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Zayn no cabía de alegría y lo demostraba en cada acción y/o gesto que hacía. Incluso llamó a sus dos amigos y les contó todo lo ocurrido, cosa que él no solía hacer nunca.

El día anterior acordaron (Liam y él) que saldrían una vez cada dos días, al principio no le gustó mucho la idea puesto que él quería verlo a diario, pero este lo convenció diciéndole que necesitaba tiempo para preparar las cosas con antelación y que sería más especial cada vez que se vieran porque se extrañarían. No podía argumentar nada en contra de eso, ya que apenas eran horas las que llevaban sin verse y ya lo extrañaba mucho.
—Me pregunto que haremos este jueves —se dijo sonriente—. Espero que revivamos la primera vez que hicimos el amor. Eso sería perfecto. —Se sorprendió un poco a sí mismo por esos pensamientos y preguntas de colegiala enamorada, pero no podía evitarlo, así era como se sentía después de todo—. ¿Cómo pude ser tan imbécil como para pensar siquiera en separarme de Liam? —se cuestionó asustado—. Debo intentar enmendar las cosas.

✹✹✹

Liam estaba comiendo un par de tostadas mientras veía la televisión... O eso pretendía. Su mente vagaba en los días que había revivido con Zayn, en todas las cosas que él le confesó hasta ahora y a la vez su mente le hacía volver más atrás y recordar las humillaciones, gritos y maltratos, que aunque ya había perdonado a su marido por ello, no quitaba el hecho de que aún le dolía recordarlo. Pero nada hacía doler más su pecho que aquel amargo recuerdo del día en que conoció a la rubia en persona, fue como conocer al diablo o el rostro de tu verdugo, al menos así lo sentía él.

Suspiró pesadamente, pasado mañana sería su próxima salida con el moreno, el dolor y amor que sentía cada vez que lo veía eran agobiantes, terminaba exhausto después de cada día.
—¿Por qué me haces esto? —preguntó hacia la nada, pero obviamente iba dirigido a su marido—. ¿Por qué tienes que ser tan tierno después de todo el infierno que me hiciste pasar? —pasó una mano por su cabello—. ¿Por qué soy así? ¿Por qué no puedo simplemente dejar de amarte? ¿Por qué tiene que ser tan duro? Se supone que el amor es alegría y paz, no tristeza y angustia.

—¿Te encuentras bien, Liam? —escuchó a Anne preguntar. Ni siquiera se había dado cuenta en que momento llegó ahí.

—Aaah... Sí. Sí no se preocupe, solo estoy algo pensativo.

—¿Son tus hijos? ¿Ellos están bien?

—Sí, sí lo están. De hecho hace unos minutos terminé de hablar con mi mamá, los niños aman quedarse con ella —sonrió sin mostrar los dientes.

—Ya veo. Pero si no es por tus hijos... ¿Entonces es por Zayn? —Anne no estaba enterada de nada del divorcio y las peleas con Zayn, no tenía por qué enterarse después de todo, no había necesidad.

—No, todo está bien con él. En serio no me pasa nada, Anne, tranquila —aseguró sonriendo. Cualquiera le habría creído, pero ella no era cualquiera, ella era madre.

—No tienes que guardar tus sentimientos, cariño, puedo ver en tu mirada un corazón triste —dijo sentándose a su lado—. ¿Quieres contarme? Tal vez así te sientas un poco mejor.

—No es necesario.

—Siempre es bueno desahogarse con alguien —dio una suave caricia a su rodilla.

Liam suspiró, quizás si necesitaba eso.
— Bien. Pasa que mi matrimonio no ha sido el mismo desde hace dos años aproximadamente, se está llendo en picada digamos. Y bueno, creo que nos divorciaremos pronto y me preocupa mucho por los niños, ¿sabe?

—Oh, cariño —lo abrazó— lo siento mucho. Aunque yo creo que no deberías preocuparte tanto por eso, no es como que los vayas a alejar de su padre y nunca dejarlos verlo, ¿o sí?

Don't leave me please || Ziam PalikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora