En el año 1692 no importaba que tan bueno fueras, si eras excéntrico, impertinente o simplemente... si eras mujer terminarías en la hoguera considerada una bruja. Pero Bastet Krentz no tenía que fingirlo, ¡ella era una bruja! y después de ser exp...
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Después de desayunar ambos salieron de la cabaña y Eros continuó enseñándole magia a Bastet, desde la teoría hasta la práctica, sabía que ella era muy lista pero quería prepararla más para cualquier situación.
—Debes saber que en el momento en el que decides realizar cualquier hechizo o conjuro... todo a tu alrededor puede servirte o traicionarte.
— ¿a qué te refieres con traicionarme?
—simple... ¿en este momento que es lo hay a tu alrededor?—Bastet frunció el ceño pensando y respondió con una leve sonrisa.
—Tú.
—No, debes ser más observadora, te lo diré una sola vez y grábalo en tu mente, a tu alrededor hay viento, partículas te tierra, hay calor de sol, hay árboles, hay aves... y todos ellos tienen vida y escuchan y observan todo lo que estás haciendo, El bosque perdido es un mundo de magia, ¿lo entiendes? A estas alturas el viento ya debió avisar a Merlín tu presencia en el bosque.
— ¿Es posible hablar con el viento?
—Claro que lo es, el propio viento tiene sus mandamientos. Nunca salgas si el viento está aullando, los fantasmas están pasando. La diosa del viento sabe absolutamente todo de ti, nunca le mientas. Si hay tormentas, escúchalas; no hables. Y por último. Las palabras viajan rápido y lejos, no digas nada que pueda despertar a los espíritus. —Bastet lo miraba maravillada, jamás se había imaginado que él viento fuera más que eso.
— ¿Entonces, todo a nuestro alrededor nos observa y nos puede beneficiar tanto como nos puede traicionar? Es muy interesante, ahora háblame de la vibración, sin llegar a tocar temas tórridos... —Eros sonrió y asintió.
—Bien, como ya te dije la vibración es la energía de la magia, todos los seres mágicos la tenemos, pero si se acaba estarás tan débil que será imposible poder hacer cualquier hechizo, ritual y conjuro, así que desde tiempos antiguos se buscó varias maneras de recuperar la vibración, es cierto que hablar sexo a veces incomoda pero las relaciones sexuales tienen el poder de elevar el nivel de conciencia de los seres mágicos, más de los hechiceros, si un brujo tiene sexo con un humano le quitará energía y lo debilitará a niveles máximos, pero si un brujo tiene sexo con su especie la vibración no le quita energía a nadie, ambos brujos la comparten, por ello tu y yo tenemos más vibración desde hoy en la madrugada, ambos llenamos la energía de nuestra magia, pero claro... hay otras formas, no tan eficaces como el sexo pero sí que funcionan, como la meditación, el sueño largo, la alimentación balanceada y también con algunas mezclas de hierbas para tomarse en te, pero todo esto solo te elevará el cincuenta por ciento, no al cien como el sexo.
—dijiste sexo muchas veces...
—Bastet Krentz, debes de quitar de tu mente el morbo del sexo, sí; lo repetí de nuevo, más allá de verlo como algo sucio, pecaminoso o pervertido... debes de empezar a verlo como una herramienta para tu crecimiento, una relación sexual es sagrada para todo hechicero, no tiene un significado burdo como lo es para los humanos, para nosotros es más una... transmutación sexual de alquimia sagrada. —le explicó poniendo todo su empeño en que ella entendiera y se acercó acariciando sus brazos. —Bastet, tu cuerpo es sagrado para mí, tú me liberaste y te entregaste a mí transmutando tu energía, me diste parte de tu magia y yo te di parte de la mía cuando hicimos el amor, es que además de sentir tanto amor por ti... tú me iluminaste, no quiero que pienses que estoy contigo solo para elevar mis vibraciones, estoy contigo porque una fuerza superior a mí me pide envejecer contigo, para amarte y hacerte mi esposa, no sé qué me ocurre, pero sé que debo estar a tu lado, no quiero incomodarte con hacerte saber lo que siento.
