Una maldición jamás imaginada acechaba al reino. El rey se encuentra desesperado buscando la forma de detener la maldición que los amenazaba. La única forma era encontrar al heredero verdadero del trono real. Lucy era huérfana desde niña, y su único...
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"Confusión"
Lucy sonrió cuando su amiga abrió la puerta. Kana la observó algo sorprendida y luego imprevistamente la abrazó con fuerza. Levy gritó desde adentro y corrió junto a ellas.
—Pensábamos que ya no vendrías —dijo la peli azul tironeándola. La rubia caminó observando el lugar. Todos estaban allí, juntos como antes.
—Me retrasé un poco —respondió con timidez saludando al resto.
—La princesa está aquí —murmuró Rogue desde su rincón, serio e imperturbable como siempre.
—Es bueno tenerte aquí —comentó Kana desde atrás dando una palmada en la espalda de Lucy.
—Bueno, aun no soy la princesa —respondió ella tomando asiento.
—Pero lo serás, es lo que importa —dijo Juvia, fría como de costumbre.
—¿Quieres pizza? ¿Helado? ¿Papas? —preguntó Levy rápidamente mostrando todo lo que tenía para comer, Lucy sonrió negando suavemente.
—Está bien así —contestó casi cortésmente. Todos los presentes le miraron con sorpresa. Lucy parecía ser una persona completamente diferente, tanto por fuera como por dentro.
—La antigua Lucy no rechazaría una buena porción de grasas saturadas —comentó Kana con un tono de burla, intentando calmar un poco la tensión que evidentemente estaban creando Juvia y Rogue.
—Claro, pero esta no es la antigua Lucy —dijo la depresiva peli azul. Lucy parpadeó bajando la cabeza, se puso de pie con algo de temor.
—Chicos —dijo llamando la atención de todos—. Sé que he cambiado, sobretodo físicamente, pero esto es algo que debo hacer, es una promesa que me hice a mi misma desde niña —dijo en un intento por hacer que todos la comprendan.
—¿La promesa desde niña incluía ser una falsa princesa? —preguntó Juvia con algo de molestia.
—Juvia —dijo Levy intentando calmarla.
—No, no Levy —dijo Lucy—, está claro que mi promesa no incluía ser una princesa, pero... es la forma que tengo en estos momentos de poder ayudar a los niños, ustedes también lo quieren así, es por eso que les pido que me comprendan, una vez que logre mi objetivo, dejaré la corona y todo eso que no va conmigo y volveré a mi vida normal —terminó por decir mirando los rostros serios de sus amigos.
—Eso es lo que todos queríamos escuchar —dijo Sting poniéndose de pie, Lucy lo miró sorprendida.
—Tranquila, no vamos a juzgarte por nada, solo queríamos respuestas —dijo Kana guiñando un ojo—. Pero ahora, dejemos esas cosas y divirtámonos, no tenemos a Lucy por mucho tiempo y debemos aprovecharla.
