Lily Potter en Hogwarts - Fanfic

3. Apariencias

Lily se sentó junto a su hermano y Scorpius una vez que se libró de un tumulto de estudiantes que le saludaban y otros que le hacían preguntas sobre por qué creía haber terminado en esa casa. Ella y Scorpius esperaron a que Albus dijera algo, pero solo obtuvieron silencio.

En un intento del rubio por no dejar que la pequeña se sintiera mal empezó a hablar.

- ¡Esto merece una celebración! ¿Comemos hasta reventar? ¿Nos quedamos despiertos hasta tarde frente a la chimenea? Hey, ¿quieres que te dé el tour por la sala común y mañana por las mazmorras?

Lily le regaló una sonrisa y asintió aún contenta. Aunque en realidad estaba inquieta con el silencio de su hermano.

- Me gustaría mucho, Scorp. Espero que nos acompañes, Al. - su hermano alzó la vista y se quedaron analizando el uno al otro en silencio.

- Buenas noches a todos. - la directora, Minerva McGonagall, se disponía a dar su discurso de bienvenida, discurso que Lily ignoró por esperar una respuesta de Albus.

Scorpius se hundió en su lugar cuando la tensión fue más que evidente, Lily apoyó sus codos en la mesa y acomodó su barbilla entre sus manos para continuar con aquella batalla de miradas, Albus solo frunció más el ceño procurando no permitir ser escaneado por su hermana.

- Oigan... - quiso empezar el rubio.

- ¿Qué fue lo que hiciste, Lily? - preguntó Al, dejando la angustia bien marcada en sus palabras.

- ¿Cómo que qué he hecho? 

- Sí, Lily. Tú no perteneces a Slytherin. - a la pelirroja le dolió pero comprendió el por qué de las palabras de su hermano, estaba preocupado.

- ¿Y quieres ir a discutirlo con el Sombrero? - atacó - ¿Por qué no me quieres aquí? ¿Es que te estorbo en el camino?

- No, no, claro que no. Es solo qué... Agh, Lily, no tengamos esta conversación aquí. - pidió Albus cuando se percató de que comenzaban a llamar la atención de los demás.

- Entonces no hagas un espectáculo ahora. Ni siquiera nuestra familia está haciendo tanto alboroto. 

- En eso tiene razón, Al. Tranquilízate, amigo, no hay de qué preocuparse. - apoyó Scorpius.

- ¡Ahora a cenar todos! ¡Qué inicie el banquete! 

Una vez la directora terminó su discurso, toneladas de comida aparecieron en las mesas. Jarras repletas de jugo de calabaza, pollo asado, pastelillos y toda clase de cosas que para Lily lucían realmente necesarias para su supervivencia. Los tres se decidieron a atacar y dejar de lado el drama inicial, cambiando su humor tenso por risas y miradas cómplices. Los chistes malos de Scorpius tomaron protagonismo una vez que el ojígris comió chocolate. Lily y Albus estallaban en carcajadas cada pocos minutos, llamando la atención de los demás, sobretodo de aquellos curiosos y de su familia.

- Sigo sin poder creerlo... 

- No eres el único, James, pero míralos, están bien. Tal vez esto es lo que debe suceder. - comentó Rose para calmar a su primo.

- Eso lo dices porque tu hermano si está en tu misma casa. Me he quedado solo aquí, y soy el único Potter en Gryffindor. Sí las cosas cambiaron mucho cuando Al quedó en Slytherin, ¿qué sucederá ahora que Lily también?

- Eso no lo sé, pero no entiendo por qué deberías ponerte tan negativo. Ella estará bien, hasta puede que Albus mejore y las cosas en tu casa también.

- ¿Se puede cambiar de casa, Rose?

- ¿Y para qué quieres saber eso? - preguntó confundida su prima.

- Curiosidad...

- Pues hasta donde sé, eso no se ha hecho antes. ¿Por qué preguntas?

- Ya te dije, es solo curiosidad.

- James, más te vale no estar tramando algo. - advirtió Rose.

- No lo estoy haciendo, solo estoy planteandome algunas posibilidades. Ya sabes, para estar listo para cualquier cosa.

Al otro lado, Lily sonreía a su hermano mayor, quién le respondió con un guiño, intentando tranquilizarla y a él mismo también. No sabía qué pasaría exactamente con su pequeña hermana en Slytherin, y solo podía esperar a que fuera solamente algo bueno.

Lily se giró de vuelta a la mesa y llamó la atención de Scorpius con un movimiento de manos.

- ¿Cómo es Al contigo? - preguntó aprovechando la ausencia de su hermano.

- ¿A qué te refieres?

- A cómo se comporta en el colegio. ¿Es como yo lo conozco en casa o cambia cuando llega a Hogwarts?

- Oh, eso. La verdad es que puede que lo encuentres un tanto diferente aquí. Es frío, callado bastante más serio de lo que le conoces. El cambio fue más que evidente después de que lo seleccionaron para nuestra casa. Conmigo al menos es más relajado, en privado obviamente.

- ¿Cómo crees que sea conmigo?

Lily realmente esperaba que no sucediera con ella lo mismo que con James. Qué Albus decidiera hacerle a un lado y buscarla más que para lo necesario, o sea, únicamente en su casa.

- La verdad no lo sé, Lily. Probablemente busque una manera de protegerte de aquellos que en un inicio le atacaron. No sé qué medidas vaya a tomar pero, por favor, no te vayas a sentir mal por eso. Así es él.

La pequeña sintió como se formaba un nudo en su garganta, cada palabra de Scorpius le había dejado rastros de angustia. Temía que las cosas le salieran al revés.

- Tranquila, Lily. Pase lo que pase yo te apoyo, ¿sí? Seré amigo de tu hermano, pero no hay exclusividades. Tú y yo podemos ser amigos.

- Gracias, Scorp. Es bueno saber que al menos tengo un amigo en Sly. 

- Y tendrás varios más, solo es cuestión de que sepas mirar más allá de las apariencias. Aquí muchos se te acercarán por quién suponen que eres, pocos lo harán porqué realmente quieren tu amistad.

- Lo sé, y por eso no me preocupo. Llevo muchos años rodeada de personas que aparentan ser amables con nosotros por ser Potter, no me fío de cualquiera.

- Entonces no tienes de que preocuparte. Todo saldrá bien.

Y realmente quería creer en las palabras del rubio. Esperaba que tuviera razón.