The royal's secret #PGP2024

꧁༺❥Epílogo༻꧂

Lucy diary.

Son demasiadas las cosas que han sucedido en estos últimos meses, pero lamentablemente no tengo mucho tiempo. Desde aquí puedo ver a Natsu ─mi esposo y rey de la nación─ hacer un escándalo mientras intenta cambiar su vestuario. Me rió al ver como lucha por quitar sus botas oscuras, se ve tan lindo así, sin absolutamente nada para arriba y solo cubriendo sus piernas con el pantalón de tela y las malditas botas que no quieren dejar sus pies. Él se me queda viendo molesto por mis carcajadas.

—No es gracioso, Luce —dice y yo sonrió como una idiota ante su forma de llamarme. Continúa su labor de cambiar su atuendo y yo continúo apreciándolo. Natsu debía sin duda alguna ser el hombre más guapo del mundo, y no lo digo porque sea mi esposo. Físicamente era un deleite para cualquier mujer y eso lo había comprobado en detalle tiempo después de nuestra primera noche. Recordé entonces que además había comprobado que era muy celoso, comenzando por haberle relatado esa noche mis meses durante su alistamiento militar y como Sting y yo habíamos vuelto a ser buenos amigos, y terminando por la estúpida idea de mencionar mi ensoñación con quien yo consideraba mi príncipe azul durante el instituto, Hibiki.

Él me había dado la espalda en la cama y había estado murmurando idioteces sobre su poco atractivo y su nula capacidad para ser un buen esposo. Yo le abracé el cuerpo desnudo y me dispuse a depositar pequeños besos por su columna, haciéndolo temblar. Le susurré nuevamente lo mucho que lo amaba y que Hibiki solo fue alguien a quien había admirado a lo lejos y que Sting era como mi hermano mayor. Fue entonces cuando se giró con una sonrisa de oreja a oreja y por segunda vez en la noche, unió nuestros cuerpos en uno.

Hoy es noche buena y tal como hace un año, hemos ofrecido un baile navideño en el palacio. Y muy similar también a nuestra celebración del año anterior, Natsu y yo nos dirigimos hacia el grupo de inmigrantes que yo le presenté, y que ahora felizmente se encuentran viviendo en mejores condiciones.

Sonrío recordando las cosas que han sucedido desde que Natsu y yo por fin nos libramos de esa maldición ─de una forma bastante cliché cabe destacar─ y nos dedicamos a nuestra relación y al reino.

Uno de los primeros sucesos fue revelarle la verdad a Gildarts sobre su hija. Él sencillamente no podía creerlo y cuando vio a Kana la abrazó tan fuerte que parecía que iba a quebrarla. Todo sucedió luego que yo le mencionara a Natsu mi deseo egoísta de convertir a Erza en algo así como mi segunda consejera real, y él simplemente me respondió que los consejeros reales no podían casarse ni tener hijos, yo pregunté qué sucedía con Macao y él comentó que este había tenido que cuidar de Romeo ante la muerte de su madre. Entonces no tuve opción más que contarle sobre Kana, porque su situación era similar a la de Macao y su hijo.

Ella parecía querer asesinarme en una primera instancia, por no mantener mi promesa y solo abrir la boca, pero en el fondo creo que esta agradecida, porque ahora puede suspirar tranquila teniendo un padre que se preocupa demasiado por ella, y más importante aún, que la ama.

A fines de Octubre, Natsu y yo viajamos a Edoras al matrimonio de Erza. Lloriquee al verla vestida de novia y fue peor cuando ella y el príncipe Jellal recitaron sus votos mirándose a los ojos, declarando su amor infinito solo con sus miradas. La boda fue maravillosa, y la celebración más tarde se desató demostrando costumbres algo diferentes a las que acostumbramos en Fiore.

Y para sorpresa mía, encontré un par de personas que no esperaba. Primero Juvia acompañaba a Gray Fullbuster y ellos parecían tener algún tipo de relación no oficial que no comentaban con el resto, a pesar que solían pasear cuando ambos tenían tiempo en la universidad a vista de todos. Segunda gran sorpresa, Levy. Mi querida amiga con quien mantenía poco contacto en el último tiempo y quien acompañaba al otro amigo de Natsu, Gajeel. El moreno estaba un poco diferente a como lo recordaba, comenzando por su cabello, y se había excusado diciendo que no podía presentarse sin pareja al matrimonio de Erza porque aquello significaba perder ante sus amigos.

Ya en inicios de Diciembre, oficialmente la anciana Calice se retiró. Natsu fue el primero en alegrarse, pero yo sentía aún un vacío sin ella por aquí. Mirajane se convirtió por completo en mi mano derecha y nuestra relación se había profundizado enormemente.

Natsu se acerca a mi lado cuando ya está completamente vestido. Puedo ver que en esta ocasión va incluso más preparado considerando las bajas temperaturas que mantenían la ciudad cubierta de nieve desde hace varios días. Sonrío cuando él besa mi cabello e intenta ver qué era lo que estaba escribiendo, pero yo cierro mi libreta escondiendo mis palabras.

—No seas egoísta —se quejó. Me puse en pie guardando la libreta en el primer cajón del escritorio y me giré con rapidez para darle un corto beso en los labios.

—Apresurémonos, ya estamos tarde —dije pasando por su lado y caminando hacia la puerta. Natsu bufó a mi espalda, después de todo era su culpa por no haber sido capaz de terminar antes su conversación con el duque de Magnolia, quien no dejaba de presumir lo bien que iba su nuevo hotel de lujo.

Gildarts nos esperaba fuera de nuestra habitación, porque esta vez habíamos tenido que informar de nuestra salida y era él quien nos estaba ayudando a salir sin ser notados por los invitados. Mirajane también era cómplice ya que se encargaría de distraer a quienes se encontraban en el baile sobre nuestro verdadero paradero.

Natsu me había propuesto no realizar el baile de navidad y dedicarnos a ese tipo de obras de caridad la noche buena, pero yo me negué argumentando que podíamos hacer ambas cosas ─varias obras de caridad durante el día y el baile en la noche─ aunque tuviéramos que visitar al grupo de inmigrantes durante las primeras horas de nuestra fiesta.

Ya dentro del vehículo, apreté su mano sobre mi regazo y él se giró a verme. Sonreí apreciando su rostro nuevamente. Había algo muy importante que debía decirle esa noche y esperaba que tal y como habíamos tenido una noche mágica hace un año atrás, está también fuera una maravillosa noche para ambos, porque yo ya tenía un mes de embarazo y ahora sí que Fiore podría coronar a un futuro rey de apellido Dragneel siendo este ─verdaderamente─ heredero sanguíneo a la corona.

End diary.