Yellow - CATRADORA AU [Adaptación-Traducción]

Capítulo 22

Después de su reunión con el abogado, Catra fue a casa y se lanzó directamente a la cama. Ella daba vueltas, pero finalmente terminó por quedarse dormida.
Se despertó con un sobresalto alrededor de las 21:00hrs, respirando con dificultad y llevándose las manos a la cara.

Otra pesadilla sobre Adora en la cárcel. Esta vez, Catra y Adora se habían separado por una cerca de alambre, sosteniéndose las manos a través de los pequeños agujeros en la barrera. De repente, Catra había sentido una fuerza tirando de ella hacia atrás, y no importaba lo mucho que se esforzara, no podía liberarse. Adora también era alejada por dos guardias de la prisión detrás de ella. Adora estaba llamando a Catra para que la ayuda, pero Catra no podía responder. Trató, pero cada vez que abría la boca, no salía ni un sonido. Entonces de repente, todo se volvió oscuro y sentía como si estuviera cayendo. Y fue entonces cuando ella se despertó de golpe.

Catra respiró hondo, luchando para encender la luz y convencerse de que todo había sido un sueño. Una vez que ella se calmó y se aseguró a sí misma que estaba a salvo, llegó a la conclusión de que ella nunca sería capaz de dormir tranquila esa noche. Así que se fue a dar un paseo. Por supuesto, salir a caminar probablemente no era la mejor idea en medio de la noche en la ciudad de Nueva York por sí misma. Pero ella era Catra, y ella actuó por sus impulsos. Así que se puso los zapatos y en silencio se dirigió fuera de la vivienda hacia al aire fresco. Sin embargo, su paseo tomó un giro dramático cuando ella miró con nostalgia el parque al otro lado de la calle. Ese parque había sido donde había regañado a Adora por recoger las flores, y donde había encontrado a Adora en el bosque bajo la lluvia torrencial. Ella respiró hondo, lentamente formándosele una idea. Caminó por la calle, afortunadamente ella sabía exactamente donde podía encontrar lo que necesitaba, y si ella caminaba a paso rápido podía lograrlo justo a tiempo. Sus Converse desgastadas la llevaron rápidamente por el bloque y finalmente terminó justo donde tenía que estar.
Después de comprar más de lo que debería, Catra decidió coger un taxi de vuelta al parque en lugar de tener que cargar todo. Diez minutos más tarde, se encontró en la esquina trasera del parque donde Adora había recogido las margaritas. Ella cavó en la zona donde las margaritas habían crecido. Usando la colección de flores que había comprado, las plantó con cuidado a lo largo de la curva en la acera, asegurándose de que las amarillas estuvieran orgullosas en el medio. Antes de Adora, si a Catra le hubieran dicho que estaría plantando flores a medianoche, ella se reiría y pensaría que era una broma. Pero ahora, aquí estaba. Adora había traído la espontaneidad a su vida, y ahora Catra se encontraba a sí misma haciendo cosas que ella nunca pensó que haría. E incluso disfrutándolo.

Una hora más tarde, todas las flores que había comprado estaban plantadas de forma ordenada en el pequeño rincón del parque. Tal vez esta era una forma retorcida de compensar el gritarle a Adora por las margaritas, pero de cualquier manera, había mantenido su mente ocupada por una buena cantidad de tiempo.
Ella dio un paso atrás y admiró el pequeño jardín que había creado, deseando que Adora pudiera haber estado allí para verlo. Catra pensó en el día en que le había dicho a Adora que el amor no era acerca de la posesión, y que se trataba de apreciación. Mirando hacia atrás ahora, Catra odiaba el hecho de que esa declaración era verdad. Porque demonios, ella podía apreciar a Adora no importara lo lejos que la chica estuviera. Pero ella quería a Adora aquí. Con ella. Y en este momento, eso no era posible.
Se sentó en el banquillo por un tiempo, simplemente admirando su obra. No se dio cuenta de cuanto tiempo había estado fuera hasta que un rayo de sol se asomó por encima de los árboles y casi la cegó. Suspirando, tomó la decisión de que a pesar de que tenía clases ese día, ella merecía un día de descanso.
En el momento en que entró por la puerta del apartamento, sus tres compañeras de cuarto corrieron a su alrededor.

"¿Dónde diablos estabas?" Scorpia miró a la chica de arriba a abajo para asegurarse de que estuviera bien.

"Fui a dar un paseo." Catra se encogió de hombros, sin querer revelar lo que en realidad había estado haciendo. Ella ya había conseguido suficientes comentarios de sus amigas, y no estaba de humor para ninguno más.