𝑨𝒏𝒐𝒓𝒆𝒙𝒚 «𝑹𝒖𝒔𝑨𝒎𝒆»

<<20>>

Tratando escapar del gas lacrimógeno, corrió hacia un hotel que, al parecer, seguía abierto a pesar de todo lo que estaba pasando en ese momento. 

Lo reconoció al instante, donde se estaba hospedando USA; que vergüenza que él estuviera viendo todo esto. Pues había viajado a Rusia por los negocios de su "jefe", decidieron que Estados Unidos se hospedara en un hotel de San Petersburgo. Sin aviso previo al recepcionista, entró corriendo y subió escaleras arriba hasta la quinta planta.

Golpeó la puerta con apuro, pues pudo darse cuenta de que algunos policías le perseguían; no tardaron en abrirle y entró sin pedir permiso.

— Russia? —el ruso volteó hacia el estadounidense— OH MY GOD! —gritó cuando observó las heridas y sangre que traía, se imagina, desde afuera— What happen to you?! Are you okay?! —preguntó preocupado el estadounidense.

— Si, estoy bien, США —le sonrió al estadounidense para que este, preocupado, procediera a acercarse. Agarró su rostro y lo acercó al suyo mientras el ruso se sonrojaba instantáneamente, ademas de que no supo como reaccionar, USA solo se dedicaba a observar las heridas de el de mayor estatura.

— No lo estás —alejó su rostro para proceder agarrar la mano del ruso— ; come on , i will cure you —Rusia no podía pensar bien, estaba muy perdido, nunca había sentido la calidez de las manos de USA y, joder, que se sentía tan acogedor. Estados Unidos lo dirigió al baño para luego empezar a limpiar y curar las heridas del ruso.

— Gracias, Amerika, pero esto no es necesario —dijo el ruso mientras era limpiada la sangre que tenía en su frente, aunque había manchado su gorro un poco por dentro.

— Vamos, dime, ¿Cómo te sucedió esto? —ignoró completamente al ruso.

— Bueno... Salí para apoyar a mi gente en su día de la marcha del orgullo, pero de repente empezaron a lanzar gases y a golpear a la gente; yo solo quería apoyarlos por lo difícil que es ser ruso y ser homosexual a la vez y ahora Putin va a sacar cualquier excusa para evitar caos. E-estoy... estamos mal, USA... —estaba agachando su cabeza para evitar la vergüenza, odiaba mostrarse tan débil.

— If you not hablas con tu presidente ¿Cómo esperas que cambie esto? —dijo el estadounidense— Solo mira las consecuencias de no hablar con él; nunca es bueno... —USA frunció el ceño; Kennedy siempre estará en su corazón, fue un buen presidente, si tan solo el disparo hubiera pegado en su ser y no en su querido presidente, le trató muy bien. Sin darse cuenta, USA empezó a llorar.

— ¿USA? ¿Pasa algo? ¿TE DUELE EL ESTOMAGO? —USA no respondió, su sollozo iba aumentando, se abrazaba así mismo y su cabeza gacha. La imagen completa; Rusia sentado en el retrete, con su tapa cerrada obviamente, con su brazos extendidos a los lados, sin saber que hacer y USA de rodillas llorando mientras se abrazaba así mismo, sus gafas estaban en el suelo, con algunas lagrimas cayendo en ellas.

Rusia trató de abrazarlo para levantar lo o intentar algo, lo que sea para que USA parara de llorar; el estadounidense empezó a toser sangre. Rusia, con horror y temor, lo soltó inmediatamente, USA necesitaba ayuda, ahora.

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Honduras le sonrió al salvadoreño, este volteó y también, pudo ver, como Nicaragua le sonreía. Era lindo en un punto, pero luego se volvían insoportables.

El Salvador trató de seguir leyendo su libro, en un momento se descuidó y esos dos ya no estaban. Lo ignoró para seguir leyendo el libro.

— Uff, si fueras bala dejaría que atravesaras mi corazón —le había susurrado Honduras al oído, El Salvador le pegó su librazo por el susto que le dio.

