MARTES
Daba vueltas sobre el mismo lugar. Aquellas 4 paredes le hacían sentir asfixiado por la demanda de reclamos que decía la castaña sin parar.
Conocía de mujeres que explotaban y conocía a una más que bien.
— Ya te dije, todo es una mentira. — Le estrujo con la mirada pero ella no se inmutó, al contrario, ajustó sus lentes y cruzó sus brazos echando antes algunos mechones detrás de sus orejas.
— No te creo. — Forzó una sonrisa siendo borrada al instante. — ¿Tu me crees tonta o algo, Namjoon?
El mencionado detuvo su andar observando a su novia. Por supuesto que no la creía tonta, de hecho estaba por decirle que admiraba su suspicacia en todo. Ella era una chica a otro nivel, no se le comparaba a nadie.
— No mi amor, por supuesto que no. — Se acercó a ella acunando su rostro dejando un pequeño beso en sus labios. — Nayeon y yo no tenemos nada. Te he dicho millones de veces que ella es pasado para mi.
Jihyo le miro a los ojos, le quería creer pero no, no podía.
¿Cómo confiar en un hombre que le ponía excusas a su novia para verse con otra? Lo que le hacía sentir peor es que ella era la otra, o bueno, lo fue por un tiempo. Pero ella ganó ¿No es así?
— No me gusta nada que sigas viviendo cerca de su casa. — Fue un reclamo limpio por parte de la castaña, en verdad odiaba que Nayeon siguiera ahí merodeando. — Y yo te he dicho millones de veces que te mudes aquí conmigo.
Namjoon no resistió más y la tomó entre sus brazos tratando de calmar todo el torbellino de emociones que sentía su novia. La amaba, demasiado.
Encontró en ella lo que siempre había buscado en el mundo, todo lo que necesitaba después de Nayeon. ¿Estaba mal? Lo sabía, todo estaba desbordándose poco a poco llevándose consigo su estabilidad emocional.
Amaba a dos mujeres. Hubiera dado todo por Nayeon, su vida si fuese capaz pero ella no era para él. Desde un principio se vieron enredados de problemas, su familia no lo quería a él y muchísimas amenazas de muerte llegaron a su puerta, una demanda por secuestro aquella vez que escaparon juntos. Los padres de Namjoon siempre se dieron la vuelta aconsejando que dejara a la chica, que estaban a tiempo de separarse antes de que un embarazo se cruzara en el camino. Namjoon tuvo una gran idea, tal vez un bebé cambiaría todo.
Una vez siendo padres no podrían seguir metiéndose en sus vidas, pero lo intentó y no se logró. Nayeon siempre decía que estaba de acuerdo con intentarlo, a ella nunca le importaría tener un bebé con él, era el sueño de ambos pero jamás se logró.
Estaba dispuesto a dejar a Jihyo si Nayeon estuviera esperando un bebé suyo. Sería su último as bajo la manga, se juró que solo sería hombre de una sola mujer. Pero Nayeon supo de Jihyo y todo se fue a la mierda.
No la vio por mucho tiempo y tampoco intentó buscarla, simplemente se enfrentaron una vez pero Nayeon se veía terrible, demasiado enferma y agotada. No le reclamó, solo le dijo lo que todo mundo ya sabía y se encerró unos cuantos meses. Namjoon se sentía enfermo.
La había perdido para siempre, quería matarse y dejar de provocar problemas a todos, más de una vez pensó en el suicidio pero no podía; terminaba llorando por la asquerosa vida que le tocó vivir.
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LOVE WHO LOVES YOU BACK •YOONMIN•
FanfictionJimin había dejado un grave problema en Seúl a sus cortos 18 años. Fue un golpe a su realidad, así que no se opuso cuando su padre fue furioso en busca de él y lo llevó de regreso a Busan, donde pertenecía junto a su hermano menor. Desde ese moment...