20. Un sueño lívido

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Bruno escuchaba unas voces en la distancia pero parecían provenir de una burbuja. El chico intentó abrir los ojos pero los párpados le pesaban y, cuando intentó levantarse fue como si cuerpo estuviera desconectado de su cerebro.

¿Qué le sucedía? Bruno intentó por todos los medios reaccionar pero su cuerpo parecía apagado, drogado...el muchacho sintió un escalofrío en el cuello y luego, dolor. Lo habían pinchado en el cuello, ahora lo recordaba. Apenas había tenido tiempo de moverse cuando cayó sobre la cama y no pudo volver a moverse.

-¡Polo! ¿Polo?- gritaban las voces masculinas. Bruno sintió un nuevo peso sobre la cama y como alguien lo sujetaba por los hombros y otro par de manos lo forzaba a abrir los ojos.

-Polo, no sabemos que sucede, unos hombres entraron a nuestra habitación y...- Asher hablaba con desesperación mientras Harley intentaba mantenerlo despierto sacudiendo su cabeza.

Suba apareció minutos después con su celular en la mano y un vaso en la otra.

-Bebe esto- le ordenó Suba. Bruno hubiera preguntado qué era pero apenas tenía fuerzas para mantenerse concentrado. Asher lo mantuvo sentado mientras Harley tomaba el vaso y lo obligaba a abrir la boca, el líquido cayendo por su garganta- se supone que aliviará el efecto.

-¿De dónde sacaste eso?- preguntó Harley, entre preocupado y enojado. Suba sacudió su celular frente el rostro de su amigo.

-Internet- dijo y miró el pasillo con ansiedad- ¿Qué hacemos? Angelina dijo que no metiéramos a la policía en esto pero...

-¿Qué sucede?- preguntó Bruno con todo su esfuerzo.

-Unos hombres han entrado y se llevaron a Marco- le dijo Harley.

Lo sabía. Bruno sabía que esto pasaría. Era demasiado bueno para ser verdad, se habían tardado demasiado. Las fotos. Los videos. La internación. Angelina y las Bestias eran famosos, Bruno se había puesto a él y a Daniel bajo un foco y lo había arruinado todo. Su egoísmo había arruinado todo lo que había estado construyendo durante tanto tiempo.

Tardó un momento en caer en cuenta de la persona que faltaba en la habitación.

-¿Dónde está Angelina?- volvió a preguntar, lo que Suba le había dado no servía de mucho pero al menos ahora podía ordenar mejor sus ideas.

-Intentó evitar que entraran pero eran muchos, la golpearon en la cabeza y cuando fuimos a ayudarla entraron a la habitación. Al parecer los drogaron y otros se llevaron a Marco. Angelina fue tras ellos- terminó el más grande de las bestias. Harley lucía pálido y su pecho descubierto estaba manchado de sangre, ¿Sería la de Angelina? Una oleada de preocupación invadió al muchacho. Un golpe en la cabeza era algo serio y si se estaba desangrando...

-No podemos dejar que se escapen- dijo Bruno, desesperado. Asher lo ayudó a levantarse.

-¿Cómo haremos?- preguntó el muchacho- no tenemos auto, Angelina se llevó el suyo.

Bruno pensó.

-¿El conserje? Podemos usar su auto- preguntó. Era temprano en la mañana y el hijo del mafioso había visto su auto estacionado a esas horas en varias ocasiones, mientras terminaba con su limpieza matutina. Harley corrió hacia la ventana y se asomó, desde allí se podía ver el estacionamiento.

-Sigue allí.

El grupo no se mostró incómodo ante su sugerencia. Bruno recordaba las palabras del entrenador, había un motivo por el cual llamaban al grupo de Angelina las Bestias y, para ellos, aquello debía ser otro miércoles más.

Las Bestias bajaron por las escaleras y Bruno bajó por la ventana. No tenía energía para soportar la frenada de todos pero si la de él solo así que cuando los otros tres estuvieron abajo, el muchacho ya se las había arreglado para caminar hasta el auto.

Bruno usó sus poderes y las puertas se abrieron y manipuló la electricidad del auto para encender el motor. El ambiente era demasiado sombrío para lo que en algún momento hubiera provocado una serie de vítores y suspiros de sorpresa.

Bruno se subió al volante y Harley se sentó en el asiento del acompañante, mientras Asher y Suba se sentaban en la parte trasera, el primero se quejó.

-No creo que sea buena idea que conduzcas en este estado- dijo el muchacho.

-Ya estoy bien- mintió Bruno arrancando y saliendo del campus a la velocidad máxima que el motor le permitía- llamen a Angelina.

Harley ya tenía su celular fuera y en cuanto atendió Bruno se lo quitó de la mano, poniéndolo en altavoz.

-Dime que los tienes a la vista- rogó el muchacho.

-Ve por la calle Sun Bowl en dirección Sur y robla hacia la derecha en la rotonda, la Ruta 10 está al final de camino. Los tengo justo en frente y no hay una salida hasta dentro de cinco kilómetros- Angelina soltó toda la oración de corrido y con esfuerzo, como si tuviera que poner toda su voluntad para pronunciar cada palabra. Harley le indicó por donde ir y en cuestión de minutos Bruno encontró la ruta.

-Dime qué tipo de auto manejan.

-Un camión industrial común, no podrás identificarlo- contestó Angelina- si me alcanzas, los verás, estoy justo detrás de ellos.

Bruno decidió cambiar al español.

-Angelina podrías salir realmente heri...

-Cállate- le dijo ella, tan amable como siempre- he hecho una promesa y pienso cumplirla, ¿El auto que robaste tiene la potencia suficiente como para alcanzarnos a tiempo?

Por supuesto que se imaginaba que robarían un auto, ella conocía a sus Bestias y conocía el potencial de Bruno.

-Lo haré funcionar- y con ello se refería a sus poderes. El modelo del auto era muy antiguo y destartalado como para aguantar tanta velocidad y mantener el ritmo durante tantos kilómetros-En cuanto tengan la oportunidad, intentarán atacarte Angelina- le advirtió.

-Lo sé- contestó ella.

-No eres una mafiosa, no sabes con qué tipo de gente estás tratando.

-Dime algo que no sepa- contestó ella.

-No te dejaré morir- le dijo Bruno- nadie morirá hoy salvo ellos.

Angelina tardó un momento en contestar, cuando lo hizo, su voz sonó muy débil.

-Ya lo veremos.


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