Ahí estaban los tres Potter, sentados en la cabina del tren, compartiendo un triste silencio mientras esperaban la llegada de los Weasley - Granger. Albus no dejaba de mirar por la ventana que daba al pasillo, James comía grageas sin fijarse en los sabores, llevándose una que otra desagradable sorpresa, y Lily sacudía las piernas y jugaba con sus dedos.
- Lily, me pones nervioso. - se quejó el mediano.
- Lo siento.
En ese momento Hugo y Rose llegaron para unirse a sus primos. Los dos sonreían levemente, ignorantes de lo que había sucedido en Hogwarts con los Potter. Rose se sentó en medio de los varones y Hugo junto a Lily. Pronto Rose inició una conversación con un tópico que incomodó a sus primos.
- ¿Están emocionados por las fiestas? Mamá me dijo que la abuela...
Albus, incómodo, se levanto de su asiento y salió de ahí sin pronunciar palabra, dejando a su prima perpleja.
- ¿Dije algo malo?
- No, solo no estás al tanto de la situación. - respondió James.
- ¿Qué pasa?
Durante la primera parte del viaje a Londres, James y Lily le contaron a los Weasley lo que había sucedido y lo que probablemente pasaría después. La preocupación invadió a los chicos y no dudaron en ofrecer su apoyo.
Lily permaneció en silencio una vez que el tema se dió por finalizado. Entonces el carrito de dulces hizo su aparición, brindándole a Lily la oportunidad de salir de su cubículo y desaparecer por el pasillo, ajena al llamado de su hermano mayor.
Se quedó al final del vagón para observar por la ventana el pasar del paisaje frente a sus azules ojos. Con las manos apretadas sobre su pecho suspiró fuertemente. Bajo un poco el rostro flanqueándolo así con su ya más larga cabellera pelirroja.
Cuando el ruido del carrito de dulces y de los alumnos comprando desapareció se permitió desahogarse. Pequeñas lágrimas se resbalaron por sus rosadas mejillas con lentitud, silenciosos sollozos se desprendían de sus labios y su cuerpo tembló casi imperceptiblemente. Casi, porqué alguien se percató de su triste llanto.
Saliendo de uno de los cubículos, una chica de espesos rizos negros, piel porcelana y ojos claros, la observó con preocupación. A paso silencioso se acercó a la niña que por varios meses había sido su compañera, pero a la cuál nunca se atrevió saludar.
Lily sintió un escalofrío y giró su vista a su derecha. Su curiosa compañera detuvo su paso de golpe, a dos metros de ella. Ambas se miraron a los ojos, una con tristeza y la otra con preocupación.
- Lo siento, osaba molestarte. - se disculpó la rizada.
- Está bien, no hay problema. - respondió la pelirroja.
- ¿Te encuentras bien?
La pelirroja se sintió conmovida por el interés de aquella niña que estaba segura de haber visto antes, pero cuyo nombre desconocía. Era una niña bonita, y lucía amable. Por alguna razón, Lily supo que algo nuevo estaba por entrar a su vida, y estaba segura de que positivo iba a ser.
- Ahora lo estoy... - asintió - Gracias por preguntar. - le sonrió siendo correspondida por la otra.
- ¿Segura?
- Sí, no te preocupes. - limpió sus mejillas con las magas de su suéter Weasley y sonrió - Soy Lily, Lily Potter - se presentó ofreciendo su mano a la morena.
- Jasmine Parkinson. - respondió la niña.
La verdad, Lily quedó sorprendida al escuchar su nombre. Los Parkinson habían pertenecido por generaciones a Slytherin, y no tenían la fama de ser tan dulces y amistosos como Jasmine claramente era.
- Es un placer conocerte.
- Lo mismo digo, Lily. ¿Estás aquí con tus hermanos?
- Sí, estamos haciéndonos compañía, o eso se supone. ¿Qué te trae al vagón de Gryffindor?
- Tengo unos amigos aquí. Los despedí antes de llegar a la estación.
- ¡Lily! - a mitad del vagón, Scorpius hacía su aparición, casi sin aire por haber corrido - Lily...
- Iré a alcanzarlo o se desmayará. - anunció Lily - Feliz Navidad, espero verte volviendo de las vacaciones.
- Igualmente. - la morena hizo un ademán de despedida y Lily se fue a alcanzar al rubio.
Tenía una nueva y primera amiga, estaba segura.
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Lily Potter en Hogwarts - Fanfic
FanfictionLily Potter, la menor de los hijos del gran héroe del mundo mágico, por fin va a Hogwarts, para encontrarse con que las anécdotas de sus hermanos mayores no son nada a comparación de la experiencia en carne propia. Su aventura en Hogwarts está apena...