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Jeon Jungkook.

No sabia lo mucho que me costaba decir palabras dulces y poco hirientes hacia ella. Me seguia mirando muy raro, fruncia su ceño, mirandome muy confundida.

—¿Pasa algo?—pregunte, su mi mirada ya me atormentaba, y debia fingir ser amable, por la apuesta, obviamente.

—¿Tienes fiebre?—paso su mano en mi frente, buscando un molestar en mi, sus suaves manos daban leves caricias en mi cabeza, era muy delicadas, también yo estaba sorprendido de ella.—No, no tengo nada, Hayle.—pase su mano por toda mi cara, una forma nueva de molestarla.

Ella sonrió, mostrando sus dientes, y arrugando de nuevo su nariz, y mi vista otra vez se fue hacia ella, mientras la veia yo solo sonreía.—¿Q-qué me ves?

Su voz se puso nerviosa, sus mejillas se tornaron rosadas, y sus ojos desviaban a todas partes del salón.—No me habia dado cuenta..que tienes una sonrisa muy linda.

Abrió sus ojos como platos, y puso sus manos en su boca, prohibiendome la vista hacia su sonrisa, se puso muy nerviosa, ¿se estará creyendo?
Levante sus manos de su boca, dejandome despejada la vista hacia su sonrisa, sus manos se tocaron con las mias, bajandolas suavemente, hasta su estómago.

—¿Interrumpo?—Jery se habia acercado, mi vista se fue hacia ella, su brazo estaba en su cintura, frunciendo el ceño, y algo molesta, estaba muy hermosa, con ese labial rojo, que me encantaba.—No, no.—gire para ver a Hayle, ella estaba un poco confundida.—Una obsesionada, nada más.—susurre solo para que Hayle lograra escuchar.

Camine hacia ella, dandole la espalda a Hayle.
Mire a Jery, mordiendome los labios, y entre lamiendo los mismos, me acerque un poco más a ella, mi mano paso por sus labios color rojo, dandole unas pequeñas caricias.—Nos vemos después, ya sabes donde.—susurre, ella me dio una sonrisa, lo más raro es que no me llamaba mucho la atención como la de Hayle. Ella solo asintió y se fue.

En ese preciso momento todos los alumnos habían llegado, cada uno tomo sus respectivos asientos, los amigos de Hayle le habían abrazado, llevandole a su lugar.

—¿Ya perdiste no?—Nam se habia acercado.

—Ni lo sueñes, esta cayendo.

Yoongi tambien se había acercado.—Oigan, yo creo que no deberías hacerle eso, sufrira mucho.

—Ese es el objetivo.

Las clases de matemática terminaron, el salón estaba lleno de quejas por parte de los alumnos, ya que nos habían dejado millones de ejercicios por resolver, no era un problema para mi, los números son mi especialidad.

Tocaba la hora de receso, tenía muchas ganas de ver a Jery, mis amigos y yo salimos del salón.—Ya regreso, ustedes sigan.—había olvidado mi celular en mi maleta, tuve que regresarme al salón, y cuando entre vi a Hayle, muy despeinada, con un lápiz en su oreja, y una calcuradora en su mano, estaba muy enojada, se veía. ¿Bien?

—¿Te ayudo?—pregunte.

—¡Me asustaste!—chilló—Si tienes un poder mágico para resolver estúpidos ejercicios de matemáticas, te acepto.

—No lo tengo, pero si tengo un gran cerebro.—musité.

—Que modesto.—reía.

—Venga te ayudo.

●●

—¿Entendiste?

—La verdad..No.—hizo un puchero.

Llevaba todo el receso explicandole las clases de matemáticas, pero como Hayle es una gran tonta, no entendía ni una palabra de lo que le decía y eso me alteraba mucho, hacía que mis nervios exploten y tenga mal comportamiento con ella, pero me detuve para seguir con la apuesta, no quería perder.

—Ya se, te enseñaré matemáticas después de clase.—el plan salía perfecto.—No, no hace falta.

—No sabes nada Hayle.—respondí—No suelo salir mucho de casa.

—Nadie dice que vas a salir, será en tu casa.

—No, lo que..

—Nada, te enseñaré y listo.

○○

—¿Porqué tardaste tanto?—Jery hizo un puchero.—Perdón preciosa, tenía cosas que hacer.

Bese la comisura de sus labios, y el maldito timbre sonó, arruinando el momento. Fuimos a clase.—Hey broo.—gritó Yoongi, tocandome el hombro.

—¡Hey azúcar!—dio un pequeño golpe en mi cabeza.—¿Tienes dinero? Muero de hambre.

Reí, y saque el dinero que mi madre me  habia mandado.—Ten, anda y come un elefante.-le di una nalgada en su trasero de azúcar.

Mis manos estaban en mi bolsillo, y caminaba lentamente para llegar al salón.

—¡HAYLE DEJA DE TRAGAR!—los amigos de Hayle gritaban muy duro que llagaba a mis oídos, distrayendome.
Regrese a ver, y Hayle tenía toda su boca llena de chocolate, y tenía toda su quijada manchada del mismo. Reí, se limpiaba las pequeñas babas que le caián, y después de ello, sonrió, con sus dientes llenos de chocolate, y sin saber, mientras la veía, tenía una gran sonrisa en mi rostro.—¿A quien vez?—preguntó Nam.

—A Hayle. Es linda ¿no?

—No me digas que te gusta.—mire a Nam, y tenía una sonrisa muy pícara.—Que, no, ni enfermo. No me gustaría aunque fuera la única chica en el planeta.

—Ojála y si, Jeon.

Otra vez mis ojos penetraban a Hayle, no me gusta, ni nada, pero la veía mucho, Alys, una de sus amigas, se percató que la estaba viendo, y le susurro algo a Hayle, mirandome de inmediato. Quite mi mirada de ella, rascandome la nuca. La vi de reojo, y ella estaba sonriendome, provocando que también yo sonriera.

La apuesta esta iendo muy bien, supongo que ella creía que cambie, pero en realidad no, pensé que sería más difícil hacerle creer que me interesa, pero estaba en lo contrario, ya no siento su odio hacia mi, y siento que nos estamos acercando aún más, eso era un punto a mi favor, nunca cambiaría por una persona, y menos por ella, es muy insignificante para mi, no lo debo negar, Hayle es muy simpática, pero no me mueve ni un pelo, creo que es muy infantil, y un poco tonta, no le culpo, casi todos sufren por matemáticas. Hoy en la tarde es mi oportunidad de "enamorarla" y ganar la maldita apuesta, necesito ya un celular nuevo.

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