— HONDURAS —le gritó a el de mayor estatura, este estaba ocupado limpiándose la sangre de la nariz, por el golpe que había recibido.

— Ay, no seas delicada, mi príncipe —dijo el hondureño a la vez que le guiñaba el ojo.

— Vete, vete, no te quiero ver ahora —Honduras, un poco enojado y sobando su nariz, se fue de allí haciendo caso. 

El Salvador se paró de allí y se dispuso a dirigirse a algún parque cercano. Consiguió para luego irse a dormir recostado en un árbol y con el libro sobre su rostro. Hacia un bonito día, y pensaba que era imposible que lo robasen.

Después de varios minutos, Nicaragua, que pasaba por allí, lo denotó y se le ocurrió algo.

Se dirigió hacia el salvadoreño para proceder a mover lo lentamente mientras le susurraba, ya que estaba despertando— Ojala fuera gota de tu sangre —sonrió— para recorrer todo tu cuerpo y dormir en tu corazón.

El Salvadoreño, trató de analizar quien le decía eso, y para cuando lo logró, un sonrojo leve se hizo presente en su hermoso rostro— ¿Nicaragua? Deja de decirme esas cosas —desvió su mirada hacia otro lado con el ceño fruncido; se veía muy hermoso, pues, se le notaba que estaba un poco adormilado aun.

El nicaragüense le robó un pequeño beso de media luna; Salvador abrió sus ojos sorprendido, volteó para regañar a Nicaragua pero este le estaba ofreciendo su mano para que se levantasen.

— Vamos, príncipe, ya es tarde; Honduras nos espera en casa —dijo con delicadeza.

El Salvador se levantó con Nicaragua y se fue de gancho con él. En el camino no faltaron los piropos, mas por parte de Nicaragua que por parte del El Salvador.

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— ¿Ya estás mas tranquilo? —dijo quien estaba encima del peruano, masajeando su espalda, hombros, torso, etc.

El peruano asintió como pudo, pues estaba muy relajado— ¿Sabes? —el chileno aplicó mas crema en sus manos y respondió con un "¿Hmm?"— Siento que soy el que lleva mucho control en esta relación —Chile lo pensó por un momento y asintió, con un tipo de cara de pokerface.

— No te preocupes, estoy de acuerdo con sentir esa varita mágica dentro de mi —Chile trató de guiñarle el ojo, pues intentaba no reír. Se acordaba de su primera vez con Perú, aunque fue la primera vez que tuvo relaciones sexuales también, cuando él estaba pidiendo por mas y Perú entre quejidos dijo "Es varita mágica, no bomba atómica", no acabó bien, porque Chile terminó ahogándose en risas.

— Ay, Chile, no empieces —Perú tapó su rostro, con su mano, avergonzado y tratando de no reír— . Aparte de eso, ¿Te parece si te dejo tener el control por una vez? —se volteó como pudo y observó como Chile pensaba.

— Hmm, no lo sé, después te dolerá todo, porque erei' re delicada —el peruano frunció el ceño y sonrió descaradamente.

— Ah, ¿Si? —Chile asintió— Entonces te quiero ver intentarlo, ¡Dale, po'! ¡No me quejaré ni un segundo!, la tenes chiquita —hizo una simulación con sus dedos de un tamaño diminuto.

— Parece que alguien no me ha visto bien —entrecerró sus ojos y también sonrió descaradamente— . Voy ha hacer que gimas como perra en celo.

— Vale —fue lo ultimo que dijo el peruano.

Al cabo de unas horas, Perú ya no estaba diciendo nada, lo gemía el descarado. Pues Chile estaba temblando y bien que se sentía ser el activo. 

Perú después hablaría con Argentina, por el asunto de la marca, después; pues, ahora, estaba disfrutando ser el sumiso de la relación.

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Me dio paja escribir lo prometido en el grupo de WhatsApp. Pero ahí tienen un capítulo largo :P

¿No se esperan lo último de cada parte? ¿Eh? Los he hipnotizado.

Ese crew hablaba mucho, ahora ni un "hola" :(

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'Norsk.