Lily Potter en Hogwarts - Fanfic

13. Pasiones

Lo que más le gustaba a Lily de las reuniones familiares era siempre tener algo que hacer. Podía estar ayudando a la abuela Molly en la cocina, explicándole a su abuelo Arthur sobre algún artefacto muggle moderno, comentando un libro con su tía Hermione, escuchado los chistes y bromas que intentaban crear George y Ron, o practicar quidditch con sus primos pero, lo que más le gustaba de todo era escuchar a su tío Charlie hablando de dragones y otras criaturas que solía ver en Rumania.

A ella le fascinaban las criaturas mágicas, quería aprenden todo sobre todas, conocerlas y cuidarlas. Tenía el sueño de alguna vez poder hacer una aportación tan importante como la de Newt Scamander. Había cuidado unas pocas, sobre todo durante esos primeros meses en Hogwarts pues, Hagrid le tenía confianza suficiente como para llamarla siempre que encontraba una nueva criatura que cuidar, su pasión solo había crecido en ese corto tiempo.

- ¿En qué piensas, Lunita? 

Charlie Weasley iba entrando en la sala de estar cuando se encontró a Lily mirando la chimenea en completo silencio. Su sobrinita no solía estar tan quieta a menos que una idea se hubiese clavado bien en su cabeza, tanto como para quedarse inmersa en ello por horas.

- Tuve una idea. 

- ¿Cuál esta vez? - se sienta a su lado y le acerca un plato con panecillos.

- Es sobre mi regalo de navidad. - la pelirroja toma un panecillo y lo muerde - ¿Qué tan posible es que adopte un porlock?

- ¿Un porlock? Creí que querías un escarbato.

- También lo quiero. - se ríe - En realidad quiero muchas criaturas, quiero cuidarlas a todas, pero creo que un porlock sería ideal para el lugar en el que vivo. Incluso podría estar Hogwarts conmigo, ¿no lo crees, tío?

Charlie sonríe enternecido por el entusiasmo que mostraba su sobrina. Le recordaba a él a su edad, solo que en vez de querer dragones, Lily quería un zoológico mágico.

- Bueno, creo que tienes posibilidades puesto que eres una niña responsable y muy inteligente, sin mencionar que haz absorbido más libros que yo, y ya estoy viejo.

- ¡Lily! 

Hugo hace aparición en la casa a punto de sofocarse por la falta de aire, había corrido de un lado a otro buscando a su prima.

- ¿Qué pasa?

- Jugaremos quidditch... Estamos esperándote para hacer los equipos.

- ¡Oh! Ahí voy. -  se levanta emocionada - ¿Vas a jugar, tío?

- En la siguiente ronda, no lo dudes. Vamos.

Lily miraba bien atenta desde arriba, montada en la vieja escoba que su madre solía usar, esperando pacientemente ese zumbido tan único que producían las alas de la snitch. No sabía que le gustaba más del quidditch, la velocidad, la altura, ver a sus hermanos llevándose bien por más de cinco minutos o el barullo que se armaba en tierra con sus tíos apostando y sus abuelos animando...

De pronto la ve, atrás de la nuca de Rose, que jugaba como la otra buscadora. Se sostiene fuerte a su escoba y se lanza como bala hacia dónde está su prima, ella la escucha y gira haciendo que la snitch se moviera de nuevo, ahora la vista de ambas está sobre esas alitas doradas.

- YA LA VIERON, YA LA VIERON - exclama George brincando en el césped y jalando a su hermano Percy por los hombros.

- Y LILY LLEVA LA DELANTERA, SIII - Harry mira orgulloso a su pequeña pelirroja surcar el viento como toda una experta, sorprendido porque era su primera vez jugado como buscadora.

De pronto la snitch desciende varios metros y las chicas hacen lo mismo, justo cuando Ron está llevándose a la boca un trozo de pastel de calabaza que fue lanzado por las chicas hacia su cara al momento de pasar frente a él. Obviamente sin la intención. Los hermanos Weasley ríen a carcajadas, Hermione se oculta tras el hombro de su esposo y Harry le pasa una servilleta riendo, pero aún anonadado por las nuevas aptitudes de su hija.

Lily observa que al frente se verán forzadas a girar, la cerca del huerto de la abuela Molly estaba próxima. Por un momento piensa qué debería hacer, una punzada le da la respuesta. Rose se va hacía la izquierda para esquivar pasando por encima de Lily, y la menor se mueve al lado contrario prediciendo el curso de su objetivo.

Todos exclamaron sorprendidos pues no habían visto el movimiento venir. Se preguntan quién seguía la snitch hasta que, con el nuevo impulso, Lily estira el brazo todo lo que pudo y grita. Se sacude celebrando y pierde el equilibrio cayendo de la escoba en el suelo, muerta de risa y muy feliz por su nuevo logro. 

- ¡Rápido, rápido! 

- ¿Está bien?

- ¡Lily!

La familia sale corriendo para ver el estado de la Weasley menor, inclusive los que estaban jugando. La rodean preocupados, tiene unos raspones en la cara y las piernas pero sigue riendo.

- ¿Estás bien, pequeña? - cuestiona Harry viendo a la niña.

- Deberías preguntarle eso al equipo de Sirius... - suelta en tono burlón a la par que muestra la pelotita dorada en su mano.

- LO HIZO, LO HIZO, LO HIZO... Aguarden, ¿cómo lo hizo?

- Es mi hija, George, así es como lo hizo.