my prince 𖥻 kooktae ִ֢ finalizada

𝐓𝐑𝐄𝐈𝐍𝐓𝐀

— Jungkook. — repitió Taehyung, sus piernas se movieron solas y no tardó en comenzar a caminar hacia el peligris.

O eso trató ya que la mano de su madre, la cual sostenía su brazo, lo evitó. Young Mi tenía la mirada puesta en Jungkook, con claro desprecio en sus ojos. Aunque el chico, que ahora estaba parado a una distancia de ellos, estaba lleno de tatuajes y su vestimenta daba que pensar, la mujer recordaba quien era él, los ojos marrones con esa pizca de inocencia en ellos era la misma que la del niño junto a la madre la cual ella le había negado el dinero.

Jungkook desvío la mirada de Taehyung y observó a la mujer, el brillo de felicidad al ver al castaño desaparecido tan rápido en cuanto sus ojos chocaron con los de Young Mi.

— Vuelve a subir al auto. — ordenó Young Mi a su hijo, sin despegar la mirada de Jungkook.

Taehyung negó y se separó del agarré que lo impedía llegar a Jungkook. El movimiento brusco que hizo el castaño hizo que Young Mi soltara su brazo. Sin perder tiempo Taehyung corrió la distancia que lo separaba del mayor, Jungkook dejó de mirar a Young Mi en cuanto notó al castaño en frente a él.

— Jungkook, — comenzó a decir Taehyung mirándolo con ojos brillantes. — por favor perdóname. — suplicó sin terminar de acercarse suficiente al peligris, con miedo a ser rechazado. — Y-yo realmente no quería mentirte pero cuando me contaste sobre lo sucedido con tu madre no tuve mejor idea que ocultarte la verdad, me arrepiento tanto, por favor no me odies. — sollozó bajando la vista al suelo. — No me odies. — repitió cerrando sus ojos fuertemente.

Jungkook no pudo contener el impulso de abrazar al menor por lo que rápidamente rodeo el cálido cuerpo del contrario con sus brazos, quien sorprendido por la repentina acción, correspondió al abrazo.

— No te odio Taehyung. — susurró Jungkook, apretando el cuerpo del castaño al suyo, sintiendo como este temblaba por los sollozos que trataba de acallar. — Puede que me haya enfadado pero jamás te odiaría.

Taehyung al escuchar esas palabras dejó de retener su llanto, comenzando a llorar apretó la camisa del mayor entre sus manos, arrugando la tela en el proceso.

— ¡Taehyung! — escuchó la voz enojada de su madre pero aún así no se separó de los brazos del peligris. — ¡Taehyung ven aquí rápidamente y sube de una maldita vez al auto! — repitió enfadada.

Jungkook levantó la vista y miró a la mujer la cual estaba cruzada de brazos con el ceño fruncido. No pudo evitar su enojo, Dios, él  la odiaba tanto. Seguramente sí no estuviera Taehyung entre sus brazos se hubiera lanzado a esa mujer despreciable.

Young Mi al ver que fue completamente ignorada por su hijo no le quedó otra opción que ir hasta él. Con todo el enojo que tenía, tomó fuertemente el brazo de Taehyung, arrastrándolo hacia atrás con brusquedad. Taehyung se soltó de Jungkook y tambaleándose miró con molestia a su madre. Young Mi apretó el agarré en el brazo del castaño y volvió a empujarlo hacia atrás alejándolo de Jungkook.