-Hey, Polo- lo llamó Asher. Polo abrió los ojos al instante, pensando que su padre los había descubierto, ¿Por qué otro motivo lo levantarían tan temprano? El rubio miró por la ventana, ni siquiera había amanecido. Marco se acomodó a su lado con un quejido y utilizó la cintura de Polo para cubrir sus ojos de la luz que Asher había encendido- vamos a la cancha a entrenar y Angelina dijo algo de que ahora son parte de los nuestros así que si quieren pueden venir.
Polo no entendía nada. El muchacho se enderezó mejor y Asher pareció entender su expresión de desconcierto, por lo que se explicó.
-Sabes que decidieron colarse en un edificio de deportistas, ¿Verdad?- le preguntó con una sonrisa burlona- Eso significa horarios raros, muchas fiestas tanto durante la semana como los fines de semana y una alta probabilidad de cruzarte con un idiota en cualquier momento. Los idiotas mayores están en el equipo de fútbol americano.
-Horarios raros- repitió Polo con sueño, aquello era lo único que había retenido de la conversación.
-Si- contestó Asher- Kiran Patel, nuestro Pivote se lesionó la mano el año pasado y no tenemos a nadie para reemplazarlo, eso significa que tenemos que trabajar el triple para ganar.
-¿Por eso entrenan también por la noche?- preguntó Polo. Asher asintió- Espera, ¿Angelina está en el equipo? No creía que fuera de esas personas que les interesa algo tan mundano como el deporte- comentó Polo- o el trabajo en equipo.
-No le interesa- le aseguró Asher- No sabemos bien qué hace aquí pero si logras captar su atención, es capaz de armar un juego impecable. Juega de centro lo que significa que debería ser nuestra capitana pero no le importa tanto el deporte como para esforzarse Maylie Yang es la jefa, ya la conocerás, es agradable o todo lo agradable como alguien que forma parte de un equipo como el nuestro puede ser
Polo no entendía mucho de Handball, él había sido educado entre las paredes del reino de su padre y sabía que si quería permanecer allí un tiempo tendría que aprender a vivir bajo sus normas.
Con tanto despliegue Marco terminó despertándose, el pelirrojo se levantó y bostezó con tanta fuerza que Asher sonrió.
-Éste tiene alma de chita- comentó refiriéndose al animal de su universidad. El cabello de Marco estaba completamente despeinado y sus ojos dormidos miraron a Polo en actitud de reproche. Polo se encogió de hombros.
-Tenemos que ir con ellos- le dijo y se dirigió a Asher- estaremos afuera en un momento.
El muchacho asintió y salió. Polo miró las camas marineras en frente suyo. Allí debían dormir Harley White y Suba Hari. Sus camas estaban deshechas, por lo que habían dormido allí, sin embargo Polo nunca los escuchó levantarse y cambiarse de ropa.
Polo le alcanzó un pantalón de algodón gris, una remera negra y unas zapatillas deportivas a su amigo y el mismo se puso un atuendo parecido. Mientras Marco se ataba los cordones, Polo le peinó el cabello.
Cuando los dos estuvieron listos, ninguno se movió sino que se quedaron sentados en la cama, enfrentados. Polo lo miró como si esperara que de pronto volviera a sus ojos aquel brillo desafiante y engreído que lo había cautivado en un primer momento, pero su rostro seguía siendo el mismo: monótono, aburrido, dormido. Polo acunó el rostro de Marco entre sus manos y acarició sus mejillas con los pulgares. Temía avanzar más ya que Marco casi no tenía conciencia sobre su propio cuerpo y cualquier aproximamiento se sentía como un abuso.
-Te extraño- le dijo. El pelirrojo no contestó- ¿Marco?
-Polo- contestó. A veces Polo deseaba que se hubiera aprendido una palabra más larga o una frase, lo que sea con volver a escuchar su voz. El hijo del mafioso dejó caer la cabeza sobre el pecho de su amigo y respiró lentamente, guardando todo lo que sentía para sí mismo. No podía permitirse la lástima, no tenía tiempo.
Marco tocó el cabello de Polo y los deslizó entre sus dedos. Polo levantó la cabeza y miró como Marco fruncía el ceño, era uno de los pocos momentos en los cuales su expresión cambiaba, quizás no le gustaba el rubio, a Polo no le importaba, si así era que se lo dijera.
-¿Vamos?- le preguntó Polo y se levantó. Marco lo siguió sin decir nada y cuando salieron a la sala de estar los tres muchachos los estaban esperando.
-Al fin- dijo Suba- Creía que se estaban dando un rapidito.
-No seas asqueroso- contestó Harley saliendo por la puerta.
Asher les otorgó una sonrisa de disculpas y esperó a que salieran para cerrar la puerta detrás suyo.
Bajaron todos los pisos y Polo notó que no parecía haber nadie más que ellos por allí.
-Todos se van de vacaciones o a sus hogares- contestó Asher cuando preguntó- el entrenador nos dejó venir un mes antes ahora que tenemos que practicar más.
-¿Y sus familias? ¿No las visitan en el verano?- preguntó Polo. Asher rió, sin alegría.
-¿Qué es familia?- preguntó, infeliz. Polo no contestó pero asintió en entendimiento. Así que todos ellos tampoco estaban en buenos términos con su familia. Quizás era por eso que los habían aceptado sin hacer tantas preguntas, eran la clase de gente que sabe cuan mierda puede ser la vida a veces.
No pudieron conversar mucho hasta que llegaron al estacionamiento, pero Asher le explicó lo básico: habían otros tres miembros más en el equipo que si estaban con sus familias de vacaciones y volverían una semana antes de que comiencen las clases, ellos eran un año las grandes por lo que tenían veintidós años y estaban a un año de graduarse. De ellos, Angelina era la más pequeña con dieciocho años y luego le seguían Harley y Suba con veinte, Asher tenía veintiuno.
-Los más grandes son más agradables...en comparación a las bestias.
-¿Las bestias?- preguntó Polo. Asher hizo una mueca.
-Así nos dicen.
-¿Quiénes?
-Todo el mundo- contestó Harley que iba bajando con Suba unos escalones más adelante- agradécele a Angelina.
-No entiendo por qué cargan con todo ese peso- contestó Polo, confundido por la dinámica de su grupo- es solo una chica.
-Solo una chica- repitió Harley, como si pensara que Polo era el chico más estúpido del mundo.
-No lo malentiendas- aclaró Suba, el muchacho tenía un ligero acento que Polo encontró agradable- nosotros tampoco somos mucho mejores que ella.
Polo frunció el ceño y miró a Asher, quien hace unas horas había básicamente corrido para curarle un simple corte. Suba había notado el silencio confuso de Polo.
-Asher es el más blando de nosotros- se burló Suba- tiene una debilidad por los chicos lindos.
Polo esperó que Asher se justificara pero el muchacho simplemente se encogió de hombros y continuó con su relato.
-El entrenador es un tipazo, ya lo conocerás, él se encargará de meterte en el sistema sea como sea.
Polo se preguntó cuánto les había contado Angelina, pero por las dudas, no contestó.
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Blue
ActionBruno Denver compite contra el tiempo mientras intenta escapar de su padre. Y Daniel Cuzis no se lo facilita. O lo que queda del muchacho. Su padre lo había torturado hasta la locura y, mientras no estuvieran a salvo, no había nada que Bruno pudier...