-ROSHELLE-

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Y mientras Eros continuaba dormido ella dejó descansar su magia para reponerse, así que decidió salir alrededor de la cabaña para recolectar algunas hierbas que había en el libro de las sombras para practicar varios de los hechizos que su madre ha...

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Y mientras Eros continuaba dormido ella dejó descansar su magia para reponerse, así que decidió salir alrededor de la cabaña para recolectar algunas hierbas que había en el libro de las sombras para practicar varios de los hechizos que su madre había creado, estaba completamente maravillada con la variedad de vegetación que había en la zona, caminó tranquila y guardaba las plantas en una canasta, sin importarle comenzó a tararear una canción y cuando se giró para recoger su canasta algo pequeño chocó contra su cara, el dolor del golpe en la nariz la había aturdido y se dejó caer al suelo, pero la capa hizo su trabajo rápido y curó la molestia, pero cuando Bastet buscó lo que se había estrellado con ella.. Simplemente no pudo creer lo que sus ojos veían, una pequeña mujer con vestido de fina ceda estaba tendida sobre el suelo sin moverse.

— ¡oh no!... ¿oye estas bien?— preguntó moviéndola con su dedo y calculó que medía lo mismo que el largo de su mano, así que delicadamente la cargó y la llevó a la cabaña, la acostó a un lado de Eros y suspiró cansada. — ¡Ahora no solo tengo un gato inconsciente... tengo a una hada también!— gritó y de repente la pequeña hada de cabello castaño se sentó en su lugar confundida, pero luego miró a Bastet y reaccionó.

—Yo... ¡yo choqué con tu cara! ¡Rayos! ¡Oh no, el genio se irá! — gritó e intentó volar pero una de sus alas estaba rota y cayó a la cama de nuevo.

—perdón, esto es mi culpa...buscaré una forma de arreglarlo.

— ¿pero qué dices? A menos que seas una hechicera dudo que puedas ayudarme, solo olvídalo... cabaré en un lugar y moriré tranquila...—comentó exagerando y Bastet quiso ocultar su risa pero al final rió libre.

—Entonces estás de suerte, porque sí soy una hechicera. — la cara de la pequeña hada cambió y se paró para mirar mejor a la enorme hechicera que tenía en frente.

—creo que no he sido muy educada, mi nombre es Roshelle y soy una hada de bosque, algunas veces de pantano, pero la mayoría de bosque.

—Así que sí eres una hada, eres muy hermosa... ¡magnifica! —Roshelle al verla tan entusiasmada comenzó a reír.

— ¡pero tan solo soy una simple hada!

—Oh créeme, eres la primer hada que veo, en donde crecí la gente cree que son mitológicas, y ahora estoy hablando contigo.

—Si bueno... ¿y tú te llamas?

—Bastet Krentz— de repente la sonrisa de la hada desapareció y se arrodilló.

—No puede ser... ¡perdóneme alteza, he sido muy engreída con usted!—Bastet extrañada la levantó un solo dedo.

— ¿Alteza? ¿Pero de que hablas Roshelle? Yo no soy de la realeza ni nada por el estilo, de hecho yo jamás había estado en el Bosque Perdido hasta hace ayer.

—Por eso no lo sabe... le contaré, el bosque perdido es un lugar enorme, en el encontrará criaturas buenas y criaturas despreciables, ¡durante los últimos cincuenta años comenzó a formarse un grupo de personas dementes! Ellos odian a los seres mágicos y se han descontrolado, ocupan magia oscura para asesinar y espantar a más criaturas.

EROS: Ronronea y hechizameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora