5. La Cabaña de Hagrid

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Antes de tomar asiento en la mesa, Lily cambió su rumbo para ir detrás de Scorpius, que obviamente iba detrás de Albus.

Corrió todo lo que pudo y decidió retrasarse un poco cuando vió la forma en que Scorpius interceptó a su hermano. Casi lo derrumbó por dar un salto para frenarlo. Los observó discutir hasta que Albus se dejó caer en el suelo y reposar contra un árbol. Entonces se dispuso a acercarse con calma, pero no alertó sobre su presencia cuando los escucho hablar.

- Al, estoy seguro de que no lo dijo en serio. Tu hermano solo vive para preocuparse por ti desde que llegaste al colegio.

- Sí, se preocupa de que cause problemas. - Albus resopló - ¿Sabes por qué me acerqué?

- ¿Por qué?

- Porqué quería probarme que podría  con ellos con la misma facilidad que Lily.

- ¿Mezclarte? Ellos son tu familia, no deberías preocuparte. Yo sí.

- El problema es que mi propio hermano me despreció, Scorp.

Entonces el rubio se preparó para soltar una verdad que probablemente molestaría a su amigo.

- No te gustará escucharlo, pero debes admitir que es tú culpa. Fuiste el primero que desprecio sus intentos por hacerte sentir que aún eras parte de ellos. - el moreno le lanzó una mirada asesina a su mejor amigo.

- ¡Eso no era hacerme parte de ellos! ¡Me tenían lástima!

- ¿Es que no te hasta dado cuenta, amigo? Tú mismo te has victimizado desde el principio. Iniciaste con esto y ahora no sabes cómo terminarlo. Y debes admitir que ha ido muy lejos, porqué hasta tu propio padre te cree una víctima.

- Ah no, no quieras hablar de mi padre. - advirtió.

- ¡Tu padre quiere acercarse a ti! Estás perdiendo mucho tiempo con esa tontería de alejarte de él e ignorarlo.

- Mira quién lo dice, el chico que no ha podido plantarle cara al único padre que le queda. - entonces se quedaron en silencio.

Albus quiso golpearse por sus palabras, Lily quiso ayudar pero no supo cómo hacerlo sin verse como una intrusa. Scorpius se puso de pie casi estallando en llanto, pero antes de marcharse agregó:

- Exacto, Al, el único que me queda. Por eso deberías apreciar que aún tienes padres, que tu madre ni tu padre han muerto.

Dicho eso dió media vuelta y emprendió su camino de vuelta al castillo, guardando su llanto.

A Lily se le encogió el corazón, no pudo evitar sentirse mal por el rubio y molesta con su hermano. Ahora sólo le quedaba esperar a que aquella breve discusión, de alguna manera le abriera los ojos a su hermano.

La pelirroja tomó el camino que conducía a la cabaña de Hagrid. Después de lo acontecido lo que menos quería hacer era estar dentro del castillo presa de las miradas de todos los estudiantes, así que visitar a Hagrid era una muy buena opción.

En la entrada de la cabaña, Goosebumps, el perro de Hagrid, yacía profundamente dormido. Acarició su cabeza con una sonrisa y tocó a la puerta.

- ¡Ahí voy!

El ruido de muchas cosas siendo removidas le dió a Lily la seguridad de que el semigigante estaba, de nuevo, ocultando algo. Cuando el hombre abrió la puerta río entusiasmado por su visitante.

- ¡Lily! ¡Qué bueno es verte! Pasa, pasa. - la pequeña niña entró por un hueco que quedaba entre él y la pared, avanzó hasta al centro de la cabaña y observó todo con detenimiento.

Todo le daba curiosidad, habían muchas cosas sobre de otras, unos pequeños sillones, un caldero sobre el fuego y, resaltando entre lo demás, un gran cubo cubierto por una manta oscura.

- Hagrid, disculpa la pregunta pero, ¿qué tienes ahí dentro?

- Oh, bueno, es una... una... - él se revolvió nervioso.

- Descuida, no le diré a nadie. Soy muy buena guardando secretos. - aseguró con una sonrisa.

- Bueno, siendo así... - Hagrid se acercó hasta el lugar en el que estaba el misterioso secreto - Es una criatura que encontré rondado por el Bosque Prohibido. - jaló de la manta revelando una jaula con una criatura que a Lily le fascinó.

- ¡Yo sé lo que es! ¡Es un escarbato! - dió saltitos sobre su lugar, emocionada - Leí sobre ellos en uno de los libros de Newt Scamander, les gustan las cosas brillantes.

- Si, Lily, así es. Por eso lo capturé. Temía que si llegaba al castillo se llevaría todas las propiedades valiosas de los alumnos, los profesores... Y eso habria sido desastroso, sin mencionar que lo mandarían a un lugar que probablemente no sería apropiado.

- ¿Y qué planeas hacer con él?

- Consultaré a tu tía Hermione para que me ayude a trasladarlo con quién si sabrá cuidar de él como se debe.

- ¿Quién? - la curiosidad invadió a la pelirroja.

- El mismísimo Scamander, por supuesto.

A Lily casi se le sale un grito, su tía se pondría en contacto con el mago al que más admiraba, después del trío de oro, obviamente.

- ¿Crees que pueda ayudarte a cuidarlo mientras esté aquí?

- Por mí está muy bien. Siempre y cuando esté dentro de tus posibilidades. - Hagrid sonrió.

- Tengo mis tardes más que libres para ello, será un placer ayudarte.

- Entonces bienvenida al equipo, pequeña Lily.

Lily Potter en Hogwarts - FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora