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Park Hayle.

—¡Jimin si no me devuelves mi tostada te arrepentirás! —estábamos comiendo bien felices, mis primos y mi tía se quedarán unos días en mi casa, Jimin es tan tragon que se había comido todas sus tostadas, y ahora quizo robarse una de las mías.

—¿Hasta que hora te quedaste con Jeon? —Jimin tenía una sonrisa muy pícara.

—¿Jeon? ¿El hijo de la familia Jeon estaba aquí? —mi padre se había paralizado.

—Si. —afirme.—¿Y porque no me dijeron nada? Quería saludarlo.

—Estuvo con tu hija todo el tiempo. —Jimin reía. —Uhm, solo porque la familia Jeon es de mi confianza, no te castigo. —mi padre frunció el ceño.

—¡Ay papá!

—No la avergüences Park. —habló mi tía—Obvio que son algo ¿no?

—¡Que! No.. No.

Todos rieron. —¡HAYLEEE! —los pequeños habían despertado.

—¡Pequeños! —me lancé a darles un fuerte abrazo. —Son dormilones. —chille.

—¡Y tú bien comelona! —dijo Baek riendo, causando que todos hicieran lo mismo.

—Bueno, ya me voy, adiós a todos. —sonreí—¡Jimin apresurate!

—Hoy no iré pequeña, iras sola.

Frunci el ceño, y realice pequeños pucheros. —Uhm, vale adiós.

Salí de mi casa, caminando hacia la parada del autobús, colocando mis audífonos en mis pequeñas orejas, escuchando una deliciosa música.

Después de mucho, el autobús había llegado, y este no tenía ningún asiento disponible, no tenía más que hacer, y quedarme parada en la mitad del autobús.

..

—¡HOSEOK TU PATRÓN! —el receso había empezado, mis amigos y yo estábamos iendo a comer un pedazo de pastel, Cloe y su mejor amigo ya se habían reconciliado. —Alys tu patrona. —Alys había reído, e intentó imitar a Hoseok.

—Jin tu patrón, perras. —este reía, con esa risa que nos hacía dolor en el estómago de la risa que esta causaba.

—Oigan. —me prestaron atención—Debo contarles algo.

—Dale Hayle, sueltalo. —Hoseok sacudía sus manos.

—Vale, ¿Se han dado cuenta que Jeon Jungkook ya no me molesta?

—Si, es un poco raro, tal vez esta...—interrumpí antes de que Cloe acabará de hablar.

—Me pidió perdón, y me dijo que seamos amigos.

—¡QUEEE! —gritaron todos al unísono.

—Si. —sonreí—y ayer fue a mi casa, a disque enseñarme matemáticas, y resulta.
Que toda mi familia sabía quien era el, era un amigo de la "familia"

—Me alegro mucho que no te moleste más, pero no te confíes tanto. Nadie sabe con que saldrá después, cuidate. —Hoseok empezó a jugar con mi cabello. —¡Cómo es que hueles tan bien, Joder!

El timbre atacaba un vez más, dimos pasos ágiles para llegar al salón, Jeon Jungkook estaba caminando un poco sudado, y algo despeinado. —Te olvidaste de tu profesor. —se acercó a mi sonriente.

—¿Qué profesor? —pregunte.

—Obvio yo, boba.

—Uhm, eres el profesor más modesto de todo el planeta. —rodee mis ojos, y le sonríe, tenía miedo sonreírle, este siempre me ve, y no aparta su mirada de mi. Eso me incómoda un poco. —¡Que asco, sudaste demasiado. —mire si cabello un poco mojado. Se veía demasiado bien.

—S-si es que jugué fútbol. —tartamudeo.

—Claaaro.

Jeon Jungkook.

El calor abundaba demasiado, nuestros cuerpos estaban haciendo lo suyo, su boca pasó por mi abdomen, provocandome un poco de placer.

Jery me miro, en ese instante me sonrió, y seguía preguntandome porque no me hace sentir lo mismo que Hayle cuando lo hace. Seguimos besandonos, en el baño de la piscina, ese lugar es muy solitario.

—Vístete. —lancé el uniforme de Jery, mientras me ponía los pantalones.

Salí un rato de este, y el timbre había sonado, encamine al salón, estaba muy despeinado, y algo sudado. Mientras caminaba, Hayle estaba con sus amigos, riendo como de costumbre.
Platicamos un poco, fue una charla muy corta, pero cuando Hayle sonríe, hace que miles de gusanos pasearan por mi estómago.

Pero me atonte un poco cuando me había dicho algo de lo sudado que estaba. Le mentí, obviamente le mentí.

No le diría que estaba tirando con Jery, se supone que cambie.

—¡Tigreeee! —paso Yoongi a lado mío, gritando super fuerte en mi oreja. —¡Idiota, me asuste!

Hayle se había ido, se perdió de mi vista, no estaba en mi alcance. —Buscas a Hayle. —habló Yoongi.

—Qué. —hice una mueca—Para nada, para nada, nada más que cuando seamos "algo" ya se acaba este teatrito.

Porqué era muy obvio que es un teatro, ser un chico "bueno" no ha sido tan difícil, me pude acercar a Hayle sin ningún problema, ahora quería saber si será muy difícil dejarla.

—¿En que tanto piensas? —Nam dio una palmada en mi espalda haciendo que reaccionara.

—¡Hayle devuélveme mis papas! —Cloe y ella estaban corriendo, Hayle debía devolver unas frituras que supuestamente era de su amiga. —Obligaaaame. —gritó, ella sonriendo corría por todo el salón, no tenía su cabeza en frente, no estaba viendo para donde irá, solo miraba hacia atrás, se acercaba mucho al pizarrón, sabría que se estrellara en este.

Una parte de mi quería disfrutar ese momento, y reírme mucho de ella, en su cara, y tratar de hacerla sentir muy mal. Pero una gran parte de mi, quizo ayudarle y tratar de salvarla.

Me pare golpeando suavemente mi espalda contra el pizarrón, la parte de salvarla había ganado. Cuando más se acercaba, mi pecho se aceleraba demasiado.

Trague duro, esta chica me hace sentir cosas raras, cuando se acercaba más, no sabría que hacer si se acercara mucho.

Choco demasiado fuerte contra mi. —¡Ah! —salió una queja de mi boca, me había aplastado muy fuerte, y haciendome doler un poco el pecho, frunciendo el ceño, y realizando un par de muecas en mi cara por el daño que una niña tan chiquita me había hecho.

Sus manos se pasaron en mi pecho, y su cara pasaba en este recostada unos segundos, ella alzó su mirada, sonriendo de oreja a oreja en su pequeño rostro. Provocando una leve sonrisa en el mío.

—¡Gracias! —gritó no muy fuerte. —imaginate que me hubiera dado contra el pizarrón, que vergüenza. —tapo su cara con sus manos.

—Ya van muchas cosas que me debes. —respondí.

—¡Ay! Nada puedes hacer sin recibir algo a cambio. —se separo de mi cruzando sus brazos.

—Te robo a mi amiga. —Cloe jaló a Hayle hasta donde estaban sus amigos. Mientras caminaba, volteo a verme, sonriendo, y dejando que su cabello lo moviera al aire.

—Ya kookieee, solo es una apuesta, ella no se va a morir.

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