I hate you... don't I?

Cambios... Nueva vida.

-¡___________!- exclamó mi mamá desde el primer piso- llegaremos tarde al aeropuerto, no podemos perder el vuelo-

-¡Ya va!- grité desde mi habitación, por motivos de trabajo, mis padres, mi hermano y yo, nos tenemos que trasladar a Canadá.

No me gustaba la idea de irme de mi país, sin embargo mis padres me habían convencido con que nos íbamos a quedar en un hotel lujoso, pero luego Pattie, la mejor amiga de mi mamá, la convenció de que nos quedáramos en su casa, que era muy grande, podían tener más contacto y bla bla bla...

Agarré mis maletas y me despedí de mi cuarto, bajé corriendo las escaleras y mi familia ya estaba reunida.

-Hijos, tengo que avisarles que a la casa que vamos, hay dos niños pequeños y un adolescente- Dijo sonriendo- Podrían ser amigos- dirigió su mirada a mí y yo aparté la cara.

-No voy a dejar que ningún mocoso se acerque a la pequeño monstruo- Habló mi hermano, David.

-No seas tan sobreprotector- murmuré mientras lo fulminaba con la mirada.

-No te preocupes hijo, el muchacho tiene novia- Esta vez habló papá- Además, ella con ese genio no la soporta nadie- los dos comenzaron a reírse, les encantaba burlarse de mí, yo me limité a rodar los ojos.

Llegamos al aeropuerto y abordamos, luego de unas cuantas horas, llegamos a Canadá, Pattie nos estaba esperando con un cartel que decía "Bienvenidos familia Thompson"

Mi mamá chilló de felicidad al verla y ella hizo lo mismo, parecían adolescentes, lo único bueno de este traslado es que ella estaba feliz.

-Que grande están- Río Pattie- Yo que los vi cuando sólo eran unos bebés, ya son maduros-

-Yo lo soy- dijo David mientras la abrazaba- a la pequeño monstruo le falta mucho para madurar-

-No soy fruta- me burlé y abracé también a Pattie, luego ella saludó a mi papá y nos fuimos a su casa.

Era una casa grande, con un jardín inmeso, dos fuentes en forma de sirena a la entrada, rodeada de hermosas plantas, al entrar, nos encontramos con el salón, amplio con dos plasmas y muebles con una decoración de piel de vaca, pasamos por la cocina... una cocina de ensueño, en el fondo de mi mente escuchaba a Pattie decir algo como que nos mostraba la casa, luego subió unas escaleras y creo que dijo que nos i a a mostrar las habitaciones.

Entramos en un pasillo que tenía cuatro puertas, dos de un lado y dos del otro, más adelante habían cuatro puertas más.

-La primera es para ustedes- le dijo a mis padres- la de en frente para David y la última para ___________, en media hora estará la cena, si gustan pueden bajar a comer- dicho esto se retiró.

Entré a mi cuarto y tenía una cama como para cinco personas, sus sábanas eran color rosado y morado, a los lados de la cama había mesitas de noche, una de ellas tenía una lámpara, había un armario grande a un lado derecho de la habitación y al otro lado, una puerta, lo que supuse que era el baño, al lado de las puertas habían unos tres puff y por último una mesa rectangular de vidrio con una silla rotatoria.

-¿Te gusta la habitación?- Habló una pequeña desde la puerta- Mi hermano y yo la arreglamos. Me agaché para poder estar a su altura.

-Sí, me gusta mucho, gracias- le sonreí a la pequeña rubia con ojos verdes.

-Si quieres puedo ayudarte a desempacar-

-Claro dulzura, tú me dirás dónde poner las cosas- ella comenzó a saltar y aplaudir.

-Mi nombre es Jazzy-

-El mío ___________-

-Jazzy, ya te he dicho que no me escondas las llaves del auto- se escuchó una voz en el pasillo y la pequeña se escondió para que no la vieran.

El dueño de la voz llegó a mi puerta y comenzó a analizarme, desde mis converses, y mi jean hasta mi blusa con la bandera de inglaterra. Él tenía un cuerpo musculoso, era alto y sus ojos mieles, de seguro un idiota.

-¿Ves algo que te guste? - lo fulminaba con la mirada.

-No, no veo nada en especial, en realidad hay mejores, mucho mejores- respondió con mi mismo tono.