- De verdad, no debiste correr, Scorp. Igual te habría visto al bajar del tren. - le dijo Lily a su ahora rojo amigo.
-Si... Pero no... Quería darte esto... Con todos rodeándonos. - explicó con dificultad mientras le tendía un paquete negro a la niña.
-¿Qué es esto?
-Mi regalo de navidad para ti. - sonrió el chico - Prefiero dártelo en persona, pero debes abrirlo hasta la fecha que corresponde.
-No debiste molestarte... Gracias, Scorp.
-Eres mi mejor amiga, Lil. Solo quería darte algo que te lo recuerde todo el tiempo.
Feliz, rodeó a su amigo con sus brazos y lo envolvió en un cálido y tierno abrazo. Su padre tenía razón, de nuevo, es mejor tener pocos amigos verdaderos, que cientos de amigos falsos.
El silbato del tren alertó de la proximidad de la estación, juntos decidieron regresar al vagón de Slytherin, no sin antes avisar a su hermano y primos que los vería al bajar.
Albus los recibió con un frío silencio, miraba por la ventana empañada con sus puños bien apretados sobre las piernas. Al verlo, Lily se sintió preocupada por su hermano y se sentó junto a él, dándole un empujón cariñoso.
Severus le regaló una sonrisa algo forzada y acarició su mejilla con lentitud.
-Deberías ponerte el suéter, Lily, está haciendo bastante frío allá afuera. Iré a ver a las lechuzas antes de bajar. - se levantó y salió del compartimento.
Scorpius le sonrió nervioso a su pequeña amiga, pensando en algunas cosas que prefirió callar.
- Me sorprende que esté tan tranquilo. Hasta lo noto más tranquilo que yo. - se quejó Lily cruzándose de brazos.
- Debe ser porqué él ya tomó la decisión que tu no.
El rubio tenía razón, ella aún no había decidido qué quería hacer con sus vacaciones navideñas.
Sentía que el decidir quedarse con uno u otro de sus padres era como abandonar a quién no acompañara. Su primera elección no sería su madre pues sabia que estaría sola la mayor parte del tiempo, no porqué su madre prefiriera dejarla sino porqué su trabajo la consumía en demasía y apenas tenía tiempo para hacerse cargo de ella misma.
Por eso La Madriguera y la reunión Weasley sonaba muchísimo mejor.
Comer galletas y postres, jugar quidditch, ayudar a su abuelo con objetos muggles, comentar un libro nuevo con su tía Hermione, escuchar los chistes del tío George, abrazar a su padre cada que se lo cruzara... Sabía lo que quería pero temía herir a su madre.
- Se pondrá muy triste, Scorp.
- Tal vez, pero ella también sabe que es lo mejor.
- No quiero lastimarla.
- Lo sé, Lily, pero debes entender que no siempre podrás evitar que alguien salga herido o se sienta triste. Muchas veces eso no estará en tus manos, ¿comprendes? - esas palabras la golpearon fuertemente.
Él tenía razón y detestaba que fuera así. A ella le encantaría poder garantizar la felicidad de todos... pero muy a su pesar, eso no podía hacerlo.
Ese no era el deber de Lily Potter.
Entonces algo se ajustó en su mente, las prioridades se reacomodaron y se prometió que todo estaría bien.
- Le diré a mamá que no iré con ella.
- Es lo correcto. Y estoy seguro de que es por un bien.
Con una sensación nueva en el cuerpo, la pelirroja se puso su suéter rosado que llevaba su inicial. Guardó su varita, tomó su bolsita y esperó el final del viaje.
El silbato sonó al llegar a la estación y todos los alumnos comenzaron a bajar del tren, ansiosos por ver a sus familias y disfrutar de las merecidas vacaciones. Los dos Slytherin esperaron a que el flujo de personas disminuyera para salir con calma. En la puerta del vagón yacía Albus esperando a su hermana con los baúles listos.
- Debemos buscar a James.
- De acuerdo. - sonrió a su hermano - Scorp, ¿quieres que te acompañemos a buscar a tu padre?
- No estoy seguro de que haya venido, pero no se preocupen. Esperaré al chófer en el lugar de siempre.
- Vamos, amigo, te acompañaremos. - aseguró el moreno - No creo que haya problema si estamos contigo un rato.
Los tres emprendieron la búsqueda de los Potter y el chófer. En uno de los asientos encontraron a su hermano mayor ondeando la mano para llamar su atención, acompañado de sus padres que les esperaban algo animados.
- ¡Hola! ¿Qué tal estuvo el viaje? - saludó Harry.
- ¿Trajeron todo? ¿No olvidan nada?
Se quedaron platicando unos minutos hasta que Scorpius exclamó mirando hacia el otro lado de la estación. Todos miraron y vieron a Draco Malfoy, vistiendo una elegante túnica y con una sonrisa tímida.
- ¡Papá! - saltó el chico y corrió hacia su padre, que lo recibió con los brazos abiertos en un tierno y muy necesario abrazo.
Lily sonrió contenta por su amigo.
- Y bien, ¿listos para ir a casa? - preguntó Ginny.
- ¿No iremos a La Madriguera?
- Todos lo harán, - afirmó la pelirroja - pero quiero pasar esta tarde con ustedes, antes de irme. ¿Qué les parece?
Lily estaba feliz, todo pintaba muy bien.
*
¡Hola a todos!
Aprovecho este espacio para agradecerles las mil lecturas en esta historia.
Es un número que no imaginé ver.
Espero que esta historia llegué más lejos.
Mil gracias.
SlyMarauder
Travesura realizada. Nox
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Lily Potter en Hogwarts - Fanfic
FanfictionLily Potter, la menor de los hijos del gran héroe del mundo mágico, por fin va a Hogwarts, para encontrarse con que las anécdotas de sus hermanos mayores no son nada a comparación de la experiencia en carne propia. Su aventura en Hogwarts está apena...