4- are you kidding me?

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4- are you kidding me?
4- ¿me estas tomando el pelo?

–Esto es una broma, ¿verdad?–todo lo que me habían contado parecía un disparate. Nada tenía sentido y parecía salido de una película.

–Se que suena raro, pero es la verdad–replicó Bri. Lo miré dudosa; lo que me acababan de contar no era fácil de creer– ¿Alguna vez te mentí?–"no, jamás". En diez años de conocernos, Gabriel nunca me había mentido, ni una sola vez. Todo esto era como salido de una pesadilla, y me negaba a creerlo, pero Bri tenía razón. Debía confiar en él, la única persona que me quedaba. Si no confiaba en él, ¿en quien confiaría?

–Les creo, es solo que... me es difícil aceptarlo.

No obtuve respuesta, ni tampoco la esperaba. Seguimos pedaleando por un rato más en silencio.

–¿Cómo funciona tu reloj después del pulso?–pregunto ZhenZhen refiriéndose al reloj de Alex.

–No es electrónico, es mecánico–contestó este–. Mi papá... él...

–¿Te lo dio?–concluyó ZhenZhen, a lo que Alex asintió no muy seguro. Algo pasaba por la mente del pelirrojo; parecía estar por las nubes, y tanto que estuvo a punto de caerse de la bicicleta.

Empecé a notar un ruido extraño, era un ¿motor? No, no podía ser; el pulso electromagnético había echo que los autos no funcionen. Pero si no era eso, ¿que rayos causaba ese ruido? El sonido comenzó a aumentar a medida que nos acercábamos a una calle. Era peligroso, teníamos que parar.

–¡Chicos paren!–grité justo a tiempo. Tres camionetas militares pasaron por la calle, y, afortunadamente, ZhenZhen y Alex, quienes estaban a la cabeza del grupo, pudieron parar a tiempo. Al ver esa ruidosa señal de vida, no dudamos en dejar las bicicletas y gritar intentando llamar la atención de las personas en las camionetas.

–¡No se muevan!–ordenó un hombre que se encontraba detrás nuestro mientras los cinco levantábamos rápidamente las manos por mero instinto. "¿Y ahora qué?" Estaba cansada de sorpresas y odiaba no entender lo que estaba ocurriendo; necesitaba estar en control de todo, y el no entender el motivo de esta pesadilla me volvía loca. Me volteé junto con los demás y me sorprendí ante la escena que encontré; varios militares nos apuntaban con sus armas a la cabeza. "Lo último que me faltaba, que me apunten con una pistola" pensé. Uno de los hombres comenzó a acercarse cautelosamente, hasta que notó que estábamos del mismo lado. Claro que Alex gritando "aliados" le ayudó a confiar– Son niños–seguido de esto los militares prosiguieron a revisar el area en busca de amenazas–. Debieron evacuar hace horas, estamos en guerra–dijo el hombre dirigiéndose hacia nosotros.

–Señor, estábamos en las montañas cuando empezó el ataque–explicó el pelirrojo del grupo– ¿Puede decirnos qué pasa? ¿Qué tan grave es lo que sucede?

–¿Atacaron concesionarios de autos Mercedes?–preguntó el estupido de Dariush.

–Oye, ¿como puedes pensar en eso ahora?–ZhenZhen estaba enojada como todos nosotros, podía notarlo en su voz.

–Mi papa tiene uno y será mío–torpe niño rico. No le deseaba el mal a nadie, pero de verdad quería que esa concesionaria estuviese destruida; solo para que se de cuenta de que lo material no importa. Gabriel y yo no teníamos mucho, jamás lo habíamos echo, pero aún así éramos felices; y no miento cuando lo digo. Nuestras vidas no eran perfectas, pero al tenernos el uno al otro lográbamos ser felices.

–Solo se que no están a salvo aquí. Suban al autobús–concluyó el militar claramente irritado por perder el tiempo con un grupo de niños.

Que alivio, pronto estaríamos a salvo. Tal vez incluso pueda encontrar a mi papá en el lugar a donde me lleven. Caminé hacia el autobús, pero las voces de los chicos me detuvieron. Le pedían al hombre que pare, querían ser escuchados. Sus esfuerzos dieron frutos y el militar se detuvo.

–Tiene que llevar esto a Pasadena–dijo Alex mientras le entregaba la llave que tenía colgada del cuello.

–¿De donde la sacaron?–el hombre tomó sorprendido la llave.

–Una astronauta nos la dio–contestó ZhenZhen.

–Dijo que la necesitan en el JPL–continuó Bri. JPL, si, lo habían mencionado; creo que era una base de la NASA o algo así.

–Ayudará a detener a los extraterrestres-siguió el niño rico.

–Entréguela en el JPL en Pasadena al Dr. Fielding–concluyó Alex. Al menos su historia seguía siendo la misma; eso era una buena señal.

–Recibimos mensajes del Dr. Fielding del JPL todo el día. Encontrar la llave era el objetivo principal. Gracias muchacho, creo que salvaron al mundo–maldita sea, esto era real. Tenía que serlo, un oficial militar acababa de confirmarlo. Sabía que algo extraño estaba ocurriendo, pero jamás había pensado en una invasion alienigena–. Vamonos.

Tras la orden todo el mundo subieron a sus respectivos vehículos, mientras que nosotros subíamos al micro. Todos nos felicitaban, y yo seguía sin poder creer que todo esto estaba pasando. Dentro del micro habían más niños, se ve que no éramos los únicos que se habían perdido.

–No puedo creer que esto esté pasando–expresé mis pensamientos mientras tomaba asiento en el micro detrás de Bri.

–Pues créelo, porque acabamos de salvar al mundo–ZhenZhen se dirigió hacia mí por primera vez y no pude evitar sonreír. En poco menos de dos horas había despertado sola en una ciudad destruida, encontrado a mi amigo perdido, había conocido a tres personas nuevas y había salvado al mundo. En realidad no, ellos lo salvaron, yo solo me encontraba en el lugar y momento apropiado.

–Allá van–Bri señaló a la camioneta que llevaba la llave "mágica".

Disparos, una explosión, gritos. Sabía que todo era muy bueno para ser verdad.

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Holi, espero que estén disfrutando la historia.
Este capítulo no es mi favorito, pero prometo que se va a poner mejor.
Gracias por leer y no se olviden de votar 💫

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