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Pasaron los días y las cosas entre el matrimonio Malik Payne seguían igual: Zayn seguía llendo todos los días a buscar a Gigi para acostarse con ella y Liam seguía llorando todas las noches en silencio para no alarmar a sus hijos.

Harry, Liam y su pequeño Noah se encontraban en casa de Shawn mientras los otros dos hijos de Payne estaban en la escuela. El niño estaba distraído viendo caricaturas y los mayores hablaban.

—¿Aún peor? —cuestionó Harry a Liam—. ¿Eso es posible?

—Sí —Payne suspiró—, ya ni siquiera se molesta en fingir que estamos bien frente a los niños. Me ignora todo el poco tiempo que está en casa y ya se le hizo costumbre irse de fiesta con sus amigos y llegar hasta la madrugada.

—Ay, Liam —dijo Shawn, antes de acercarse más a él y acariciarle la espalda—. Me duele mucho verte así.

—Un día de estos moriré de un coraje —alegó el de íris esmeraldas—. Les juro que odio a Malik de una manera insospechable.

—Y aún hay algo un tanto peor que creo que debo contarte, Liam —comentó Shawn, rascándose la nuca.

—Te escucho —dijo el nombrado.

Mendes suspiró y comenzó:
—Sé que esto no me incumbe, ni a Niall, pero como tu amigo, casi hermano, siento la necesidad de contartelo y quizás-

—Ve directo al grano, por favor —interrumpió Liam, preocupado.

—De acuerdo —Shawn tomó aire y lo dijo sin más—: Zayn te está siendo infiel.

En ese momento Liam sintió como las pocas piezas que quedaban unidas de su corazón se rompían en mil pedazos. Siendo sinceros él ya se lo imaginaba, era demasiado obvio que Zayn le estaba siendo infiel, simplemente no quería aceptarlo, quería seguir creyendo las pobres excusas que aveces le daba su marido. Quería seguir creyendo que aún había esperanza para su matrimonio, para su familia, para su amor.
Palideció y sintió caer.

—Tranquilo, Li —dijo Mendes—, te voy a traer un vaso de jugo y ya vuelvo, ¿sí? —Se apresuró a ir por lo dicho y volvió de prisa, preocupado por su amigo.

—Disculpen —gruñó Harry, antes de subir por las escaleras dando fuertes pistones. Desbordaba rabia y no quería asustar al pequeño niño.

—De verdad lo siento, Lilí —dijo Shawn, entregándole la bebida—. Agh, ahora me siento culpable de causarte más tristezas, de verdad lo siento, yo-

—No —interrumpió un aturdido Liam—, al contrario, te agradezco mucho que me lo hayas contado. Sé que lo has hecho con la más pura intención, Shawnie —Sonrió débilmente. No quería llorar, ya había llorado demasiado, pero no podía evitarlo. Él siempre había sido muy sensible, y sobre todo si se trataba de su esposo e hijos.

Ambos se quedaron en silencio un momento hasta que un sollozo escapó de los labios de Liam y rompió en llanto.

Noah se percató de aquello y corrió a los brazos de su padre.
—¿Papi? —dijo apunto de llorar—. ¿Papi, por qué lloras? —cuestionó, haciendo un pequeño puchero y pronto también comenzó a llorar.

Liam se sintió aún peor por haber hecho llorar a su hijo y lloró más si eso era posible. Lo abrazó sin levantarlo, realmente no tenía fuerza para nada.
—No, mi amor, no llores —Sorbió su nariz—. N-no pasa nada —arrulló.

—¿Entonces por qué lloras, papi? —Lo miró aún con un puchero.

—Yo... y-yo... —No podía responder, sentía un nudo en la graganta y su voz se quebraba.

Don't leave me please || Ziam PalikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora