I hate you... don't I?

Así me quieres.

"Smooth talkin so rockin
hes got everything that a girls wantin
hes a cutie he plays it groovy
and i cant keep myself
from doing somethin stupid

think im really falling for his smile
theres butterflies when he says my name

hes got something special
hes got something special
and when hes looking at me
I wanna get all sentimental
hes got something special
hes got something special
I can hardly breathe
somethings telling me telling me
he could be the one" - He could be the one, Hannah Montana.

Pasábamos todo el tiempo hablando o haciendo cualquier cosa para distraernos de la situación en la que nos encontrábamos.

Había pasado una semana ya, sólo iba a casa a los medios días que me sacaban del hospital, nuestros padres no habían vuelto, la nevada continuaba... en donde sea que estuvieran.

Estábamos los dos acostados en la camilla, su brazo bueno rodeaba mi cintura y su barbilla se encontraba en la cima de mi cabeza, veíamos tv.

-Es muy ridículo que dude, Edward es más lindo y el mejor- comenté, nos veíamos Eclipse.

-Yo veo el normal que esté confundida-

-Pero si siempre ha amado a Edward y eso de que se ande besando con Jake cuando está comprometida...-

-Lo hizo para que no se matara-

-Es muy arrecha- el rió.

-Le salvó la vida-

-Edward es comprensivo, yo le hubiera terminado si estando comprometida besa a otra-

-No creo que sólo le hayas terminado-

-¿A qué te refieres?- nos sentamos y acomodamos nuestras espaldas a la pared, su brazo seguía en el mismo lugar.

-Que de seguro lo matas-

-¿Yo?- me hice la indignada colocanco una mano en mi pecho- Soy un angelito-

-Claro... un angelito de abajo- abrí mi boca formando una O.

-Que malo eres- se acercó y unió nuestros labios.

-Así me quieres- dijo separándose sólo un poco.

-Nunca he dicho tal barbaridad-

-No, pero yo lo sé-

-No te engañes- sonreí, unió nuestras frentes.

-No lo hago- devolvió la sonrisa, íbamos a besarnos de nuevo, pero sentimos la puerta abrirse.

-Bueno muchachos, creo que ya han pasado mucho tiempo aquí- anunció el médico con una sonrisa.

-¿Eso significa que me darán de alta?- el médico asintió.

-Estuvimos revisando las ecografías de tus brazos y piernas, fueron mal analizadas, no tienes fractura, sólo dobladuras, esos yesos te los puedes quitar en una semana y tengo que hacerte la excusa para la universidad-

-Estamos de vacaciones-

-Bueno, mucho mejor, haré la autorización para que salgan de aquí- comenzó a retirarle los cables que tenía atados y yo salí un momento de la habitación.

Mi hermano estaba esperándome afuera.

-Por fin saldremos de aquí, monstruo- suspiré.

-Sí, por fin-

-No me molesta- dijo.

-¿Y ahora de qué hablas?-

-No me molesta que estén juntos- sentí mi cara calentarse.

-No estamos juntos- comencé a caminar rumbo a la cafetería.

-Te la has pasado aquí, monstruo y he visto cómo se miran- dijo detrás mío.

-Eso no es cierto- me tomó del brazo.

-¿Hasta cuando vas a negar que te gusta?-

-Yo... no puede gustarme-

-¿Y tú de qué hablas ahora?-

-Es un mujeriego-

-Desde que está contigo no ha estado con ninguna otra-

-¡Hemos estado en un hospital!- cuando todas las miradas se posaron en nosotros suspiré- Si él me llegara a demostrar que no será un mujeriego y que le gusto, tal vez pueda que me guste-

-Ganas de retrasar las cosas, cuando pase algún contratiempo y no lo tengas a tu lado, vas a arrepentirte- dicho eso me dejó sola de pie en medio de la cafetería.

Cuando salimos todos del hospital, nos tocó ir a Justin y a mí detrás mientras mi hermano manejaba, mi hermano iba con los audífonos puestos hablando con quién sabe quién.

-Hey, ¿Te pasa algo?- Justin tenía su brazo alrededor de mis hombros y yo había pasado todo el viaje mirando por la ventana.

-No, ¿Por qué lo piensas?- ni siquiera me atreví a mirarlo.

-Por nada- murmuró.

Ayudé a que se bajara y a subir las escaleras, esa fue la parte más difícil, lo acosté en su cama y me quedó mirando.

-No tienes que hacer todo esto- fruncí el ceño.

-Por mi culpa estás así-

-Son sólo dobladuras, fue antojo del médico dejarme estos yesos-

-De todas maneras...- se hizo a un lado de la cama y palmeó el otro.

-Ven acá- me senté y apoyé mi cabeza en su hombro, él rodeó sus brazos a mi alrededor como ya acostumbraba a hacerlo- ¿Ahora me dirás que tienes?-

-Estoy cansada- suspiré- Y desanimada-

-¿Desanimada?-

-Fue una semana muy estresante-

-Tal vez yo pueda arreglar eso-

-¿Cómo?- lo miré, se acercó y me besó.