Virgencita, ¿Por qué a mí?

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La canción que aparece en multimedia es para que la pongáis más adelante.

Con increíble amor,

ALEX

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A continuación pasaron varias cosas: La primera fue Alya, succionando mi lóbulo derecho entre sus labios y atrapándolo entre sus dientes con leves pero firmes mordidas; lo segundo, más revelador en cuanto a sus intenciones, fue como una mano hábil se coló en la zona de mi abdomen y desató el nudo que me sostenía los pantalones.

Involuntariamente arqueé la espalda, notando a través de la fina tela de mi camiseta como su cuerpo desnudo se pegaba al mío. Mi desliz le permitió a la pelirroja meter su mano por la abertura de mi pantalón y jugar con el elástico de mi ropa interior.

-Llevas demasiada ropa- dijo en lo que soltaba mi enrojecida oreja y empezaba a torturar mi cuello con mordiscos y chupetones.

-Y tú ninguna- me levanté lo poco que me dejó apoyándome en los brazos, no fue mucho, pero lo suficiente como para poder despejar la cara de la almohada.- No conocía tu faceta nudista.

-Aún te quedan algunas cosas que saber de mí- sentí sus manos abandonar lo hacían para centrarse en alzarme poco a poco la camiseta y llegar a la abertura del sostén para después desabrochármelo.- ¿Qué tenemos aquí? Parece que alguien está excitada.

Nat se había deshecho de mi sujetador para tener via libre hacia mis endurecidos pechos. ¿Qué esperaba? Podía sentir, literalmente, como los suyos se balanceaban sobre mi espalda media. ¿Qué tipo de reacción esperaba a eso?¿Qué me pusiese a llorar?

Un jadeo se me atragantó en la garganta cuando con dos de sus dedos pellizcó uno de mis sensible pezones. Juró que por poco me dejo caer de nuevo contra la almohada para evitar soltar los que vinieron después por su culpa. La condenada estaba recorriendo toda mi parte delantera con sus escasa uñas. Alya aprendía muy rápido cuales eran mis zonas erógenas, pero yo no pensaba quedarme atrás.

Esto era un juego de dos, y no pensaba dejarme comer tan fácilmente la ficha.

Aproveché el momento en el que le dio un descanso a mi cuello para darme la vuelta. Ella iba a protestar, pero la callé con un beso voraz mientras pasaba ambos brazos por sus caderas. Arrastrando mis propias uñas por la unión entre estas hasta llegar al nacimiento de su voluminoso trasero.

Podía sentir a la perfección como su piel se erizaba bajo mi toque, dejando escapar un escalofrío desde la punta de los dedos de sus pies hasta obligarla a apartarse para suspirar de vuelta en mi hombro. Decidí ponérselo un poco más difícil pegando su feminidad a la mía, creando una reacción inmediata por la fricción directa entre la tela de mis pantalones y su piel desnuda.

Alya respondió mordiéndome fuertemente la parte posterior a la clavícula. Decir que el alma casi se me sale por la boca sería quedarme corta.

-¡Shhhhh!- la mandé a callar entre susurros- No vaya a ser que se despierten las mojigatas de las habitaciones de al lado y nos culpen a nosotras.

-Son unas envidiosas- rio la pelirroja mientras separaba al fin sus dientes de mi pobre piel. Hay que ver lo que le gusta a esta mujer marcar territorio, solo le faltaba ponerme un collar con su nombre y dirección.- Steve y Thor las tienen como monjas de clausura.

Ahora fue ella la que tuvo que taparme la boca para que no soltase una risotada. Me esperaba eso de Steve, pero no pensé que Thor fuese tan puritano.

Nat acabó con el pequeño descanso levantándome la camiseta y deshaciéndose de ella tirándola a sus espalda, pasando rápidamente las tirantas de mi sostén por mis brazos mientas dejaba un rastro de besos en lo que las sacaba. Se estaba empleando a fondo.

Ashlynn (Natasha Romanoff x Chica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora