11- destroy me

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11- destroy me
11- destruyeme

–¿De qué estaban hablando?–parecía que hoy era el día de hablar a mis espaldas.

–De la vida–le contesté a Bri. Tenía los ojos rojos de cansancio y todo el pelo revuelto. Era una vista agradable, de esas que me gustaría ver todas las mañanas–¿No podías dormir?

–Sabes, es raro. Cuando estabas a mi lado dormí genial, pero me desperté cuando te levantaste–lo primero que pensé cuando me levantaba era mi despertarlo, y eso fue exactamente lo que hice–. Es como si te necesitara a mi lado–"yo también te necesito a mi lado" lo pensé pero no lo dije–, supongo que extrañaba estar contigo.

–Yo también te extrañé–la melancolía me invadió. Pensé en esos días que había vivido sin él, en la desesperación que se tía al no saber cómo se encontraba. Mi corazón, mi alma pedía a gritos que lo abrace, que lo bese, que le demuestre cuanto lo había extrañado en verdad. Pero aveces el deseo se convierte en pecado, y uno no siempre puede caer en la tentación.

Bri abrió sus brazos y me miró con esos ojos con los que tanto había soñado–Ven aquí–no me resistí; lo abracé.

Sus brazos rodeaban mis hombros y los míos rodeaban su cintura. Se sentía bien estar así con él. Era acogedor, me sentía protegida de todo lo que alguna vez nos había lastimado. Ya no me preocupaban los alienigenas, o el fin del mundo. Sentía que juntos éramos invencibles, que podíamos contra todos y todo.

Separé mi rostro de su cuello y lo miré. Lo miré como en mi sueño. Primero los ojos y luego los labios. Quería besarlo. Quería hacerlo como nunca antes había querido algo. Sentía que estaba mal. ¿Que pasaría si él no me correspondía? No quería arruinar nuestra amistad, no quería arruinar lo mejor que me había pasado en la vida. A pesar de todo, quería hacerlo, necesitaba haberlo. Si besarlo era un pecado, prefería ir al infierno habiéndolo probado que ir al cielo sin conocer el sabor de sus labios.

Coloqué mi mano en su pelo. Ese pelo que tantas veces había cortado, que tantas veces había despeinado, que tantas veces había acariciado. Toqué mi nariz con la suya, y apoyé mi frente en la suya. Me acercaba poco a poco, buscado la aprobación del chico que tenía en frente. Jamás me había sentido así, con tanta necesidad de algo; con la necesidad de besar a alguien.

Toqué mis labios con los suyos. Fue despacio, fue lento. Como si tuviésemos todo el tiempo del mundo. Fue un toque, solo eso. Pero era solo eso lo que necesitaba. Me separé, quería un poco más, pero el toque fue suficiente; no quería asustarlo, quería que procese lo que había ocurrido, y si después de eso él decidía que quería más, con gusto se lo daría.

–¿Qué fue eso?–preguntó mientras una expresión de confusión se dibujaba en su rostro. Lo que más temía había pasado, y no sabía cómo reaccionar; jamás me había preparado para eso, temía que pase, pero jamás había pensado en cómo reaccionar ante ello. Quería gritar, quería llorar, pero no me arrepentía. Estoy-si, estoy segura de que no en arrepentía. No podía guardarme ese sentimiento adentro, necesitaba sacarlo, pero eso no significaba que aún no me doliese. Bri parecía indiferente ante el beso, parecía no querer enfrentar el echo de que había pasado. Yo tampoco quería hacerlo, quería escapar, quería que la tierra me tragase. Me sentía torpe y vulnerable, ahí parada frente a él. Jamás me había sentido así junto a Bri; él me hacía sentir bien, pero en este instante me hizo sentir todo de lo que alguna vez él me había salvado.

–No fue nada–susurré. Quería que lo escuchase y se olvidase del beso, pero al mismo tiempo quería que él retuviese el recuerdo de ese primer beso.

Me volteé y caminé hacia la habitación donde los demás dormían. Tenían suerte, ellos podían dormir mientras mi cabeza le daba vueltas al beso con Bri. Todo estaba mal, todo había salido mal. Las cosas nunca terminan como uno lo espera, pero esto había sido una gran deserción.

Vi a Dariush durmiendo y pensé que Gabriel seguramente querría dormir ahí; así que nos hice un favor a ambos y me encerré en el baño. No tenía a donde ir, ya que él seguramente seguía en el comedor, y la cocina se conectaba con esa habitación.

Apoyé mi espalda contra la pared y caí lentamente al piso. Pensé en todo, y pensé en nada. Quería vaciar mi cabeza, quería empezar de cero. Me sentía... me sentía mal, me sentía asfixiada. Estaba sintiendo tanto que pronto dejé de sentir.

Era irónico como lo único que había deseado por años me había destruido.

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Perdón por haberme salteado subidas de capítulos, es que estoy de viaje y me fue difícil conseguir wifi.
También les quería contar que la historia está inscripta en los Wattys 2019 (YAY), así que les pediría por favor que voten y compraran la historia si les gusta.
Gracias por leer 💫

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