestido no llevabas sostén. Mucho mejor para mí. Solo tenía que deshacerme de lo último que te cubría. Comencé a bajar mis besos por todo tu ser. Dejando algunas marcas en tu piel mostrando que me perteneces. En un movimiento ágil me deshice de lo último, quedando completamente descubierta para mí. Pero no eras solo tú ya que tu también me dejaste sin nada que me cubriera. Así que entre en ti. Salía y entraba con tanta fuerza. Solo se podía oír nuestros gemidos. Estábamos llenos de deseo. Tu lo disfrutaba tanto como yo. Era algo tan delicioso. Pero.... desgraciadamente solo fue un sueño... un hermoso sueño pero pronto ya no lo será. Seras mía, nada más mía. Muy pronto.



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