Jimin había dejado un grave problema en Seúl a sus cortos 18 años. Fue un golpe a su realidad, así que no se opuso cuando su padre fue furioso en busca de él y lo llevó de regreso a Busan, donde pertenecía junto a su hermano menor.
Desde ese moment...
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"Nos preocupa que algo como una reputación falsa pueda interponerse en nuestro camino para encontrar un amor real, alguien con quien compartir una vida."
Taylor Swift
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Septiembre 2008
Los gritos no cesaban. Se escuchaban golpes, vidrios quebrados, insultos y el llanto de una persona pero no podía identificar de donde provenian.
Se encontraba de pie frente a una cama de hospital pequeña. Frunció sus cejas intentando entender que pasaba pero una fuerte llovizna caía sobre él, los sonidos se intensificaron y el agua cada vez se veía más clara. De pronto todo cesó y escuchó la voz de su hermano a lo lejos.
Entonces despertó.
Los ojos le pasaban. No podía ni siquiera abrirlos pero apostaría su casa a que esa voz y esa pésima pronunciación al cantar Happy Birthday le pertenecían a su hermano mayor.
— ¡Feliz cumpleaños! — Gritó Jimin agitando los hombros de su hermano menor. — ¡Vamos, Jungkook! ¡Pide un deseo antes de que esto se vaya a la mierda!
Jungkook abrió uno a uno sus ojos y lo primero que vio fue a Jimin sentado junto a él cargando un bonito Brownie con una vela encima. Jungkook hizo una mueca y Jimin parecía haber entendido el gesto de su hermano menor.
— No tiene marihuana si es lo que piensas. Anda, sopla. — Le animó de nuevo y Jungkook sonrió por primera vez en el día. Pidió un pequeño deseo y después apagó la vela.
Jimin aplaudió emocionado dejando de lado el plato del brownie y se abalanzó hacía su hermano para darle un fuerte abrazo. Jungkook le devolvió el abrazo a pesar de ser medio cosquilludo en ese tema.
— Gracias, Jimin. — Dijo el menor y su hermano se separó de él. Se quedaron viendo unos instantes, Jungkook buscaba algún ruido más o alguna señal de otra persona pero la habitación solo estaba llena gracias a ellos dos.
Jimin captó la mirada inquieta de su hermano y fingió no darse cuenta.
— No es nada, tal vez considere llevarte a cenar o comer. — Jimin seguía sonriendo pero algo en esa sonrisa no le gustaba a Jungkook. — El otro día fuí con Yoongi a un restaurante japonés, podemos ir si quieres.
