Hijo de la luna

Capítulo sorpresa :). (Disculpen si hay errores ortográficos, luego los arreglo, es que escribí esto en el celular). Espero que les guste.

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No pude dormir, cosa que me esperaba tras esa carta. No tenía sentido en mi cabeza lo que estaba ocurriendo y las mil teorías que se me ocurrían, no me ayudaban en nada a calmarme. Tenía que ver a Polo, necesito explicaciones, y no creía poder esperar hasta la medianoche para obtener respuestas. 

Deambule por la casa pensando en mis opciones, no sabía donde vivía Polo, y  era sábado así que no lo vería en clases. Mi mente me pedía a gritos un descanso así que me distraje buscando mis pinturas para comenzar un nuevo lienzo. El pincel en mi mano se movió a la velocidad de mis pensamientos y para la hora del almuerzo, ya estaba listo. Dejando todo a un lado, me levanté de donde estaba sentada para verlo bien, no era nada escalofríante esta vez, por lo menos. Era un chico de espaldas en medio de un hermoso valle. 

Sabía muy bien quien era ese chico pero no quería admitirlo. 

Baje a comer un poco y me encontré una escena bastante bizarra, mi mamá hablando por telefono con una sonrisa de oreja a oreja. Cosa que nunca pasa. Espere pacientemente a que terminara su conversacion para sacarle algo de información. 

-Buenos días-le dije cuando ella trancó 

-Será buenas tardes

-cierto-dije y le di un mordisco a mi emparedado antes de preguntar- ¿con quién hablabas?

Ella se sonrojo. 

-Con nadie

-¡Mamá! ¿cómo que con nadie? Mira lo roja que te has puesto 

-esta bien, lo admito, se trata de un hombre

-¿y este hombre es?

-¡el amor de mi vida!-exclamó con una gran sonrisa

Trate de no voltearle los ojos, lo  mismo dijo hace años atrás de mi padre y mira donde está ahora.

-¿Lo conozco?

-para nada, solo nos hemos encontrado un par de veces en la última semana pero se que es el indicado. Algún día lo conoceras pero no creo que sea el momento, no quiero espantarlo

Traducción:"no quiero que lo espantes".

-esta bien, ¿cómo se llama?-le pregunte y enseguida sonó su telefono, ella atendio sin prestarme ni una pizca de atención y salió corriendo cual adolescente enamorada para hablar a solas en su habitación. 

Pase el resto de la tarde adelantando trabajos, limpiando mi cuarto, quería que el tiempo pasará volando. Mi madre salió de la casa a eso de las diez  y conociendola, no tendría hora de llegada. 

A las once ya estaba saliendo de mi casa, lista para enfrentar cualquier cosa que me tuviera que decir Polo. Pero no tan lista para verlo de nuevo y estar tan cerca de él sin que el resto del mundo desaparezca. 

La noche estaba despejada y se podían apreciar las estrellas, la luna estaba casi llena y fue la que ilumino mi camino hasta el lugar en donde nos encontraríamos. Cuando estaba a solo unos pasos de donde habíamos tenido nuestra primera conversación real , lo vi.

Estaba sentado en la arena, viendo el horizonte. Me quede paralizada en mi sitio, el simple verlo despertaba sentimientos en mi que desconocía hasta hace poco, y eso era aterrador y fascinante al mismo tiempo.

Decidí acercarme un poco más y al oir mis pasos él se volteo a verme. Polo no tenía ni una remota idea de lo mucho que me afectaban sus hermosos ojos grises.