LA VENGANZA JUSTA ACLAMA

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— Niña, si quieres trabajar como espía, no sirves —aún me apunta con el arma— Primero tienes que dejar las cosas en su lugar, para que nadie sepa que estuviste ahí -suelta una risa— Jairo, pensé que eras más listo al escoger mujeres.

— Cierra la boca —le apunta a su padre.

— No estás en posición de decir nada —guarda su arma en el interior de su saco. Empieza a caminar en nuestra dirección. Todos nos siguen apuntando atentos a cualquier movimiento que hagamos. Para a nuestra espalda y apoya su mano en nuestros hombros. Se acerca al oído de Jairo— Pensé que tu madre te crío mejor —susurra el detonante para que Jai se tire sobre él. Le da un duro puñetazo y yo no bajo el arma ni la mirada de los que me apuntan.

Veo de reojo como mi chico le rompe la cara al Doctor, pero fue lo suficiente para que el hombre que tengo al lado me tome por sorpresa y haga un movimiento demasiado rápido. Termino rodeada por sus brazos y su arma apunta a mi mandíbula.

— Jai... —susurro— ¡Jairo! —le grito. Para de golpear. Está totalmente cegado por el enojo y la frustración que tiene dentro pero se le ablanda la mirada al verme así. Ponen un arma en su cabeza y él levanta sus manos rindiéndose.

Tengo el corazón demasiado acelerado para pensar con claridad.

— Muchacho... tremendos golpes me diste —se ríe Glassman tocando su pómulo. Se acerca y pone el arma que tenía en su saco apoyándolo en el estómago de Jairo. Me retuerzo de mi agarre, forcejeo pero me dan un puñetazo en la cara dejándome mareada.

— ¡No la toques hijo de puta! —trata de moverse y venir en donde estoy, pero escucho como lo golpean a él también.

— Habla bien Jairo, no creo que tu madre te haya educado así. —sonríe y aprieta más su abdomen.

— No la nombres... no te ganaste el derecho —mira fijo a su padre sin miedo a que le puedan perforar el estómago.

— Mira hijo... voy aprovechar que todos están acá y principalmente tú —hace una pausa para tomar aire— Escucha, como ya debes saber, yo creé el virus y obviamente tuve que hacer pruebas para saber cómo reaccionan los cuerpos. Cuando ya habíamos llegado a lo que queríamos. Dijimos "bueno hay que probar en humanos". Y ahí es donde entra tu madre... —sonríe abiertamente— ¿Quién piensas que fue la primera prueba en humanos? —la cara de Jairo se descompone. Salió del agarre del hombre y le dio un fuerte golpe a su padre, pero lo agarraron más hombres. Era incontrolable.

— Muchacho... salieron mal las pruebas y le produjo ese cáncer a tu madre. La muy estúpida después de todo aún seguía enamorada de mi y dejó que la inyectara. —sonríe y abre sus brazos— Ahí lo tienes... ya sabes todo.

No iba aguantar otra de sus palabras. Tomé impulso y di un fuerte cabezazo para atrás. Agarré el arma con la que me apuntaba y la mía que estaba en el suelo. Le pegué dos tiros a los hombres que agarraban a Jairo. Él hizo lo mismo que yo. Tomó las armas y empezó una balacera. Usamos los cuerpos de otros como escudos.

Mientras nos defendemos vi un ángulo, uno que no podía perder. Tenía en la mira a Glassman. Disparé a su cabeza pero uno de sus guardaespaldas se metió y esa bala nunca llegó.

Jairo toma mi mano y tira de ella hasta sacarnos de ese lugar. Estábamos corriendo por nuestras vidas y ese maldito instante tuvo que llegar. Una de las balas que trataba de matarnos llegó a mi pierna.

— ¡Mierda! —grito y Jairo me ayuda a seguir corriendo. Logramos salir de esa casa. Los disparos ya no se escuchaban. Supongo que nos estarán buscando o curando a los heridos, sinceramente no tengo la menor idea. Lo único que me importa ahora es llegar y ver a mi hermano.

S.O.S: "El purgatorio" [COMPLETA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora