Capítulo 23

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Catra...

Catra... 

"¡Catra!" Catra se despertó sobresaltada cuando la manta fue jalada, lo que hizo que la morena que estaba enredada en ella volara fuera de la cama y cayera al suelo con un fuerte ruido. Se quejó todavía medio dormida y miró a Scorpia y a Entrapta de pie encima de ella." Tú tienes la culpa de que te cayeras" Scorpia tiró la manta al suelo. "Hoy es el día, vístete y lleva tu culo abajo para el desayuno."

La chica de ojos bicolor esperó hasta que sus compañeras se fueran para desenredarse a sí misma de las mantas tropezando sobre sus pies.

Hoy era el día. El juicio de Adora. El día en que las cosas podrían llegar a ser 100% más reales.

Diciéndose a sí misma no pensar en ello, Catra colocó música en sus altavoces para mantener su mente ocupada. Ella se cambió unos leggins y una camiseta de una banda, poniéndose su chaqueta de cuero encima ya que la temperatura decrecía. Se miró en el espejo, dándose cuenta de lo agotada que estaba, pero coincidía con la forma en que se sentía. Suspirando, se echó agua fría en la cara para tratar de despertar, pero no ayudó de mucho.
En el momento en que puso un pie en la cocina, un tazón de cereales se posó en sus manos. Mermista le dio una suave sonrisa y apuntó con la cabeza hacia sus otras compañeras en la sala de estar. Catra se sentó en la alfombra ya que el sofá estaba lleno, dándose cuenta de que estaba sentada en el lugar habitual de Adora. Se tragó el nudo en la garganta y miró a sus compañeras.

"¿Nerviosa?" le preguntó Entrapta. Catra asintió tomando un bocado de su comida y jugando nerviosamente con un mechón de la alfombra. "No eres la única" la chica de piel oscura respondió, señalando a las otras dos chicas en el sofá y a ella misma. "Ninguna de nosotras sabe qué esperar."

Catra se mordió el labio. Al menos ella no estaba sola en esto. No sabía qué hubiera hecho si hubiera manejando todo esto sola. "Gracias chicas" susurró, asintiendo con la cabeza una vez. "No sé que haría sin ustedes."

"Nos metimos en esto juntas, es justo que lo resolvamos juntas" Mermista asintió, dando a la chica en el suelo una suave sonrisa. Catra le devolvió el gesto y terminó el resto de su desayuno en silencio. Sin embargo esto fue una mala idea, ya que solo permitía que sus pensamientos empezaran a correr. Independientemente de lo que pasara ese día, ella estaría en la misma habitación que Adora. Ella iba a ver su cara, y seguiría tratando de aferrarse a esa simple bendición. Y tal vez, solo tal vez, ella conseguiría abrazarla.

El viaje hasta el tribunal fue en total silencio, aparte de las quejas ocasionales de Scorpia sobre el tráfico. Las cuatro chicas estaban extremadamente nerviosas. Catra empezó a morder ansiosamente sus uñas, un hábito que había tenido desde que era un niña.

"Aquí estamos" Scorpia exhaló. Aparcando el coche, la peliblanca contempló el edificio en frente de ellas y respiró hondo. Al minuto en que Catra vio el nombre del edificio, se sintió mal del estómago. Esto realmente estaba sucediendo, no era solo un sueño. Las otras tres chicas se bajaron del coche, pero Catra permaneció congelada en su asiento teniendo toda clase de pensamientos en su mente.

Esto era real...

Se sobresaltó cuando sintió una mano en su hombro, volviéndose y encontrándose con la mano tendida de Scorpia para ayudarla a salir del coche. Tragándose el nudo en la garganta, Catra permitió que la otra chica la llevara fuera del coche para así subir las escaleras de la corte.

Diez minutos más tarde, las cuatro amigas estaban sentadas en un banco de madera incómodo, escaneando la habitación nerviosamente. Catra se mordió el labio. "Me siento mal del estómago." murmuró. Mermista, que estaba sentada a su lado, le puso una mano en su rodilla y le dio una sonrisa de apoyo. Catra solo suspiró y se miró las manos que estaban sobre su regazo. El sonido de los pasos atrajo su atención a la parte delantera de la sala, y su corazón dio un vuelco en su pecho al segundo que vio la sudadera amarilla, la misma que le había dado a Adora, la misma que Adora llevaba la noche en la que se la llevaron. Lo que hizo aún más fuerte el impacto fue la chica que llevaba la sudadera. Catra sintió inmediatamente a Scorpia y a Entrapta agarrando sus manos para tratar de consolarla, pero ella ya sentía un nudo formándose en su garganta. Adora todavía no la había visto. De hecho, la chica más pequeña mantuvo sus ojos fijos en el suelo todo el tiempo. Estaba sin habla cuando uno de los agentes la llevo a la parte delantera de la sala para sentarse. Fue solo entonces cuando Adora levantó la cabeza y miró con timidez por la habitación. Los ojos celestes se encontraron con los bicolor y Catra juró que su corazón dejó de latir. El agarre de Scorpia en su mano se apretó. Adora estudió la cara de Catra por un segundo, como si ella estuviera asegurándose de que fuera ella.

Yellow - CATRADORA AU [Adaptación-Traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora