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Iban marchando a la par del otro como una pareja normal, sin saltar aquellas miradas que se detenían a verlos sorprendidos.
Así pasó el transcurso del recorrido hasta el hogar del estadounidense.
Su tiempo se congeló al quedar en la entrada de la propiedad americana; se podía observar un bello atardecer con tan solo voltear un poco la mirada hacia los coloridos cielos. Se detuvieron en la mirada del contrario, pudiendo apreciar el bello espacio anaranjado que se creaba en el reflejo de sus ojos.
Un momento de gracia y fortuna para ambos; que lastima que no siempre sería así.
Un tiempo en el que aprovecharon para unir sus labios en un beso puro.
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Sus ojos se abrieron rápidamente ante captar un olor horrible.
A la distancia se podía observar a un hombre caminando lentamente mientras arrastraba un hacha.
Todo su entorno se empeñaba en solamente nieve, fría y blanca nieve. Alguno que otro árbol se podría observar allí, pero lo que más atención llamaba, era la sangre que dejaba la hacha de aquel hombre.
Cuando por fin decidió mirar más a cerca a su alrededor, pudo denotar y sentir que un ojo faltaba en su rostro, y, para empeorar las cosas, sus piernas habían sido cortadas; la nieve sensibiliza su cuerpo al tener contacto con las grandes heridas que disponía.
Sentía la necesidad de gritar pero simplemente nada salía.
Cuando por fin volteó, abrió sus ojos con horror ante la escena, procediendo a que salieran lagrimas saladas de su ojo y, ahora, cuenca.
Chilló horrorizado ante la escena de un norteamericano con órganos internos fuera de su lugar; era el productor del mal olor que distinguía.
Puso ambas manos en su boca, enserio quería decir algo pero NADA salía de su boca.
Ese hombre... El que llevaba la hacha, era Canadá, ¿No es así?
El cuerpo de USA estaba desenterrado del lugar donde originalmente lo dejó, ¿Acaso todo había sido un sueño? Todo esos lindos momentos... ¡¿Fueron un sueño?!