Save me

13- change me

13- change me
13- cámbiame

Nos encontrábamos caminado entre sabanas sucias y rotas. Estábamos atentos, alertas ante cualquier sonido, cualquier movimiento fuera de lo normal. Estábamos en guardia, pero las sábanas limitaban nuestra capacidad de visión; me ponía nerviosa. Otra vez no tenía el control de la situación, estaba en manos de mis compañeros de viaje y, desgraciadamente, mi destino también recaía en la amenaza que nos aguardaba escondida entre las sombras.

–¿Ven algo?–el silencio, nuestro único aliado ante la falta de la visión, había sido ausentado gracias al descuidado de Dariush.

–No, vamos–contestó susurrando Bri mientras ZhenZhen los callaba a ambos. Le agradecía por eso; ella se encargaba de mantener el grupo en orden, no sabía lo que haríamos sin ella. Claramente Dariush ya habría recibido más de un golpe.

Cuando el silencio volvió, no pude evitar notar la rapidez con la que mi corazón latía. Sentía como si hubiese estado horas corriendo y necesitase descansar. Me sentía enferma, los músculos de mis piernas estaban debilitados, los pequeños crujidos de las ramas en el piso martillaban en mi cabeza, y no podía respirar bien.

Perdida. Esa era la palabra. No le podía encontrar una solución al gran problema que era esta situación. No sabía por dónde empezar, y mucho menos en donde terminar. Lo peor de todo era que ya nada me sonaba familiar. Mi hogar se hallaba ya lejos del lugar en el que me encontraba, ni siquiera las personas acompañándome eran familiares; el haber intercambiado un par de palabras no nos había conocidos. Y Gabriel... bueno, él era un tema distinto; siempre lo había sido. Entre nosotros ya no se encontraba esa complicidad, esa comodidad que nos incitaba a compartir miradas, palabras e incluso secretos. Todo esto había desaparecido con el beso. Ese maldito beso que había cambiado nada y todo al mismo tiempo. Era absurdo pensar en cómo podía afectarnos un insignificante beso, cuando había que estar preocupándose por una invasion extraterrestre. Supongo que los adolescentes somos así. Necesitamos darle importancia a las pequeñas cosas de la vida para alivianar el peso que llevamos encima con los problemas que a largo o corto plazo podrían arruinarnos.

El simple tacto de los labios de una persona puede cambiarte. Esas eran palabras que me gustaría haber escuchado . Me habrían servido de mucho, y claramente me habrían ahorrado el sufrimiento. La verdad es que  no sabía si echarle la culpa al beso o a la reacción que recibí. Si, eso había sido. Él, él era el culpable, él había causado que me sintiera así. "No puedes culparlo" me decía mi voz interior, y comprendí que tal vez tenía razón. Su reacción era lo que me había lastimado, pero no podía culparlo, Bri no sentía lo mismo que yo. "Habrías preferido que te mienta?" Mi subconsciente estaba jugando bien sus cartas. "No" me contesté, "eso me habría dañado aún más".

–Oh, mierda–maldito Dariush, me había pegado un susto que bien podría haberme causado un paro cardíaco–. Tranquilos, tranquilos, es solo un carrusel–explicó mientras señalaba al objeto nombrado.

Primero lo oí, luego lo vi. El ruido que tanto asustaba a Bri. El ruido que desearía no conocer tan bien. El ruido que tanto me empeñaba a pensar que nos salvaría. El ruido que amenazaba con terminar nuestras vidas.

☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️
Hoy capítulo más corto (Sorry por eso), pero se  acercan muchas revelaciones en los capítulos que vienen, así que estén atent@s.

Gracias por leer y no se olviden de votar💫.