Ashlynn (Natasha Romanoff x Chica)

Manos a la obra, aún queda mucho por hacer

KATHERINE A. HOWELL STARK

Ese era mi nombre ahora, o al menos eso rezaban la veintena de periódicos que tenía abiertos en la tablet sobre la cama.

*TONY STARK NO ES EL ÚNICO HEREDERO DEL IMPERIO Y FORTUNA STARK*

~Wall Street Journal~

*LA HERMANA SECRETA DE IRONMAN SALE A LA LUZ*

~New York Post~

*DESGRACIA FAMILIAR EN CASA DE LOS STARK TRAS LA FIRMA DE LOS ACUERDOS DE SOKOVIA*

~Daily News~

*KATHERINE H. STARK. LA NUEVA PREOCUPACIÓN DEL MULTIMILLONARIO ANTHONY STARK*

~New York Time~

Había más titulares de otros estados y países, pero después de leer por encima un par, era capaz de prever que ponía en los demás.

En los más antiguos, las fotos que coronaban los titulares eran de los diversos álbumes escolares de mis variados institutos y colegios, incluida la olvidada universidad a la cual no había vuelto a asistir (y que conste que no estaba ni una pizca triste por ello).

En los recientes, ya corrían como la espuma imágenes del coche de cristales tintados y de Tony en una rueda de prensa pidiendo privacidad y respeto hacia mi persona en estos momentos tan duros.

Qué mierda.

Tenía puesto cada maldito ojo clavado a mis espaldas.

¡Qué puta mierda!

Todos los informativos, páginas web, chats, webs de cotilleos, . . . Todos, absolutamente todos, hablaban de lo mismo: Sale a la luz una nueva heredera de la fortuna Stark tras tener un accidente automovilístico. Tony Stark interviene para proteger a su hermana pequeña del ojo mediático durante su recuperación.

Lo que traducido por Tony era algo como: Cree una identidad falsa para alejarte todo lo posible de Ross y filtraron tu nombre. Lo siento, no me mates.

Lo último más que decirlo, lo dejó claro cuando me levanté de la silla y se ocultó tras la isla de la cocina. En otro momento tal vez lo hubiese hecho (seguro que sí), pero ya no me sentía con fuerzas para nada.

-Creo que podría matar a Tony si quisiese, pero de ganas ando menos diez- dije tirando la tablet sobre el espacio vacío de cama que existía entre mi cuerpo y el de Daisy. Yar se había adueñado de mi almohada en el tiempo en que el cuarto había estado deshabitado, así que me había resignado a apoyarme contra el cabecero semi sentada mientras la medio asiática se estiraba a todo lo largo a los pies de la cama, con su melena morena colgando por el lateral.- ¿A todo el mundo le pareció bien cuando decidió proclamar a los cuatro vientos que soy su hermana?

-A todos no, pero ya sabes eso que dicen de la voluntad de Cristo. Una palabra de Romanoff bastó para callarlos a todos- Daisy se puso seria en su intento de ironía, pero de poco valió, ¿Sagradas escrituras?¿En serio? Esa era una comparación poco acertada, la pelirroja era más como el Kraken de Piratas del Caribe. Cosa que quiere, cosa que mata arrasando todo lo que se ponga por delante.- Stark puede ser Ironmemo, pero no hay nadie mejor planificando a largo plazo, aparte de que es quien lleva la mayor parte del papeleo político y toda esa parafernalia. Preferimos mantenernos al margen sabiendo que él siempre antepondría tu bienestar ante todo.

-¿Enserio?¿Mi bienestar?- la miré con una ceja alzada- ¿No crees que es un poco preocupante que la mejor forma de mantenerme segura sea exponerme ante todo dios como la hermana desconocida del hombre lata? No es que me sienta muy protegida con mi cara en la portada de todos los periódicos.