14- arm me

338 36 1
                                    

14- arm me
14- ármame

–Ni un paso más–la voz era grave, amenazante, llena de ira y odio. No entendí hacia qué. Había llegado a un punto de ya no saber que era lo que estaba ocurriendo. No sabía porqué démonos había un invasión extraterrestre, no sabía dónde quedaba ese lugar de la NASA, ya ni si quiera sabía quién era yo; en quién me había convertido. La chica que tomaba la delantera, que no dejaba que nada la desanime se había ido. Me había dejado. Me había dejado completamente sola. Ya ni si quiera sabía que pasaría con mi relación con Bri. Temía haber arruinado todo. Temía no poder volver a lo que habíamos sido antes. Pero principalmente le temía a la voz que me apuntaba con un arma–. No te muevas–No sabía que hacer. Estaba perdida, no quería morir así. Tenía que buscar una solución. "Tu también tienes un arma, tonta" esa vocecita en mi cabeza por fin empezaba a ser útil. Antes de salir había puesto la pistola en la cintura de mi pantalón, lo único que tenía que hacer ahora era alcanzarla sin que me vea el hombre con máscara negra frente a mi. Pronto dos personas más aparecieron y nos obligarnos a alejarnos de las sabanas. Estábamos formando una fila, asustados, desesperados. Vi las caras de los demás. Sus rostros estaban deformados por los sentimientos. Miré hacia las personas delante de nosotros. Eran altas, adultos. Los tres tenían armas mucho más grandes que la mía, y, definitivamente, mucho más aterradoras.

–¿Que diablos hacen aquí? Hay una invasión extraterrestre–habíamos estado buscando por adultos en todo este camino, pero no queríamos encontrarlos así.

–Ustedes son los de las máscaras de la Purga. Ese es otro género–dijo Dariush. Quería abofetearlo. No te burlas de la persona que te está apuntando con un arma.

–Te crees gracioso, ¿eh?–a continuación le apuntaron Dariush con el arma.

–No, por favor, espera–dije levantando las manos a la altura de mi cintura en señal de paz. El chico era torpe, pero no merecía que le disparen. Con el corazón en la garganta tomé un paso hacia delante de manera protectora. "¿Que estás haciendo? Si solo te miran a ti no podrás sacar el arma. ¿Eres estupida o qué?" mi subconsciente empezaba a ir en contra de mis decisiones. Jamás me había ocurrido esto. Mi corazón peleaba una batalla campal contra la lógica; me hacía sentir perdida y dividida por dentro. ¿Cómo iba a protegerlos si ni si quiera sabia qué decisiones tomar?

–Te dije que te quedaras quieta–ahora el arma me apuntaba a la cabeza. "¿En que me metí?" pensé.

–Miren, hay alienigenas aquí–explicó Bri desesperadamente mientras se transformaba en el foco de atención de las pistolas–, no somos el enemigo–el rostro de Bri mostraba que él estaba asustado; sus cejas levantadas, su ceño tenso y su boca entreabierta lo delataban.

–Tienen algo que nosotros queremos–"llévense lo que quieran" lo único que esperaba era que no nos lastimen.

–¿Dignidad?–contestó ZhenZhen. Yo estaba allí parada intentando alcanzar la pistola sin ser detectada para salvarnos y ellos andaban por ahí tirando comentarios sarcásticos.

–¿Que dijiste?–ahora también la amenazaban a ella. "Genial, ahora no te están prestando atención, están ocupados con los demás" sonaba egocéntrico, pero lo estaba haciendo por el bien de todos.

Mis palmas se encontraban en forma vertical cerca de mi cadera; me agradecía por no haberlas subido tanto como los demás. Lentamente bajé mi mano y la posé en mi cadera para luego arrastrarla hacia mi espalda, donde se encontraba el arma. Mantuve el brazo pegado al cuerpo y no alejé mi vista de los tres hombres que nos amenasaban. Todo parecía ocurrir en cámara lenta; nadie se movía, todos a la espera de lo que harían los demás. Finalmente mis dedos rozaron  la empuñadura, y me preparé mentalmente para afrontar las consecuencias de lo que estaba por hacer.

A diferencia de mis acciones anteriores, el sacar la pistola fue rápido. Ya había empuñado y disparado armas; mi papá me había enseñado. Ágilmente le apunté a la figura humana que tenía más cerca. El movimiento parecía ejercido con la gracia de una bailarina, y yo me sabía los movimientos como una coreografía.

–Todos tienen que calmarse–otro hombre apareció desde la oscuridad. La boca de fuego del arma ahora apuntaba hacia él. Había separado las piernas y juntado las manos en la empuñadura. Juro que oí a Bri susurrar mi nombre, pero yo estaba alerta ante cualquier amenaza y no dejaría que su desaprobación afecte mi estado. Ya no éramos los dos contra el mundo, nuestras diferencias lo habían cambiado todo. Pensábamos distinto, él quería una cosa y yo quería otra. Sus opiniones ya no debían afectarme–. Miren lo que encontramos.

Con cada paso que el nuevo daba mis manos temblaban. Había disparado un arma como estas más de cien veces, y mi puntería era perfecta, pero a pesar de esto estaba nerviosa. Me temblaba la mandíbula y me sudaban las manos; temía perder el equilibrio o fallar al disparar. "Tu puedes... tu... tu puedes" sentía que me estaba mintiendo a mi misma. Necesitaba sentarme calmarme y respirar. Jamás había sido de esas personas que trabajaban bien bajo presión, y mucho menos cuando la vida de cuatro personas dependían de mi.

El hombre levantó su brazo en dirección a su cabeza mientras yo seguía dicho recorrido con la mirada. No podía perder ningún movimiento de vista. Finalmente, el nuevo se quitó la máscara, revelando a un hombre de bigote con cara redonda. A decir verdad, su rostro no parecía amenazante, pero a lo largo de mi corta vida había aprendido a no juzgar por las apariencias.

–Lou!–exclamaron ZhenZhen, Alex y Dariush al mismo tiempo mientras bajaban su guardia. Bri y yo intercámbianos miradas.

¿Qué estaba pasando?

☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️
Holi! Volví, perdón por haberlos dejado abandonados por un tiempo.
Quería agradecerles a las personas que están apoyando esta historia 🧡🧡
Solo para aclarar, el título significa provéeme armas.
Gracias por leer y no se olviden de votar💫

Save meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora