Lily Potter en Hogwarts - Fanfic

2. El Sombrero Seleccionador

Lily bajó del tren junto con Hugo después de haberse separado de James y Rose. Todos los estudiantes de primer año se acercaban con cuidado a donde el muy alto y amigable Hagrid sostenía una lámpara.

- ACÉRQUENSE TODOS. POR AQUÍ.

La pelirroja se adelantó con agilidad entre los estudiantes para llegar hasta el frente con el enorme y buen amigo de su padre para poder saludarlo antes de entrar al castillo.

- ¡Hagrid!

- ¡Lily! Qué gusto me da verte. - saludó el gigante respondiendo al abrazo que la pequeña le daba - ¿Qué tal el viaje?

- Tranquilo y agradable. Me las arreglé para ir con Al y su amigo Scorpius.

- Tienes muchos trucos, Lily, úsalos bien. - le guiño un ojo y le tomó la mano - VAMOS, CHICOS. TODOS A LOS BOTES. Ven, Lily, tú y Hugo pueden ir conmigo en el bote.

Ambos niños brincan ansiosos y emocionados, avanzando con el resto de alumnos para ocupar todos los botes que les llevan por el lago hasta el embarcadero en la parte subterránea del castillo. Lily se entretiene mirando las estrellas y las luces del interior del castillo reflejándose en el agua y Hugo habla con Hagrid sobre cómo su padre le dió un manual de "Todo lo que no debes hacer si pretendes pasar desapercibido ante Filch".

La pelirroja sonrió para si misma cuando escuchó a unos cuantos de otros botes hablar sobre quién de todas las pelirrojas sería la hija de Harry Potter, y si quedaría en la misma casa que el resto de su familia o si se repetiría la misma historia de Albus. La pequeña pensó que si era su destino permanecer en Gryffindor se aseguraría de que aquello no le alejara de su hermano, es más, los haría más unidos.

Cuando los botes llegaron al desembarcadero, Lily se apresuró a ayudar a su primo a bajar. Una vez listos, entrelazaron sus brazos y empezaron a subir las escaleras junto a los demás estudiantes. Al final del recorrido les esperaba, muy sonriente, Neville Longbottom, el profesor de Herbología y el jefe de la casa Gryffindor. A Lily le saltó el corazón de la emoción, Neville se había convertido en una de sus personas favoritas después de que consiguiera ir a casa del amigo de su padre las tardes de verano aprender más de herbología con él. Saludó por lo bajo al profesor causando que la sonrisa de Neville se hiciera más grande. 

- Buenas noches a todos. - saludó - Espero que hayan disfrutado del paseo por el lago. Soy el Profesor Neville Longbottom y jefe de la casa Gryffindor. A continuación entrarán todos por esta puerta, - señaló a sus espaldas - para ingresar al Gran Comedor y ser seleccionados para sus casas. Ravenclaw, Hufflepuff, Gryffindor y Slytherin. Les suplico que entren ordenados. No se pongan nerviosos, todo saldrá bien. 

El alto profesor se dio media vuelta y alzó los brazos provocando que la gran puerta se abriera, revelando un repleto Gran Comedor, decorado de color escarlata y más velas flotantes de las que Lily podía contar por la emoción. Longbottom avanzó con paso firme guiando a los estudiantes por el centro del salón, mientras todas las miradas se posaban en el grupo de nuevos estudiantes, unos curiosos, otros animándolos y unos pocos buscando con insistencia entre los niños.

Se detuvieron al inicio de las escaleras, frente a la mesa de los profesores y junto al famoso y a veces temido Sombrero Seleccionador. Neville extendió un largo pergamino y habló:

- Los llamaré y pasarán al frente a tomar asiento. En cuanto tengan su casa, pueden ir a sentarse con el resto de sus casas. Y recuerden, sus casas son sus familias aquí en Hogwarts, no deben temer. ¡Ahora sí! El primero es...

La pequeña pelirroja se desconectó de lo demás cuando encontró a su hermano Albus en la mesa de Slytherin y se puso feliz cuando éste le sonrió, animándola.

- Es el turno de... ¡Hugo Weasley!

Lily sintió con su primo empezaba a temblar a un lado suyo inmediatamente.

- Tranquilo, Hugo. Ve. - lo empujó por la espalda y alzó su pulgar a modo de apoyo.

Hugo subió con lentitud y se sentó en el banquillo, Neville colocó el Sombrero en su cabeza y el pelirrojo cerró los ojos, nervioso y temeroso del resultado.

- Vaya... - inició el Sombrero - ...prometedor, de verdad que sí. Tú y tu hermana tienen algo en común, son muy diferentes del resto de Weasleys que se han aparecido por aquí. Serás un buen mago, chico. ¡Gryffindor!

La mesa de Gryffindor estalló en aplausos para el nuevo miembro y los primos y hermana de Hugo se acercaron a abrazarlo, llenos de alegría. Incluso Albus aplaudía desde su mesa junto con Scorpius. Entonces llegó el momento que más temían.

- ¡Lily Potter!

La pequeña tomó aire y recordó las palabras que su padre le había dicho aquel día en que llegó la noticia de Albus quedando en Slytherin: "Si de verdad te aqueja en qué casa puedas estar, recuerda que puedes hablar con el Sombrero Seleccionador. Estoy seguro de que tomará muy en cuenta las palabras de una niña tan firme y decidida como tú". Caminó confiada, tomó asiento y el Sombrero tocó su cabeza. Respiró profundo y se atrevió a susurrarle al mágico artefacto:

- Quiero estar en Slytherin, por favor. Estoy segura de que no le haré falta a Gryffindor, toda mi familia está ahí. Deseo estar en Slytherin. Debo estar en Slytherin.

- Mmm... que pequeña tan firme. Eres ambiciosa, bastante valiente, brillante también... y hay mucha bondad en ti. ¿Cuál de esas cualidades crees que sea más fuerte?

- Ya lo averiguaré. - el Sombrero rió complacido con su respuesta.

- Entonces espero que te guste tu casa. ¡SLYTHERIN!

El Gran Comedor se llenó de gritos, aplausos y murmullos. Ya estaba hecho.