Epílogo

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Blue vio pasar un helicóptero con un reflector encendido justo antes de que se metieran en el edificio de los deportistas. Realmente estaban en problemas, pero por el momento no le importaba. Solo quería ver a las Bestias.

Cuando se adentraron en la habitación, todos se encontraban en la sala de el medio. Angelina de un lado y los tres muchachos del otro, mirándola con aprensión como si temieran que se desintegrara.

Angelina lucía horrible. Tenía un corte en la ceja y otro en la mejilla, los brazos raspados, la cabeza sangrante, los cigarrillos habían casi desaparecido de sus muñequeras y respiraba con esfuerzo.

-Gracias a Satán- dijo cuando los vio- aléjenlos de mi. Son insoportables - se quejó. Al parecer estaba tan adolorida que ni los cuchillos habían servido para ahuyentarlos.

Blue sonrió al ver la escena y, cuando intentó hablar, apenas le salían las palabras.

-Chicos, yo...eh...gracias por-

-No hay de qué- lo cortó Asher levantando su mano- las Bestias tienen que ayudarse entre ellas, ¿Sabes? Si no fuera por ello ninguno de nosotros estaría vivo ahora.

Blue supo que no se refería a lo que había sucedido en las últimas horas si no a la historia que el grupo tenía. Por un lado los envidió, ellos tenían una vida relativamente normal, tenían gente que se preocupaba por ellos. Eran un equipo.

Sin embargo no cambiaría a Daniel por nada del mundo.

-Hay un hombre raro en mi habitación- dijo Angelina, que no podía soportar el momento de cariño por mucho más tiempo- dijo que fueras cuando llegaras.

Blue frunció el ceño e intercambió una mirada con Daniel. ¿Quién podía ser? ¿Olivia? No había forma de que ella supiera dónde estaban y considerando que ella no era una aliada de su padre estaba seguro de que él no le habría dicho.

Daniel le adelantó, el muchacho había tomado un bate de baseball de una caja de mudanza. Los deportistas estaban comenzando a llegar al edificio y debió tomarla mientras subían las escaleras.

El pelirrojo abrió la puerta con cuidado y, para su sorpresa del otro lado se encontraba simplemente un hombre de unos cincuenta años aproximadamente.

-Por favor entren y cierren la puerta detrás suyo.

Normalmente Blue no hubiera obedecido, sin embargo el tono de su voz daba a entender que el hombre no bromeaba y si había una confrontación Blue prefería que fuera dentro de la habitación y no involucrar a las Bestias.

Cuando los tres estuvieron dentro de la habitación el hombre esbozó una sonrisa cálida.

-Veo que están en problemas- dijo. Las sirenas de policía y los helicópteros respondieron por ambos.

-Quizás- contestó Daniel, desconfiado.

-Quería hablarles de un lugar donde ustedes dos podrán vivir a salvo y no tendrán que ocultar sus poderes jamás.

Blue y Daniel intercambiaron una mirada.

-Quiero hablarles sobre los Genetics.

BlueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora