Save me

15- threaten me

15- threaten me
15- amenazame

–Gracias Dios–decía Dariush mientras miraba hacia el cielo. Los demás no tardaron en seguirlo. A pesar de no conocer a la persona frente a mi, su nombre me parecía familiar.

No dejé que la confusión me distraiga. Acomodé mi posición; aseguré el apoyo que tenía en los pies, estiré mis brazos lo más que pude, tomé una gran bocanada de aire, apunté a su cabeza, y acomodé mi dedo en el gatillo, aunque no tenía intenciones de disparar; al menos no en ese momento.

–Esperen, ¿lo conocen?–preguntó Gabriel mientras tomaba un paso hacia adelante para ver el rostro de los hico. Grave error. Pronto un arma volvió a dirigirse a su cabeza, y seguido de eso, la boca de fuego de la mía le apuntó al tirador. No había notado que había dejado de temblar hasta que lo volví a hacer. Tener mi vida y la de unos extraños en mis manos era una cosa. Pero tener mi vida, la de unos extraños, y la de Bri en mis manos era una muy diferente. No podía permitir que nada le ocurra. No a él. A pesar de los errores que ambos cometimos y de los sentimientos que no compartíamos, yo lo seguía necesitando. Necesitaba saber que lo tenía a mi lado y que él estaría ahí para mi todo el tiempo. No podía ni imaginarme una vida sin él, y debido a ello haría lo que sea por evitar tener que saber que se sentía.

–Tranquila, bonita–volví a apuntarle al tal Lou, y el hombre que le apuntaba a mi amigo me amenaza a a mi. Parecía un juego de niños; salvo que nuestras vidas estaba en riesgo.

–No me digas así–el apodo que me había dado me generaba náuseas y miedo. La palabra "bonita" saliendo de su boca era más amenazante que la estupida arma que llevaba su compañero.

–Nadie tiene que salir herido esta noche–sentí como los chicos a mi alrededor dejaban salir el aire que retenían por el nerviosismo. Al contrario, yo me tense aún más. Ese hombre no parecía buena persona, y nada de lo que dijese me haría cambiar de opinión–. Pero–"todo viene con un precio" me había dicho mi papá una vez. Sus palabras jamás había tenido tanto sentido como ahora–, Alex, ¿serías tan amable de darme eso?–preguntó al señalar la llave que colgaba del cuello del niño.

–¿Esto?–el temor se sentía en su voz–Es nuestra única defensa contra los alienigenas.

–Si, y alguien pagará mucho por ella.

–Si, y seguramente alguien pagará mucho por tu cabeza–avancé para acercarme más al hombre y las otras tres armas presentes me apuntaron. Había una falla en la manera en la que estos hombres se defendían, y solo esperaba que Bri se hubiese dado cuenta de ello.

–Si no me van a dar la llave voluntariamente–un destello salió de su mano revelando un cuchillo que a pesar de ser pequeña podría asustar a una multitud–, voy a cortarte la cabeza y arrancarla de tu cadaver.

–Alex, Alex, dale la llave–Dariush estaba tan aterrado como los demás–. Por favor, Alex.

–No puedo dársela–Lo dijo de tal manera que parecía que el solo dicho de esas palabras lo lastimasen–. Hice una promesa–supuse que se lo había prometido a la astronauta, o tal vez al soldado. Eso no importaba en este momento, en lo único que debía concentrarme era en las amenazas frente a nosotros.

El hombre comenzó a avanzar hacia nosotros–No te muevas–parecía más una súplica que una orden saliendo de mi boca miedosa.

Sus ojos se encontraron con los míos. Él era un león inspeccionando a su presa, y yo parecía una cría sin oportunidad.

–Confié en ti–admitió Alex. Pobre chico; parecía estar al borde del llanto. Y al oírlo comprendí que mis ojos tenían el mismo plan.

–Hay muchas personas en el cementerio que confiaron en mi–lo único que hizo su amenaza fue volver mi agarre al arma más fuerte.

–Ni un paso más o juro que-

–¿Eso es una amenaza, princesa?–una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro causándome náuseas–No creo que estés en una posición de hacer eso.

–Voy a disparar–esas palabras parecían más de convencimiento hacia mi que de amenaza hacia él.

–¿Siquiera sabes cómo hacerlo?

Disparé hacia la pierna de su amigo y rápidamente volví mi atención hacia el que suponía que era le líder–yo creo que si–los gritos de dolor no tardaron de llegar a mis oídos junto con las varias maldiciones que soltaba la victima. Intenté no demostrar que me afectaba; tenía que mostrarme fuerte. A pesar de mis intentos pude sentir una diminuta lagrima rodando por mi mejilla; jamás le había disparado a un ser vivo, pero si había escuchado gritos similares a esos, y no me traían lindos recuerdos. Gracias a la respiración pesada de Bri, pide notar que él se sentía igual.

–Te crees muy ruda, pero a juzgar por esa lágrima en tu rostro, jamás te atreverías a matarme–el hombre se seguía acercando peligrosamente. "El punto de tener un arma es guardar tu distancia" la voz de mi padre volvió a hacerse presente, "dispara ahora o va a lastimarte" mis dedos parecían haberse congelado,"Maxie, te pido por favor dispara" ahora era la voz de Bri la que me hablaba, "Max, dispara" lo oí susurrar en mi cabeza.

Y jalé del gatillo.

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Nuevo cap!!
Espero les guste, tardé mucho en escribir este capítulo y acabo de terminarlo, pero como quería subirlo ya, no tuve tiempo de editarlo, así que si ven errores no duden en decirme.
¿Como estuvo su día? Cuéntenme lo que quieran; me gusta mucho hablar con ustedes.
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