SALIÓ A LA LUZ

18 4 0
                                    

— Entren por favor —la carpa de lona verde es lo suficientemente grande para que entremos todos parados con una mesada en el medio con planos— Perdonen por lo de la chica. Estamos al borde de la muerte, casi todos.

La mayoría tienen problemas alimenticios, hay otros en cuarentena y los que están sanos se encargan de cuidar a los enfermos y cuidar que nadie pase.

— Claramente nos dimos cuenta de la desnutrición —comenta Borja

— ¿Cuándo voy a poder ver a mi amiga?.

— Ahora la estamos llevando a una clínica improvisada en el fondo para las personas que están más adelantadas con la anemia o anorexia —se saca la remera llena de sangre y la tira a un rincón para ponerse otra.

— No queremos perder el tiempo y están en estado crítico —habla Adiel— Están pasando cosas muy fuera de nuestro álcense y tenemos que ayudarnos entre todos.

— No entiendo de lo que hablan. Se que tenemos problemas alimenticios pero no es porque queremos. Es por la situación en la que estamos obligados a vivir —se cruza de brazos

— Señor...

— Javier.

— Javier, no es solo el problema que tienen acá. Es algo mucho más serio. Sabemos que el gobierno participó en el virus que trajo todo esto. Y siguen recolectando gente para terminar de matarnos a todos. —digo con la mayor delicadeza posible, o eso creo.

— No entiendo ¿Cómo saben eso? —se le descompone la cara

— Yo misma lo vi, Javier.

— ¿Qué quieren hacer? —se endereza con miedo en sus ojos.

— Necesitamos que nos diga la cantidad de gente que tiene y lo antes posible irnos de este lugar a uno más grande y seguro —no tiene reacción, parece estar en estado de shock.

— Confíe en nosotros ... —dice suave Diana. El hombre sale de su trance y asiente.

— Okey. Mi amigo Borja se quedará con usted para ver las provisiones que tienen y contar a la gente y empezar a organizarnos para ponernos en marcha —trato de sonreír con amabilidad. Borja le extiende la mano y Javier la acepta con gusto.

— Mis otros amigos darán una vuelta por el lugar y tratarán de ayudar a los delicados y viendo que no nos olvidemos de nada. —le explica el rubio.

Todos salen de la carpa y toman diferentes situaciones, pero no sin antes murmurar que todos estén atentos a cualquier cosa.

Pregunto en donde puede estar mi amiga y un par de chicas me guían a una de las últimas carpas que hay en el fondo del lugar.

A cada paso que doy el ambiente se vuelve peor. Todos tienen una muy seria enfermedad con la alimentación. Esta gente solo son piel y hueso. Los niños están sobre sus madres a punto de morirse sentadas.

Anda saber cuando fue el último plato lleno de comida.

Entro a la carpa y veo a mi amiga en el piso sobre una manta. Su hermanito está a su lado tomando su mano.

— Hola... —me arrodillo

— Hola —tose y se tapa con un pañuelo, lo mira y ve que hay manchas de sangre.

— Señorita —una mujer no del todo enferma está parada poniendo una inyección a un niño— No quiero molestarla. Pero ¿Podría ayudarme y bañar a su amiga? es que no somos muchos los que estamos sanos y necesitamos manos extras. —asiento con una sonrisa— Muchas gracias enserio. El pozo del agua está afuera y los cuartos de duchas son de madera.

S.O.S: "El purgatorio" [COMPLETA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora