Don't leave me please || Ziam Palik

22

Domingo.
02:16 p.m.

Liam estaba terminando de empacar sus cosas, hoy era el último día en el pueblo y mañana temprano volverían a la ciudad. Se sentía un poco triste, pero no tanto ya que allá era donde estaba su vida ahora, allí estaban sus padres, sus amigos, pero más importante, sus hermosos hijos a los cuales ya extrañaba demasiado.

Solo dejó fuera la ropa que se pondría ese día para su cita y cerró la maleta. Esta sería la cita más especial de todas a su parecer, y por ello estaba sumamente nervioso. Sería también la única vez que no recrearían lo vivido en el mismo lugar, no, esta vez era importante, así que sería en un sitio mucho mejor.

Apenas despertó le había enviado un mensaje a Zayn con la hora y lugar de su encuentro, sería ya tarde.

—¡Vuelvo más tarde! —anunció a Anne antes de salir.

Caminó varios minutos hasta su destino, al ser ese un pequeño pueblo no había taxis y por ello no tenía elección. Al llegar vio a un chico (no tendría más de veintitrés años, pensó) aproximarse hacia él con una gran sonrisa.
—Buenas tardes. ¿Usted es Liam James Malik? —extendió su brazo hacia él.

—Sí, soy yo —estrechó su mano y sonrió.

—¿Quiere entrar a ver el lugar? —ofreció el muchacho.

—Por favor —respondió con un leve asentimiento.

—Bien, pase usted —se hizo a un lado para que el castaño pudiese entrar.

—Muchas gracias.

El joven dió un recorrido a Liam de todo el lugar y este quedó fascinado.
—¿Entonces? ¿Qué dice, señor Malik?

—Digo que es perfecto. Acepto —respondió entregándole el pago acordado.

—Excelente —sonrió—. Aquí tiene —dijo entregándole las llaves— que lo disfrute.

—Gracias. —El muchacho se fue dejando a Liam solo ahí. Entró y nuevamente recorrió todo, era simplemente hermoso—. Gran elección, Payne, gran elección —se halagó.

Había rentado una preciosa y bastante lujosa cabaña en medio de aquel verdoso bosque. Todo era muy rústico, y aunque era de una sola planta, eso a Liam le parecía perfecto. Había unos cuantos cuadros y muchas pieles por el lugar (artificiales por supuesto). En la sala había una gran televisión plasma, un largo sillón beige a juego con la peluda alfombra sobre la que se encontraba una pequeña mesa de vidrio. Todas las habitaciones en esa cabaña lucían espectaculares. Salió satisfecho de ahí para poder ir a comprar los ingredientes y decoración para la cena de esa noche.

Al volver traía la ropa que apartó  y cuatro bolsas con lo necesario para que todo saliera como quería. Prepararía magret de pato con salsa de vino tinto, la comida favorita del moreno, por supuesto.

✹✹✹

Pasó tres horas en tener todo listo, pero definitivamente había valido la pena. Se detuvo un momento para admirar su creación y sintió como su corazón se estrujaba al recordar la vez que hizo exactamente esto en su casa y Malik no llegó, todo se veía igual que aquel día.

Alejó ese pensamiento de su mente cerrando los ojos y sacudiendo levemente la cabeza, y continuó poniendo los últimos detalles.

Cuando por fin decidió que todo estaba listo fue a darse un baño.

✹✹✹

Zayn justo terminaba de bañarse y estaba vistiendose. Se pondría algo casual, ya que así se lo indicó Liam: constaba de una camisa gris, al igual que sus tenis y unos pantalones de chándal negros. Se colocó su reloj de pulsera y una gorra. Además, bajó el volúmen de su barba, le preguntó a Liam que tanto le gustaba y él respondió con un «te ves sexy con o sin ella, Zee». Él se sintió un tanto avergonzado por lo evidente que fue al dejársela por su antiguo cumplido, pero bueno, ya podía quitársela o rebajarla sin temor de dejar de gustarle al castaño.