Capítulo 25: Plantearte lo que en verdad quieres

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Paula me entregó mi taza de té; ella, esta vez, decidió no beber y centrarse en mi relato de Miguel apareciendo, de mí presentando a Leitan por primera vez como mi prometido y aun no le he dicho a él si es lo que deseo que sea, obviando un papel firmado que nos obliga. De mis confusiones, mi molestia y lo que trajo la aparición de quien menos creería que aparecería.

De mis actuales confusiones. Ninguna tiene que ver con lo que siento; sí, con la toma de decisiones que están mas cercanas de lo que yo misma quiero afrontar.

—Me preguntaba porqué recibiste a los invitados mas eufórica de lo normal —dijo, pos silencio.

—También estaba contenta. Pero mas espantada.

—¿Y te sientes mejor sabiendo lo que en verdad sucedió?

Con ella no es difícil sincerarme.

—Hay alivio y un poco de nostalgia, tal vez tristeza por lo que pasó sin su familia y sin mí. Pero sí, infinitamente mejor.

Asiente una vez y usa su anotador.

—¿Segura que no fue un impulso el presentar a Leitan? Recuerda que él es un ser humano, Monilley. Si tienes ya sea un mínimo temor de estar cometiendo un error, no lo mezcles.

—Lo quiero cerca de mí, Paula.

—No le has confiado muchas partes de ti y una relación basada en la falsedad no va a llegar tan lejos como se idealiza. Me has dicho que le exiges, pero tu no das. Date cuenta que no eres equitativa.

—Tal vez cuando mi mente no esté llena de trabajo y de deudas.

—Esas son excusas —me avisa, cerrando el block y acomodando sus lentes—. Te pido que seas honesta con la Monilley que eres y te preguntes lo que quieres. ¿Quieres una relación o no? ¿la quieres con Leitan o quieres una contigo, a solas, para descubrirlo?

Si el Vestido te quedaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora