Laura

-Sonreír como idiota-

Desperté temprano por la mañana, llovía, hacía un poco de frío y el antojo de una taza de chocolate caliente me invadió al instante.

Fui a la cocina y busqué en la alacena.

Era un día normal, de esos que no quieres que acaben nunca, tan perfectos como tranquilos.

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Dio las dos de la tarde y mientras viajaba en aquel vagón del metro casi vacío, algo vibró dentro de mí.

No literalmente, me refiero a que mi celular había despertado con uno de tus mensajes.

Un mensaje corto, nada importante y casual:

"Hola John, soy Laura, tu compañera de curso, no se si me reconoces pero quería preguntar si el profesor de ciencias había dejado tarea, estaba algo distraída y pues olvidé anotarla, me ayudas?? :)"

Laura...

Si, claro que te reconozco, la chica de cabello oscuro y ojos avellanados que se sienta a trés lugares frente a mi en clase.

Empecé a textear al instante, no sabía como es que consiguió mi número de móvil pero era lo último que me importaba.

A decir verdad, fue algo estúpido.

Jamás olvidaré ese día.

El día en que pocos caracteres ordenados y proyectados en una pequeña pantalla de móvil...

Me harían sonreír como idiota.

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