- Está bien, Ginny. No te preocupes por ellos. Se encuentran más tranquilos de lo que crees. Es lo justo después del tiempo que ha pasado ya.
Lily escuchaba a sus padres hablando por la red flu. Reunió algo de valor y se adentró en la sala de estar de La Madriguera. Sonrió a su papá y se acercó a la chimenea.
- Hola, mami. No te preocupes, estamos muy bien. Y ansiosos por verte al llegar a Hogwarts, tenerte ahí será algo divertido.
- Oh, Lily, que gusto me da escuchar eso. Agradezco que me hayan asignado ese reportaje, así podré estar cerca de ustedes aunque sea solo por poco tiempo. - la voz de Ginny se quebró al final de su oración - Han sido dos duros años.
La pelirroja sentía su corazón encogerse siempre que eso le ocurría a su madre. Casi dos años habían pasado ya desde aquella navidad en que sus padres se habían separado y, aunque las cosas transcurrieron con más calma de la esperada, ese sentimiento de culpa no dejaba de atormentar a Ginny. Lily sentía pena por su madre, pues siempre se esforzaba el triple para seguir presente en el día a día de sus hijos, y hacia muy buen trabajo, pero la matriarca no parecía notarlo.
Lily esperaba que ese nuevo año escolar significara un cambio al respecto pues Ginny pasaría parte del año en Hogwarts cubriendo un campeonato de quidditch pues los equipos de las distintas escuelas de magia se enfrentarían durante el año entre ellas hasta obtener un ganador. Hogwarts sería sede de ese novedoso proyecto que fue propuesto por la misma Weasley.
Nuevamente ese año, el tercer año de la Potter en Hogwarts apuntaba a ser una aventura, y algo le decía que sería más especial que los dos anteriores. Su vidente interna estaba segura de ello.
Si bien se había mantenido inmersa en sus estudios durante los dos primeros años por voluntad propia ella deseaba que su tercer año fuera algo emocionante y sorprendente, todo a raíz de la historia del trío de oro en su tercer año.
Obviamente no esperaba tener que enfrentarse a un hombre lobo o combatir dementores, pero si quería como mínimo volar en un hipogrifo. No quería ser exigente.
- Lil. Lil. ¡LILY LUNA!
La menor pegó un salto en su silla, su hermano mayor le había hecho salir de su burbuja muy abruptamente.
- Lo siento. ¿Qué pasa, Jamie?
- Ya es hora. - la ya más grande pelirroja se levantó de su silla de inmediato.
- ¿Y papá?
- Después del turno que cubrió hoy cayó como piedra en la cama. Es el momento perfecto. - sonrió con seguridad el pelinegro.
Confiada tomó su suéter de la cama y salió detrás de su hermano en completo silencio. Al final de las escaleras se encontraron con Albus, quien iba con ellos más que nada por su hermana, no porque realmente le entusiasmara el plan.
Ese último año la mala relación entre Harry y Albus había vuelto a decaer, y este último había llegado al nada agradable estado de rebeldía adolescente.
Los tres hermanos salieron de la casa Potter, cuidadosos y en orden se colaron por la parte trasera de la casa y desfilaron por la vereda que se dibujaba entre los altos pastizales del terreno. Caminaron durante unos pocos minutos hasta que dieron con la persona que buscaban.
- ¿No los vio? - les preguntó su cómplice.
- Para nada, está en coma. - los cuatro rieron.
- ¿Y? ¿Lo lograste? - cuestionó Lily con emoción.
- Por supuesto que sí. ¿Cómo iba yo a fallar?
- ¿Y dónde está? - insistió Albus con fingido desinterés.
Con esa pregunta su gran cómplice movió la varita y apareció frente a sus ojos el espectacular artefacto.
- Sigo sin saber cómo, pero logró repararla. Y perdí 10 galones.
- ¿Apostaste de nuevo, tío Ron?
- No creí que fuera a lograrlo sin magia. - se excusó el pelirrojo.
- ¿Entonces si funciona?
- Afirmativo.
Lily aplaudió emocionada y dio saltitos. No podía esperar a ver la cara de su padre.
- Entonces hay que llevarla a la cochera. ¿Puedes aparecerla ahí, tío?
El pelirrojo movió su varita y su regalo desapareció. Se inclinó y recibió los agradecimientos de sus sobrinos con satisfacción.
- Gracias, tío Ron.
- Un placer, chicos. Ahora vuelvan y vayan a descansar, mañana será un gran día.
Satisfechos, al menos James y Lily, volvieron todos a la casa para ir directamente a sus camas. Mientras Ronald los observaba con ternura, incrédulo y contento pues verlos a ellos y a sus hijos le hacía sentir nostalgia y preocupación.
Esperaba que ellos, por Merlin, pudieran crecer felices y en paz, consciente de que en el mundo mágico eso era complicado.
○
Ya sé, esto es un milagro. Lamento la eterna espera. Jejeje
Llevo mucho tiempo trabajando en esto y decidiendo cómo y cuándo se daría este salgo temporal, finalmente opté por no postergarlo más.
Me encantaría saber qué esperan suceda con este brinco. ¿Alguna idea o expectativa?
Voy a probar una mezcla rara que espero funcione bien. Ya iremos viendo la evolución, pero quiero avisar que les daré un poquito de drama adolescente.
Un conflicto mágico tal vez...
Quédense para saber más. Un fuerte abrazo.
SlyMarauder
Travesura realizada. Nox.
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Lily Potter en Hogwarts - Fanfic
ФанфикLily Potter, la menor de los hijos del gran héroe del mundo mágico, por fin va a Hogwarts, para encontrarse con que las anécdotas de sus hermanos mayores no son nada a comparación de la experiencia en carne propia. Su aventura en Hogwarts está apena...