. t r e c e .

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El mes de Julio resplandecía y traía buena pinta. Había muchos planes en la vida de todos.

Chanyeol y Jin habían decidido pasar las vacaciones en Seúl junto a su hermana Moonbyul, principalmente para estar junto a sus amigos.

Yoongi tenía un mes de vacaciones plenas, aparte que ayudaría a Jungkook inscribirse en la universidad dónde el asistía. Se encargaría de darle algunas lecciones para el examen general que debía pasar para ser admitido.

Jimin seguiría trabajando muy duro, pues sus planes eran entrar a la universidad, pero quizás él hasta el próximo año. Por lo tanto, no tendría mucho en mente, planeaba ese verano muy tranquilo y sin excesos.

Por último y no menos importante, Taehyung tenía planeado salirse de casa lo antes posible, buscar un trabajo de lo que sea, lo que quería era juntar bastante dinero para largarse del infierno que sin previo aviso se presentaba en su casa.

Y esos pensamientos no lo dejaban en paz.

Lo que ha llevado de su vida desde que tiene memoria es miedo; miedo siempre que escuchaba gritos de ira y llantos de dolor. Su casa era un infierno, no era feliz y sentía ahogarse cuando él era el centro de atención.

Sabía que estaba mal, dentro de sí mismo lo sabía pero no podía hacer mucho si no es que nada cuando los reclamos caían sobre su espalda. Su pecho dolía y no podía dejar de incriminarse; era la verdad.

Su madre bajaba la cabeza ante los actos de aquel hombre pues ella no debía ni podía entrometerse ante la palabra de él.

Taehyung no decía nada, prefería que los regaños fueran hacia él y no a su madre que parecía algún animal adiestrado con esa postura.  Deseaba salir de ahí, porque él antes intentó convencer a su mamá de irse lejos de aquel señor pero ella terminó golpeándolo por sugerir tal barbaridad.

Taehyung buscó alguna alternativa con su hermano pero él contestó un "Mientras me den de comer y un techo, que se maten."
Con una actitud tan mediocre, era digna de ponerse a llorar.

Mientras tanto, aquel hombre no paraba de decirle sus miles de defectos, los cuales se sabía de memoria. No había por qué repetirlos, ni siquiera aquel defecto con él que creció sin darse cuenta.

— Y cuidado dónde me entere que andes de .... — No pudo terminar la frase, la sola pronunciación le causaba arcadas. Taehyung tragó en seco.

— No lo hago. — Respondió en un susurro sin poder levantar la mirada.

— ¿Si sabes qué podría pasarte? — El hombre delgado se acercó a él levantando su mano dejando ver aquel viejo reloj que alguna vez marcó su rostro.

"La vergüenza de Dios. Jamás entraría a la tierra prometida, deseando mil veces la muerte pero Dios no me dará tal dicha, me dejara en el infierno, dónde pertenezco."

Recitó de memoria y sin titubear.
Tenía mucho miedo que eso pasara, su mayor miedo no era su familia porque si lo golpeaban o no, era lo de menos. Le temía a Dios, muchísimo; tanto que podría llorar un día entero por las posibilidades de su alma en el infierno (Aunque quizás ya se encontraba justo ahí.)

Aquel señor asintió con una sonrisa de miedo. Tomó la mano de su esposa para salir de la cocina e ir a su habitación sin hacer algún otro comentario.

Las lágrimas de Taehyung resbalaron por sus mejillas dejando un camino salado y amargo. Levantó por fin la mirada cuando la puerta de la habitación de ellos fue cerrada.

No dijo nada cuando vio a Baek junto a Momo en la puerta principal. Su amiga le miraba con miedo y preocupación, mientras su hermano mantenía un gesto neutral.

LOVE WHO LOVES YOU BACK •YOONMIN•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora