Perras everywhere.

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Eran las siete de la mañana y ya estaba casi lista para ir a la universidad, sólo faltaba arreglarme el cabello, pero estaba tan mojado que si lo dejaba secar al aire libre, se esponjaba.

Cogí el secador y me senté en la peinadora, cuando prendí el aparato, mucho... ¿polvo? salió de él disparado hacia mí.

Escuché risas en la puerta del cuarto y vi a Bieber con un tarro de harina en la mano.

-¿Volviste a las bromas?- pregunté antes de tratar de matarlo.

-Es divertido- continuó riendo, llegó hasta donde yo estaba y vació lo que quedaba del tarro en mí, genial- Que tengas lindo día- dijo antes de salir.

Fue necesario darme un nuevo baño, até mi cabello en una coleta alta y salí a la universidad, iba a llegar tarde.

No llegué a entrar a la primera clase, así que me tocó esperar en el pasillo.

-¿Qué pasó que no llegaste temprano?- preguntó haciéndose el inocente.

-¿No tienes clase, Bieber?-

-Hora libre- él estaba dispuesto a seguir su camino, pero yo lo impedí sacando un pie para que callera contra el piso.

Puso las manos impidiendo golpearse el pecho, hizo un estilo de flexión y se levantó.

Me tomó de la cintura por atrás y me tapó la boca, luego me llevó a un cuarto pequeño que era como de limpieza.

-¿Quieres seguir con este jueguito?- dijo- Mi apuesta sigue en pie-

-¿De qué hablas?-

-Terminarás en mi cama-

-Menudo descarado- tenía mis manis agarradas lo que impedía que le pegara una dulce cachetada.

El timbre sonó.

-Déjame ir a clases-

-No- contestó.

-¿Por qué no?-

-Porque no quiero-

-Entonces, ¿Qué quieres?-

-Besarte-

-No seas idiota y suéltame-

-No-

-Comenzaré a gritar-

-Como quieras-

-¡Auxilio, ayudaa!- gritaba y él sólo reía- ¡Alguien que me saque!-

La puerta se abrió revelando una sombra en todo el pequeño cuarto.

-Suelta a mi novia, idiota- James me jaló haciendo que quedara detrás de su espalda y ellos se enfrentaban pecho contra pecho.

-¡Chicos!- gritó una voz melodiosa- Los he estado buscando, necesitamos ensayar-

-Profesora, nosotros no...- traté de intervenir.

-Vamos- dijo y comenzó a pavonearse hacia el salón de música. James me miró.

-¿De qué habla?-

-Bieber y yo vamos a participar en un concurso musical- el alzó una ceja, suspiré- te cuento después- le di un pequeño beso en los labios y fui al salón de música con Bieber en mis talones.

-Bueno, tengo la canción que quiero que canten- Habló ella cuando entramos- Primero quiero que se la aprendan y se familiaricen con ella, de todas maneras tenemos tiempo, el concurso es a finales de año-

I hate you... don't I?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora