Ashlynn (Natasha Romanoff x Chica)

¿¡Quien coño ha puesto ese árbol ahí!?

-¿Qué te parece esto?- llevaba una bonita camisa blanca suelta, unos vaqueros rajados y unas botas hasta la rodilla marrones. El conjunto era realmente cómodo y cumplía la exigencia de Nat, que era que tuviese pantalón.

-Es la cuarta vez que te cambias- remarcó Wanda tumbada desde la cama, a un metro de Yar, que estaba lamiéndose las patitas en la esquina de la misma.- Todos están bien, Kate.

-No te preguntaba a ti, ya sé que tú estás contenta con todo- me recogí el pelo en una media cola coronada con una trenza y me coloqué uno de los colgantes de piedra de Nain. Miré hacia Yar y giré para que me viese bien.-¿Crees que a mamá le gustará?

Yar dejó de lamerse y me miró girando la cabeza para acabar inclinándola a la derecha. Era tan mono cuando se lo proponía.

-¿Se lo estás preguntado al gato?- Wanda me levantó una ceja incrédula. Se levantó indignada de la cama y se fue hacia la puerta para hacer una salida digna de una Drama Queen.- ¡A mí nadie me ignora!

Salió dando un portazo, pero podía escuchar su risa mientras caminaba por el pasillo. Me volví otra vez hacia Yar y me lo quedé mirando.

-Pues sí que eres de ayuda- me arrimé a la cama y acaricié su cabecita en lo que me arrodillaba en el suelo para estar a su altura.- Vamos peque, eres quien más conoce a Nat, incluso estoy segura de que has visto más de lo que a ella le gustaría reconocer. Por favor, ayúdame un poquito.

El gato dejó que lo acariciase y, cuando acabé de hablar, se levantó para saltar de la cama y sentarse en la silla del escritorio, donde estaba la chaqueta de cuero marrón de Natasha. Maulló una sola vez llamando mi atención y frotó su hocico contra la prenda.

-¡Chico listo!- cogí la chaqueta y me la puse mirándome al espejo. Era la guinda que le faltaba al pastel y era de un tono similar a las botas, por lo que conjuntaba a la perfección.- ¿Crees que le molestará si me la pongo?

Me volví a girar a la silla, pero no estaba ahí, sino tumbado en mi almohada preparándose para dormir.

-Supongo que una ayuda ya es mucho- recogí mi bolso y salí comprobando que no llegase tarde. Aún quedaban algunos minutos.

Recorrí el pasillo hasta el ascensor y subí al salón.

La cita sería a las 7 y dado que habíamos vuelto al complejo esta mañana, Nat había decidido reunirnos una vez listas en la sala de estar. Lo malo es que los demás estarían de por medio, pero a juzgar por la sonrisa que me dio, tenía planeado salir del armario a lo grande.

Salí del ascensor escuchando voces en el salón y decidí escuchar un poco para prepararme a lo que me esperaba dentro. Después de todo, era temprano.

-Vamos Romanoff, una no se pone tan guapa todos los días- ese era Sam.

-¿Estas diciendo que no está guapa los demás días?- la voz de Wanda se escuchaba sofocada, como si la ironía la dejase sin aire.

-No digo eso- casi que podía ver al afroamericano hacer aspavientos con las manos en forma de negación.- Solo digo que ella no se arregla tanto para estar con nosotros aquí.

-Lo que yo haga o deje de hacer no te importa, Samuel- mi pelirroja tenía garras, y el simple pensamiento de verla vestida de Catwoman me hizo enrojecer.

-Si que nos interesa- maldita sea, ese era Stark. ¿Qué pasa?¿Pepper lo ha echado de casa o qué?¿No se podría haber quedado con ella hoy? Noooo, tenía que amargarme la vida estando en el salón justo a la hora acordada.-Eres nuestra compañera, ¿Qué pasa si te secuestran o aparecen personas con malas intenciones?