I hate you... don't I?

Gomez.

Luego de una media hora llegamos a la universidad, el idiota y yo no habíamos dicho ni una sola palabra.

Mi nuevo lugar de estudio era grande, a esta hora empezaba a preguntarme si había algo en esta familia que no fuera lujoso.

Estacionó su auto donde había cierta cantidad de gente reunida, algunas porristas y jugadores de basquetball incluidos,  una porrista con cabello negro ondulado y trigueña se acercó a la puerta del idiota.

-Cuchurrumí, no te vi en todo el fin de semana, te extrañé- dijo haciendo un puchero, él la agarró de la cintura y la besó,  mientras tanto yo me bajaba del auto-¿Quién es ella?- preguntó recelosa.

-Hija de la familia que te dije que se mudaría, amor-

-No quiero que se fije en ti- volvió a hacer pucheros.

-Mira cariño- comencé sarcásticamente- primero, se te va a quedar la boca así- en seguida compuso su boca y casi me río,  casi- y segundo, nunca me fijaría en tu bobomí, bubuchi o como sea-

-Eso espero- dijo abrazando más al idiota y yo me retiré.

Cinco minutos después de buscar mi nuevo salón, entré y me presenté con el profesor antes de que llegaran los estudiantes, él me dijo que tenía que continuar junto a él para presentarme,  genial.

Cuando todos los asientos se llenaron, incluyendo al idiota y su novia, el profesor pasó a presentarme.

-Tenemos una estudiante transferida, su nombre es ___________ Thompson, espero que le den una buena acogida- luego de analizar todo el salón dijo- Querida, siéntate al lado de la senorita Beadles- me senté al lado de la chica que señaló,  su cabello era largo castaño claro, su piel blanca y ojos claros y él comenzó su clase.

-Hola, soy Caitlin- se presentó la chica.

-Soy ___________ Thompson- sonreí

-¿Por qué te mudaste a Canadá?-

-Porque a mis papás les pidieron un traslado obligatorio-

-Eso no debe ser lindo- Río.

-No lo es para nada- concordé.

-Vi que bajabas del auto con Justin, ¿Es cierto que vivirás con él? -

-Muy cierto-

-Eres afortunada, la mayoría de las chicas quisieran estar en tu lugar- volvió a reír.

-¿Entre esas tú?- pregunté curiosa y su risa se detuvo.

-Oh no, él y yo fuimos novios, ahora somos amigos y no quisiera volver a ser su novia-

-¿Por?-

-Ha cambiado mucho desde que entró al equipo y sale con Selena- en eso suena el timbre y ella comienza a recoger sus libros, primera clase y no había prestado atención.

-¿Podrías decirme donde queda el salón 305?-

-Claro, yo voy para el 304, vamos- íbamos caminando y hablando hasta que llegamos a nuestros salones-¿Nos vemos en el almuerzo?-

-Claro- sonreí.

Pasaron tres clases más y llegó la hora del amuerzo, fui a la cafetería y llené mi bandeja con comida, luego me dirigí a la mesa donde estaba Caitlin.

-Vas a conocer a mis amigos- Habló antes de que me sentara en la mesa.

-¿Cómo se llaman?- pregunté con la boca llena de cereal.

-Christian, mi hermano, Ryan y Chaz- en eso llegan los tres y ella va señalando cada uno- él es Chaz, él Christian y él Ryan, chicos,  ella es ___________- duramos hablando todo el almuerzo y luego salimos al campus,  teníamos el resto de la tarde libre y al parecer tenía que esperar a que el idiota terminara su práctica de basquetball para que me llevara, los chicos me hicieron el favor de acompañarme hasta que por un lado vi a un grupo de porristas haciendo ¿Audiciones?

-¿Qué hacen ellas?- las señalé y los chicos pararon su conversaciones para ver.

-Son las audiciones para el grupo de porristas- Dijo Chaz- ¿Estás interesada?- preguntó sonriendo.

-Sería genial entrar- contesté.

-Tendrás que arreglártelas con Gomez- comentó Ryan poniendo sus manos en la cabeza.

-¿Gomez?- pregunté.

-Selena- Aclaró Cait y sonreí.

-Se pone más interesante- murmuré y luego mire mi ropa,  unos shorts, tenis y una blusa servían para bailar y la coreografía que ellas imponían no era tan difícil.

Nos acercamos a donde estaban haciendo las audiciones, ellos se quedaron en unas gradas cercanas mientras yo iba a donde estaban ellas.

-¿Qué haces aquí? - preguntó Gomez.

-Vengo a la audición- dije inocentemente.

-Para pasar vas a tener que seguir mis pasos, sin equivocarte, y como has podido ver, ninguna chica ha pasado-

-Yo no soy igual a ellas- la desafié.

-Bien- dijo sonriendo como si supiera que voy a fallar- Ashley- llamó a una rubia ojos azules- Enseñémosle cómo se baila- las dos sonrieron y la música empezó.

Luego de cinco minutos, era mi turno.

Hice la coreografía sin ningún problema e incluso le añadí parte de mi propia coreografía,  el grupo de porristas me aplaudió menos Gomez y Ashley.

-Felicidades- dijo con ironía- pasaste-

-Vamos a ver si aguantas lo que es ser una porrista- Habló la rubia oxigenada.

-Vamos a ver si ustedes soportan mi ritmo- dicho esto me retiré.

-¡Los ensayos son después de clase, si llegas tarde te expulsamos!- gritó Gomez.

"No te daré ese gusto" pensé y luego reí.