Lily Potter en Hogwarts - Fanfic

6. Amigos

Ahí estaba ella, sentada en una de las mesas del medio prestando atención a su primera clase del día, Encantamientos. El profesor Flitwick, que lucía bastante mayor comparado a como Lily le había conocido en fotografías, les estaba dando una corta explicación teórica sobre el encantamiento de iluminación.

Después de haber tomando el té con Hagrid, se sintió angustiada por su amigo Scorpius, y se exigió a sí misma darle su tiempo. Decidió que en cuanto terminará su clase iría a buscarlo, al igual que a su hermano.

- Ahora, todos observen, por favor, el movimiento de mi varita. Recuerden, para cada hechizo siempre hay un patrón específico.

Flitwick conjuró el hechizo y la punta de su varita se iluminó. Lily se emocionó, esperaba que aquellas inocentes prácticas con James y Teddy le sirvieran.

- Bien, es su turno. Practiquen en sus lugares. Y señor Finnigan, no haga explotar el aula.

La pelirroja aguantó su risa, conocía al menor de los hijos de Seamus Finnigan, quién al igual que su padre hacia explotar hasta el pan tostado.

Lily tomó bien su varita y respiró hondo antes de pronunciar el hechizo.

- Ahí voy... - suspiró - Lumos.

Así, una bonita luz salió de su varita, llamando de inmediato la atención del profesor y los demás alumnos. Fue la primera en lograr el hechizo.

- ¡Excelente, señorita Potter! 10 puntos para Slytherin.

Lily aplaudió para sí misma, orgullosa de su éxito. Hizo una nota mental de enviarle una carta a Teddy para contarle y se dispuso a guardar su libro y su varita en su pequeña mochila, también encantada por Lupin.

- Practiquen el hechizo y lean el capítulo sobre el hechizo de levitación, por favor. - hablo el profesor - Pueden irse, jóvenes.

Ella no salió del aula tan a prisa como sus compañeros, se tomó su tiempo para marcharse. Estaba meditando respecto a la situación de sus hermanos y el rubio. Esperaba que pudiera encontrar a Scorpius en donde sospechaba.

Bajó hasta la biblioteca, se animó a adentrarse en el inmenso lugar y se prometió que exploraría los libros en otra ocasión. Revisó en las mesas de trabajo y no encontró a nadie, entonces se dispuso a buscar en los pasillos, esperando verlo buscando algún libro. A mitad del lugar escuchó un sollozo, venía del pasillo de libros de Pociones. Caminó en silencio hasta quedar cerca de una torre de libros sin acomodar,  entonces el llanto fue más claro.

Lily sintió como se le encogía el corazón. Se asomó y encontró al chico hecho bolita, oculto tras sus rodillas. Esperaba poder ayudarlo.

- ¿Scorp?

Él ojigris detuvo su llanto de inmediato. Se tardó en alzar la vista, secó sus mejillas y puso una sonrisa en su rostro, fallando en su intento de actuar como si nada hubiera pasado pues estaba rojo de tanto llorar.

- Hola, Lily. - sonrió.

- ¿Estás bien?

El rubio se levantó, sacudió su túnica y se acercó a la niña.

- Sí, lo estoy. - ella arqueó una ceja - Bueno, tal vez no del todo. - bajó la mirada.

- Escuché tu discusión con Al. No los interrumpí, pero tal vez debería haberlo hecho.

- No te culpes, igual habríamos discutido en otra ocasión. Así es nuestra amistad porqué ambos somos muy necios.

Se quedaron en silencio unos segundos.

- Lamento lo de tu madre, Scorpius, yo no tenía idea...

- Me sorprende que no te hubieras enterado, pero me agrada que así fuera. Eso significa que realmente quieres ser mi amiga, no qué me hablaste por lastima.

- Jamás lo habría hecho por eso, aunque debo admitir que si me preocupé al verte triste en la estación. - ella se encogió de hombros y suspiró - Bueno, igual te agradezco por intentar traer a Albus de vuelta a la realidad.

- Es difícil pero se hace lo que se puede. - sin previo aviso, él la abrazó - Gracias por buscarme.

Lily sonrió orgullosa.

- Descuida, para eso somos amigos, ¿no?

- Exactamente.

- Si necesitas hablar sobre tu madre no dudes en buscarme, ¿está bien?

- Lo haré, gracias.

En medio de otro tierno abrazo un gran gruñido resonó. Ambos se rieron.

- Creo que tengo hambre. - se sonrojó Scorpius.

- Si no fueras tan rubio diría que eres una copia de mi tío Ron.