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Park Hayle.

-¡Hermanita por favor! -me encanta mucho que mi hermano me ruege.

Hace muchas semanas mi hermoso hermano había salido sin permiso de mis padres, yo solo observaba, y reía plácidamente viendo como lo regañarian por salir de casa. La cosa es que había dicho que el saldría con Taehyung, a jugar videojuegos, y ver películas con chicas. Eso me había dicho a mi, y yo le creí. Después de mucho tiempo, Jimin no llegaba, había pasado ya demasiadas horas, yo también estaba muy preocupada, e inclusive mis padres pensaron que le habían robado, secuestrado, y demás. Querían llamar a la policía, así de horrible mis padres estaban preocupados. Habíamos hablado con sus amigos, maestros, y nada.
La policía había llegado, mi madre lloraba muchísimo, nos hicieron varias preguntas, y pidieron información. En eso mi hermano llegó totalmente borracho, estaba muy mal, tenía un olor demasiado mal, tenía su ropa llena de un líquido espeso. En eso mi padre cambió su tristeza en enojo. Jimin se tambalea y caía a cada instante. Gritaba mucho a los policías, desafíandolos, y queriendo pegarles, y los policías querían llevarle un día en un confiscado, y mi padre tuvo que sobornarle con mucho dinero. Y eso no fue todo. Después mi hermano me abrazaba mucho, y si aliento aún queda en mis fosas nasales. Y con eso Jimin me había dado de tomar, y así los dos hermanos Park, se embriagaron, era una catástrofe, los sillones estaba llenos de vidrios, porque Jimin había lanzado una botella, las cortinas estaban rasgados. Fue una hermosa y castigada experiencia.

-¿Dime que gano si te ayudo a salir? -todo debe ser pagado en esta vida. -Fácil. No le diré a mis padres que no tenías recuperación, y saliste con tu noviesito. -su cara estaba muy amenazante.

Cómo demonios sabía. -¿Qué? -hacerme la víctima era buena idea.

-Ya lo escuchaste. -Jimin sonría.

-Aaaaigh, esta bien, ¿que vas hacer?

-Voy a salir con unos amigos, Taehyung, y HunUy, tendremos tarde de chicos. -alzó una de sus cejas.

-¿Un trío? -golpeó mi frente-¡Ayy! Bueno y yo que hago.

-Debes esperarme afuera, yo te mandare un mensaje, y me abres la puerta, listo, nada más. -hice un mueca con mis labios, y luego sonreí. -Esta bien.

Jimin y yo nos paramos para bajar del bus, y llegar al instituto. -Adiós ogro.

-Adiós, boba.

..

Mis amigos estaban sentados ahí, riendo, y comiendo unas tostadas.-¡Uy! Quiero una. -corrí y les rebate una tostada.

-¿Qué tal la pasaste en la recuperación? -Hoseok tenía una sonrisa muy pícara. -No me da gracia.

-¿Porqué me mintieron? -hice un puchero-Jungkook quería estar contigo, Hayle. -Cloe había sido cómplice.

-Uhm, supongo que...gracias. -sarcástica.

-Dinos rápido, ¿ya son algo? -Jin se acercó mucho a mi, alzando sus cejas.

-¡Que! No, obvio no.

-Solo te aconsejo, que tengas cuidado pequeña-Hoseok acaricio mi cabello-no es muy bueno, pero quiero que tengas cuidado. Y.. ¡TU CADENA VOLVIÓ!

-¿Compraste una nueva? -Todos me vieron el cuello, y sentí que mis mejillas automáticamente ardían. -N-no-sabía que me molestaran-Jungkook me la dio.

-¡Ooooow! -mierda, ahora estoy segura que parezco un tomate.

Hoseok aún estaba acariciando mi cabello, y despeinandolo. -Ya te había dicho, pero hueles bien.

-Estoy de acuerdo. -

Esa voz.

-Ay, debemos ir a, a entender los ejemplos. -Cloe y los demás salieron, dejándonos solos a Jungkook y a mi, entonces, todo mi cuerpo se derrite. Jungkook sonrió. Entonces recordé la primera vez que lo vi, su seguridad de macho, y su ego que es más grande que el, y eso ya es mucho. ¿Habrá cambiado de verdad? Solo quiero que me abraze. ¿YO DIJE ESO? vaya.

-¡Tierra llamando a Hayle! -sacudi mi cabeza, y lo mire, al verle cerca mio, mi pecho salía de su zona de confort, y realizo una sonrisa en mi boca. Pero de inmediato puse mis manos en mi boca, intentando taparla, no le gusta que sonría.

-Deja de hacer eso. -murmuró. Agh, este chico cree que le pertenecesco. -Ahora que hice, Jungkook.

-Dejame embriagarme con tu sonrisa, porfavor. -

Es inexplicable lo que mi ser sintió, mi estómago tenía un don de animales entrando, y saliendo. Es increíble cuando una persona te hace sentir, mientas tragaba saliva, mis mejillas estaban en llamas, mi corazón ya no sabia que era parar de latir, mis manos y mis piernas temblaban, mis ojos no dejaban de verle. Es increíble como una persona te hace sentir, por algo que te dice, o hace.
Siempre pensé que el amor no iba para mi, pensé que ningún chico que haría sentir lo que Jungkook lo hizo, son esas palabras, y esa sonrisa que me hace sentir como si todo estuviera bien. Últimamente cada detalle que el hace, mi cuerpo se debilita, y se estremece por cada mirada y sonrisa de el.

Y apenas hoy entendí lo lindo que es la primera pequeña cosquilla de amor.

-¿Hayle? -desperté.

-Uhm.

-¿Pasa algo?

-Si...digo..no..hola. -vamos Hayle tu puedes, habla.

-Traje algo para ti. -Jungkook indagó su maleta y saco una caja de plástico, y en ellas habían cerezas.

-¡Cerezas! -delicioso.

-Se que te gusta, y te traje.

Entonces así Jeon Jungkook, me mató.

-P-porque. -deja de tartamudear ¡tonta!

-Porque. Te.gus.ta.—ya vale, no pauses, si entendí-Toma son para ti. Debo ir hacer... cosas.

Lamentablemente Jeon Jungkook el bad boy del instituto, que cuaso demasiado daño en mi, haciendome sentir muy mal, molestandome por todo, lastimando, y causando pequeñas heridas en mi. Lo odiaba tanto, tanto, que ahora todo el odio que le tenía, cambió rotundamente a un inmenso cariño, y millones de sentimientos. Llegó, y se metió en mi, y me lleno, de alguna u otra forma, lo había encontrado.

Sinceramente, ni creía en eso, pero alfin lo había encontrado. Y ahí estaba yo, sentada, comiendo las cerezas, y sonriendo como una gran loca. Por que después de todo, Jungkook hizo algo que nunca pensé que alguien lo lograría. Enloquecerme por su compañía, y babear cuando sonríe.

Definitivamente Jeon Jungkook me cautivo.

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