CADENAS

9 4 0
                                    

*Advertencia* Escenas de violencia.

El agua fría me despierta como un cachetazo, junto con los dolores musculares. Los brazos al estar atados con cadenas que me tienen casi suspendida en el aire, apenas rozo el piso con mis pies descalzos.

— Hasta que despiertas —Eneas deja el balde de fierro en una mesada al costado. Y se apoya en esta— ¿Cómo estas hermosa? —sonríe de costado.

El frío me recorre el cuerpo por una brisa que entra de una ventana pequeña a lo alto del muro junto a mi. Los pezones se me marcan por la fina camisa sucia, la cual está abierta y solo visualizo un solo botón sano, si me muevo muy brusco Eneas tranquilamente vería mi torso desnudo.

— ¿No vas a hablar? Okey. —se cruza de brazos— Te voy a poner al tanto.

— Jack... —la boca seca me dificulta hablar.

— ¿El niño? —se acerca lentamente— Él está en otra habitación, como los demás...

Mi repentino movimiento de querer pegarle un cabezazo hace que se aparte y tome distancia entre nosotros— Sabes, amo ese temperamento —me agarra la cara— Por más golpeada o drogada que estés siempre te paras y enfrentas.

Toma un costado de la camisa abierta y acaricia con suavidad la curvatura de uno de mis pechos. El escalofrío inminente me recorre la columna— Hubo unos días en los que pensé que me había enamorado de ti.

Se aparta y golpea tres veces la puerta de fierro— Lamento lo de Borja. Si hubiera pensado mejor, no hubiera perdido la cabeza —sonríe antes de cerrar la puerta.

Borja, mi amigo... el novio de mi amiga, Abi.

Dijo que estaban encerrados, si Jack lo estaba, Abi también. No corrieron lo suficiente. No se alejaron lo suficiente.

Mi cabeza da vueltas con los pequeños movimientos que hago, las cadenas suenan todo el tiempo y las muñecas ya me duelen.

Otra vez pasó, nuevamente estoy a su merced, de nuevo perdí a la gente que amo y eso me quema por dentro, no pude cumplir la promesa de hacerme más fuerte por todos. Los sentimientos que tengo en mi interior es una bola que gira en círculos... no, creo que no son los sentimientos.

Como inercia trato de alejar un poco la cara y vomitar todo lo que hay en mi estomago. La droga que tengo corriendo en mis venas sigue haciendo que me maree.

— Sel... —un susurro

— Ya no, ya basta. —se me quiebra la voz y las lágrimas se caen solas.

— Sel... —otra vez el susurro— Soy Killean —mis ojos buscan algo sin saber exactamente qué.

Las cadenas hacen un ruido excesivo— Killean, aún estoy drogada. ¿Cuánto?... ¿Cuánto tiempo llevamos encerrados?.

Miro la pequeña ventana del muro— No lo sé —su voz suena preocupada y forzada— Un par de días supongo... —un largo silencio del otro lado— Si no salimos...

— No —le corto— No digas eso, no te despidas de mi. No lo hagas.

No recibí respuesta y después de un rato me preocupé— ¿Killean?

— La droga sigue haciendo efecto y hace que me duerma... —a penas logro escucharlo.

La droga que me corre por el cuerpo me da sueños y arcadas. Tengo pesadillas en donde veo a mis padres una y otra vez convertidos en kaicos y viniendo a atacarme.

La vez que forceje con el cuerpo de mi padre y le supliqué con lágrimas en los ojos que era yo. Cuando estaba con Jairo y mi madre tenía una cadena en los pies para que no escape.

S.O.S: "El purgatorio" [COMPLETA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora