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Park Hayle.

Encontrarme con Jungkook no fue muy fácil, después de horas que mi madre me de charlas del amor, y las irritantes molestias de Jimin diciendo: ¡A Hayle le gusta Jungkook! ¡Estas enamorada!

Y los alagos de mi padre hacia Jungkook ¡Ese chico es perfecto para ti!
Al igual que mi tía y mi madre diciendo ¡Jungkook es muy guapo! ¡Es un gran chico!

Después de mucho tiempo, de una irritantante platica, tomé el autobús que me llevaba al centro comercial donde me vería con Jeon. Revise mi celular, y ya era muy tarde de seguro ya se habrá ido.

Corrí mucho, ya eran las tres y media, estoy casi segura que el ya no está. Estaba muy cansada, había corrido como si estuviera en un maratón.

Al fin había llegado, y lo vi, sentado con la cabeza baja, mirando al piso, y un poco molesto, solo lo vi, y no me acerque a el, de repente este se levantó bruscamente, y su mirada se infiltró en mi, viendo mi vestimenta.

Me acerque a el, por lo visto el no lo haría. —¿Hola? —estaba viendome fijamente.

—Pensé que no llegarías. —habló.

—¿Porqué no lo haría?

Alzó sus hombros, y volteando camino hacia delante, quedandome yo atrás. —¿No vienes?

Me miró, y yo solo asentí, y camine hacia el, estando a milímetros de distancia.

—¿Qué quieres comer? —preguntó.

—Quiero..

—Pizza. —sonrió—¿o me equivoco?

—¡No! Vamos, vamos.

Ambos sonreímos, y caminamos a comer Pizza, y aunque el no le guste la pizza, me la compro.

—¿No vas a comer? —pregunté.

—No, solo quiero verte comer.

Mis mejillas ardían, y rápido baje mi mirada, trague duro, y seguí comiendo. El apretó mis mejillas, y golpeó mi nariz.

—¡Auch!

—Oye, ¿puedo preguntarte algo?

—Claro. —afirme.

—¿Qué significaba para ti esa cadena?

Mi sonrisa se borro, y mi enojo volvió un poco. —Mis padres me dieron eso, por eso cuando murieron, eso me ayudaba a tenerlos cerca.

—Y-yo, lo siento mucho en..

—¡No importa! Yo ya borre todo eso.—le interrumpí. —Vamos a comer helado, yo pagaré. —dijo Jungkook jalandome del brazo.

Mucho mejor, el dinero se me había acabado, no traje mucho, y solo alcanzó para el autobús, caminamos un poco, y nos encontrábamos en la fila para comer un helado.

—Buenas, ¿de que sabor quieren su helado?

—Yo ¡Fresa!
—Yo mora.

Y así estamos comiendo los nuestros helados, le estaba platicando de como son mis primos, y el solo reía, reía mucho.

—Bueno, cuantame algo tu. —estaba muy callado solo yo hablaba.

—Qué te cuento.

—No se, de..... ¡MiRA LA MAQUINA DE FOTOS! —siempre sabía entrar en éstas.—¡Vamos, vamos!

Le tomé del brazo, y el solo se dejó, entramos a la máquina.

Yo hice una pose graciosa, mostrando un corazón con mis dedos, y el mostró sus músculos de sus brazos, como un peleador de luchas.

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